capítulo veinticuatro ♡ primera parte

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—¿Qué suelen comer Nilou y Cyno? —el padre de Tighnari y Collei se había levantado temprano para poder preparar el almuerzo de todos. Como iba a ser un día bastante movido (no para él, que se quedaría en un bar y daría vueltas hasta que los jóvenes volvieran), sabía que debía preparar bastante comida, para que así ninguno pasara hambre.

—Ah... Espérate, voy a preguntarles. Como Nilou sigue una dieta, no estoy muy segura de qué puede comer y qué no... En cuanto a Cyno, creo que le vale cualquier cosa, pero por si acaso —Collei se marchó de la cocina, dejando al hombre a solas con su hijo.

—¿Qué tal estás, Nari? Anoche llegaste un poquito... Raro, a la hora de la cena.

Tighnari dejó escapar un suspiro. No tenía muchas ganas de revivir aquella conversación, y tampoco quería recordar su intento fallido de permanecer junto a Cyno.

—Nada, no fue nada. Simplemente estuve hablando con Cyno.

—¿Te hizo sentir mal? —el hombre dejó lo que estaba haciendo para poder observar a su hijo.

—¡No, no! No fue nada de eso, lo contrario. Fue agradable estar con él.

—Menos mal. Porque si te hubiera hecho algo malo...

—Papá, relájate —Tighnari se acercó a él y sujetó su brazo—. Cyno no es malo. No pienses esas cosas de él.

—Según tú, Dottore tampoco lo era. Y sin embargo, mira cómo acabó todo.

Algo en el interior de Tighnari dolió. No quería poner en duda la sinceridad de Cyno solo por su experiencia con su exnovio. Él era su amigo y llevaba tiempo siendo el mejor amigo de su hermana, ¿por qué le haría daño a él?

—Déjalo, papá. Es el mejor amigo de tu hija. No seas así.

—Eso no significa que no pueda ser malo —su hijo frunció el ceño.

—Puedes no conocerlo, pero me yo he escuchado lo suficiente de él como para saber que no tiene malas intenciones. Además, tu hija se ha quedado una cantidad considerable de noches en su casa y mírala. No pasa nada.

La repentina entrada de Nilou interrumpió la conversación. Unos incómodos "buenos días" fueron intercambiados, dejando la cocina bajo un silencio sepulcral.

Tighnari se marchó de allí, algo molesto por las palabras de su padre. Agradecía su preocupación, pero no era necesario poner en duda a todos.

—Buenos días, Tighnari.

Cyno, recién salido de su habitación, estaba despeinado y aún parecía algo adormilado.

—Buenos días, Cyno —el joven intentó no sonar muy molesto. Era incapaz de sacarse de la cabeza las palabras de su padre.

—Por cierto, yo... Lamento lo de anoche. No era mi intención hacerte llorar —se disculpó Cyno. Tighnari negó reiteradas veces con su cabeza, sintiéndose algo culpable por hacerlo sentir mal.

—No te preocupes. Me dijiste algo que debía escuchar. En realidad, estoy agradecido.

—Me alegra saber eso. En ese caso, piénsalo bien, por favor.

Ambos sonrieron. Fue un acto simple, pero que a Cyno le pareció lindo.

—Lo haré.

—¡Nilou, espera! Estoy muy cansada, no puedo seguirte el ritmo.

Tan solo una hora en el monte había resultado agotadora para los hermanos, quienes habían adoptado un ritmo bastante lento. Eran incapaces de adaptarse al ritmo de Nilou, quien caminaba ágilmente entre los obstáculos, como si no existieran, con una gracia angelical.

El verde de mi primavera ♡ Cynonariजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें