Capítulo 58

640 53 19
                                    





Emma se sentía realmente bien en su vieja habitación, sobre su vieja y cómoda cama, mirando sus viejas cosas. Su madre lo había mantenido todo tal y como lo había dejado, y estaba realmente muy agradecida por esto.

Emma: Es extraño volver -Susurro sentándose sobre la cama, Isabel colocándose a su lado y Mia recostándose sobre el suelo como si se tratase del lugar más cómodo del mundo.

Isabel: También es extraño tenerte de vuelta...

Mia: Por supuesto que sí -Asintió-. Ya casi había convencido a mamá de que me diera tu habitación. Lo habría conseguido de no ser por ti. Te odio Perry el Ornitorrinco...

Emma: No soy Perry, Mia-Se burlo riendo sonoramente, su hermana imitándola.

Mia: Lo sé, Emma... Pero siempre quise decir eso.

Emma: Eres una idiota.

Mia: Gracias.

Emma: Eres odiosa, Mia...

Mia: Lo sé -Acepto encogiéndose en hombros.

Emma: ¿Qué vamos a hacer contigo?

Mia: Amarme, eso es obvio -Respondió en modo de burla.

Isabel: Mia, hermana, si no te golpeo ahora mismo con una silla es solo por respeto a la silla..

Fue cuándo las tres rieron.

A Emma le gustaba reír. La hacía sentir bien.

...Antes de conocer a Sarah apenas lo hacía.

...Ella no solo la había enamorado.

Sarah la había cambiado...

Isabel: ¿Emma? -Dijo seriamente luego de unos minutos, sujetando sus manos entre las suyas, el ambiente de felicidad siendo reemplazado por una total seriedad- ¿Cuándo planeas decírselo?

Emma suspiro audiblemente y miro el suelo fijamente.

Por supuesto Isabel iba a preguntarle aquello.

Emma: Yo... yo no lo sé.

Mia: Es tiempo, Emma-Aseguro sentándose frente a ella, intentando mirarla.

Emma: Tengo miedo -Confeso.

Isabel: Emma, todos tenemos miedo alguna vez. Y está bien. Pero no siempre estarás acá, Emma... No puedes dejar que el miedo te venza toda tu vida, o deshacerte de el cuándo sea demasiado tarde.

Emma: Pero.. ¿Qué pasara si...?

Mia: Sarah te ama, Emma. Es lo único que diré.

Emma suspiro.

Era cierto.

Emma: El jueves, luego de mi cita con el cardiólogo -Decidió, sus dedos comenzando a chasquear levemente. No había tenido un ataque en meses, pero la costumbre de chasquear sus dedos en situaciones como aquellas no se marchaba-...Simplemente, no dejen que me dé un ataque antes de hablar.

Simplemente, no dejen que me dé un ataque antes de hablar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
"La chica de la ventana"- [Emma Myers] Where stories live. Discover now