Capítulo 16

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Lenna  no había logrado calmar naturalmente el ataque de pánico que Emma había sufrido. La chica había gritado, llorado y sollozado. Había insultado sin parar. Había roto cosas. Había enterrado sus uñas en su piel y había golpeado el suelo hasta que sus nudillos sangraron. Se había sentido tan herida. Tan estúpida. Incluso Sarah lo sabía.

Sabía que ella era una estúpida y se había alejado como todos siempre terminaban haciéndolo. Aunque sus padres lo intentaron no lograron detener su ataque. Finalmente debieron llamar a los paramédicos, que se encargaron de administrarle un sedante. Era la primera vez que tenían que hacerlo. Se despertó bastante tarde a la mañana siguiente a causa del sedante. En cuánto abrió los ojos se encontró con Mia e Isabel que estaban sentadas sobre el suelo mirando absortos el portátil que estaba frente a ellos.

Mia : Buenos días, Emma -Dijo al mirarla. Le sonrío, y luego Isabel alzó la mirada y también lo hizo.

Isabel : Queríamos despertarte, pero teníamos miedo de que estuvieses de mal humor y...

Emma : ¿No deberían estar en la escuela? -Pregunto con su ronca voz matutina.

Mia : Mamá nos dijo que podíamos quedarnos contigo si queríamos. No dormimos bien anoche... Aún con el sedante gritaste varias veces.

Emma solamente pudo asentir y mirar a sus hermanas, pidiéndole disculpas por algo que no podía manejar. Intento sentarse en la cama, pero de inmediato un gran dolor de cabeza la invadió y cayó de nuevo sobre su espalda.

Emma : ¿Por qué me duele la cabeza?

Mia : Posiblemente fue el sedante. Te dieron una dosis bastante alta.

Emma solamente asintió, sintiendo que su cabeza dolía aún haciendo esta simple acción.

Isabel : Mamá dijo que podías tomar unos analgésicos en cuánto desayunaras...

Emma : ¿Dónde está ella?

Isabel : Fue a hablar con tus médicos. Quieres saber cómo pudo haber afectado el sedante a tu sistema -Informo- Estamos a cargo ahora, Emma -Se burlo, intentando mantenerse seria.

Emma : ¿Ustedes? -Por supuesto, Emma no podía comprender que se trataba solo de una broma.

Mia : Si... Por cierto, lamento lo de tu celular. No quería incendiarlo.

De inmediato Emma se sintió alarmada y se levantó. Se apoyo contra la pared en cuanto el dolor de cabeza se hizo presente, y un leve mareo llego a su cuerpo. Las manos de Mia la llevaron de nuevo a la cama antes de que pudiera caer.

Emma : ¡¿Por qué tocaron mi celular?! -Exclamó enojada, aún demasiado adolorida y mareada como para gritar.

Mia : Emma, tranquila -Susurro, acariciando su brazo. Emma  de inmediato se sintió incomoda con el contacto y se alejó lo más que pudo-. Era solo una broma. Tu celular está bien. Todo está bien.

Emma : ...Eres una idiota -Dijo finalmente.

Mia : la peor de todas -Sonrío. Finalmente dirigió su mirada al reloj y luego le dijo a Isabel con suavidad:- ¿Podrías acompañarla al baño mientras yo voy a preparar su desayuno? Procura que no se caiga -Isabel solo asintió.

En cuanto Mia se fue Isabel se acercó a Emma y rodeo sus caderas con uno de sus brazos.

Isabel : Vas a levantarte lentamente. ¿Está bien? -Emma  asintió ligeramente-. Si te mareas solo dilo -La chica de ojos verdes volvió a asentir. -Muy bien, hagamos esto.

Emma logro mantenerse de pie con la ayuda de Isabel luego del tercer intento. Caminaron lentamente hacia el baño, Emma deteniéndose a respirar profundamente algunas veces. Luego de hacer sus necesidades fisiológicas, cepillar sus dientes y lavar su rostro, Isabel  decidió que no sería mal para Emma tomar un baño.

"La chica de la ventana"- [Emma Myers] Where stories live. Discover now