Capítulo 50

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Había pasado poco más de una semana.

Sarah no podría haberla llamado perfecta, pues eso estaba muy alejado de la realidad, pero tampoco había sido completamente mala.

Nick había intentado entrar a casa unas cuantas veces, Aron y los del coro llegando de inmediato a rescatarlas. Incluso debieron llamar a la policía una vez cuándo las cosas se pusieron realmente violentas.

Para resumir lo sucedido, las chicas habían salido a dar un corto paseo y al regresar se encontraron con Nick, que debía de estar regresando de alguna de las casas de las muchas chicas fáciles de los alrededores. Nick de inmediato las miro con ira y corrió tras ellas, logrando alcanzar Emma casi al instante. Estaba a punto de meterla en su auto cuándo Patrick salió de casa y comenzó a golpearlo con un viejo sartén, logrando que ambas se refugiaran en casa antes de que el hombre volviese a seguirlas. Pero no fue suficiente. Cuando Patrick logro entrar y les ordeno cerrar todas y cada una de las puertas y ventanas del lugar, Nick, completamente desesperado, comenzó a golpear la puerta y amenazo con utilizar un arma si era necesario. Fue entonces cuando Sarah llamo a la policía, el idiota de Nick ganándose una noche en la fría estación.

Intento acercarse un par de veces más, por supuesto, porque no era uno de esos que suelen rendirse fácilmente, pero sorpresivamente, el sábado, cuándo se lo encontraron cara a cara luego de una larga cita con el nuevo psicólogo de Emma, el hombre simplemente se dio vuelta, entro a su auto y se marchó como si realmente no las hubiese visto.

El lunes Emma había ido a la biblioteca a solicitar empleo. Según ella, no quería sentirse como una inútil que solo asistía a clases de fotografía porque pensaba que tenía un poco de futuro con eso.

Ana la había contratado de inmediato, indicándole que aquella sería su semana de prueba, Sarah ofreciéndose de inmediato a ayudarla en el proceso de aprendizaje su jefa aceptando, no sin colocarles antes la condición de "ningún tipo de trato demasiado afectivo en horas laborales".

El martes, cuándo Ana la vio llegar junto a Emma, le dijo tiernamente que jamás la había visto llegar de tan buen humor al trabajo.

Y fue así como llego el miércoles...

Sarah se despertó gracias al sonido del despertador.

No se molestó en buscar Emma a su lado porque sabía que la chica ya habría bajado a la cocina para prepararse algo de espumoso café y resolver unos cuántos crucigramas.

No era como si le gustara despertarse sola, pero era agradable saber que Emma volvía a ser ella misma. Emma volvía a ser la chica que se levantaba temprano y seguía su estructurada rutina. La chica que podía resolver un crucigrama en diez minutos y disfrutaba de la soledad. La chica que vestía ropa oscura. La chica que se reía de sus estupideces. La chica que amaba...

Se levanto lentamente, restregándose los ojos, y corrió a darse una ducha. Se coloco de inmediato unos pantalones y la camisa amarilla del uniforme, junto con unos tenis y un lazo blanco. Intento también cubrir las grandes marcas que Emma había dejado en su cuello la noche anterior, sin mucho éxito.

"Ahora tendré que escuchar "la charla" por tercera vez, Myers. Gracias"

La primera vez que había tenido que escucharla había sido justamente la primera noche en la que Emma se había quedado allí, cuándo sus padres descubrieron marcas descomunales en el cuello de la chica, al igual que en sus brazos... Tuvo suerte de que no pudieran ver sus piernas y su estómago, porque se habrían horrorizado. Le hablaron sobre orgasmos, sexualidad y otras cosas durante al menos una hora, hasta que estuvo lo suficientemente sonrojada y avergonzada para ellos.

"La chica de la ventana"- [Emma Myers] حيث تعيش القصص. اكتشف الآن