capítulo treinta y dos

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¿Y si quería alejarse de él por el resto de su vida?

Siento mucho si mis amigos te han hecho sentir incómodo. Ellos son así —Cyno detuvo su caminar y ladeó su cabeza.

¿Qué? —Tighnari miró hacia atrás al descubrir que Cyno ya no estaba a su lado. Frenó de repente, a unos metros de distancia.

Alhaitham es un poco intenso. Él es... Distinto, y sé que a veces puede ser muy desagradable —a pesar de no haberlos escuchado, Tighnari sabía que Alhaitham había hablado con Cyno en su ausencia. Lo conocía demasiado bien—. Lo siento mucho si dijo algo que no debía. Y Kaveh...

No tienes que preocuparte —Cyno tomó la mano de Tighnari y la atrajo un poco hacia él. No obstante, en cuanto se dio cuenta de lo que estaba haciendo, dejó sus manos suspendidas en el aire y simplemente deslizó sus dedos hasta sujetar los contrarios—. Me han caído muy bien. No han hecho nada que me haya incomodado. Kaveh y yo hemos hecho buenas migas, y Alhaitham... Bueno, no es que me haya caído especialmente bien. Pero tampoco pasa nada.

Aun así, me preocupa —Tighnari desvió su mirada hacia su derecha, donde el bosque se encontraba. Los árboles cubrían toda la zona como centinelas, impidiéndole ver el llano que había más allá—. Después de lo que pasó con Dottore, Alhaitham ha estado muy atento a todas mis relaciones. Sospecho que ha sacado la conclusión de que estás enamorado de mí y ahora no te va a dejar en paz.

Pues no te lo voy a negar. Realmente lo piensa y me ha amenazado —no iba a mentirle, pero tampoco le iba a contar todo—. Pero no es algo de lo que debas preocuparte. Ya lo hemos hablado y creo que me va a dejar tranquilo durante una buena racha —Cyno sonrió—. Le ha quedado claro que no me atrevería a hacerle daño a un buen amigo.

Eso es un alivio. Me daba miedo pensar que habría dicho algo malo —su sonrisa despertó algo en el interior de Cyno. Quiso estrecharlo entre sus brazos y no dejarlo ir nunca.

Aunque al final, tuvo que soltar su mano y dar una triste respuesta. Decirle que debían apresurarse para regresar porque ya era demasiado tarde y no quería que pasara algo malo.

Al final, tuvo que fingir para evitar ser descubierto.

Tighnari paseaba a lo largo del jardín, en silencio. Sentía la hierba húmeda acariciando su piel desnuda, escuchaba a los grillos, tan característicos durante las noches veraniegas. Realmente extrañaría este lugar.

—Nari, ¿puedes ayudarme a echarme el tinte? Si lo hago yo, la voy a acabar liando —Collei se asomó tímidamente. No estaba acostumbrada a pedirle favores a su hermano, y mucho menos de este tipo.

—Por supuesto —Tighnari se acercó a ella—. ¿Al final vas a cambiar de color?

Collei negó con su cabeza.

—Me gusta mi verde.

—A mí también. Menos mal que has decidido dejarlo tal cual.

Al entrar al baño, Collei se detuvo en seco.

—Ah, bueno...

—¿Pasa algo?

—Es que me tengo que duchar todavía y sería una tontería... —Collei no lo había tenido en cuenta. Y ahora simplemente no le salían las palabras.

El verde de mi primavera ♡ CynonariWhere stories live. Discover now