capítulo veinticinco ♡ segunda parte

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—Muchas gracias, Gorou. Ha sido un placer conoceros —Tighnari terminó de anotar el número en su móvil y le sonrió—. En cuanto pueda, te escribiré para que me añadas.

—El placer ha sido mío. Aunque los chistes de Cyno sean malísimos —el comentario de Gorou lo hizo reír. La verdad es que era la primera vez que escuchaba a Cyno contar tantos chistes malos de golpe. Gracias a esto había descubierto que el mejor amigo de su hermana estaba destinado al fracaso si se dedicaba a la comedia.

—Créeme cuando te digo que no sabía que era así —Gorou soltó una carcajada y palmeó su hombro.

—Por cierto, ¿hay algo entre él y tú?

—¿Qué? —el rostro de Tighnari enrojeció. ¿Estaba hablando de lo que él pensaba?

—Pues eso. ¿No te gusta? —el estudiante de bioquímica negó reiteradas veces con su cabeza, sin comprender exactamente a qué venía esta pregunta.

—¡No! ¿Cómo podría? Apenas nos conocemos y él es el mejor amigo de mi hermana... Además, hay muchos problemas de por medio —la experiencia con su exnovio no le permitiría establecer una relación romántica en un tiempo y él lo sabía mejor que nadie—. ¿A qué ha venido esa pregunta?

—Ah... Curiosidad —Tighnari supo de inmediato que Gorou le estaba mintiendo, pero no quiso insistir demasiado.

—Comprendo.

—¡Oye, Gorou! Deberíamos volver ya o Shinobu se enfadará con nosotros —a pesar de no haber escuchado bien lo que su novio había dicho, el nombre de su amiga le hizo recordar algo.

—¡Ay, se me había olvidado! Lo siento, Tighnari. Debo irme —Tighnari negó con su cabeza y se despidió de él con una sonrisa—. No te olvides de escribirme luego, por favor.

—¡No te preocupes! No se me olvidará.

Tras despedirse de todo el grupo, Itto y Gorou se marcharon de allí junto a Ushi, quien no dejaba de corretear alegremente alrededor de sus dueños.

—¿De qué has hablado con Gorou? Tienes la cara roja —Collei apoyó una mano en el rostro de su hermano mayor y lo contempló en silencio.

—De nada en especial. Mi cara está roja porque tengo calor —mintió, porque no quería contarle a su hermana esa extraña y efímera conversación que había despertado la curiosidad en su interior.

Al mirar a Cyno, lo encontró conversando tranquilamente con Nilou. Ambos parecían completamente inmersos en su propio mundo, ignorando todo lo que sucedía a su exterior.

Que si había algo entre Cyno y él... O que si él sentía algo por Cyno. Tighnari pensó en reírse, aunque al final no hizo nada.

Ni de broma. Cyno jamás se fijaría en alguien como él, y él no estaba dispuesto a pasarlo mal por nadie.

Además, tampoco es que él estuviera enamorado de Cyno.

Y mucho menos, Cyno de él.

El cabello bicolor era mecido por el viento que entraba por la ventana del lado derecho. Las largas pestañas ocultaban esos ojos que a Cyno tan hermosos le parecían. Las manos las tenía colocadas encima de sus propias piernas, una apoyada encima de la otra.

Cyno deseó poder contemplarlo en silencio durante el resto de la eternidad. Ver cómo su pecho subía y bajaba al respirar, apreciar cada detalle, ver cada cambio en su expresión. Cualquier simple gesto haría que su corazón saltase de la emoción.

El verde de mi primavera ♡ CynonariWhere stories live. Discover now