When it comes to you, the rest doesn't matter.

Capitulo 36: Estando unidos

Quería comenzar a penetrar con fuerza la garganta del chico, pero se abstenía de hacerlo por temer a lastimarlo al hacerlo, así que se controlaba permitiéndole que Angel fuera el que marcara el ritmo con la que se movía, siendo aun que lo complacía, sentía bastante placer viajar desde su miembro, pelvis, vientre hacia el resto del cuerpo, Su libido y excitación estaban bastante alto, algo que produjo que su pene se hiciera un poco más grande. Angel lo noto haciendo que su propia excitación volviera a subir cada vez más, sintiendo como su propio miembro crecía cada vez más, haciendo que tuviera una erección cada vez mas dura.

Alastor estaba sintiendo que pronto podría correrse, pero aun no quería hacerlo, al menos no de esa manera.

— Angel — Llamo Alastor, sus ojos estaban bastante oscuros como también manteniendo un leve brillo, como también reprimiendo un jadeo — Detente, estoy por correrme, pero quiero correrme dentro de ti — Dijo directamente, haciendo que Anthony detuviera por completo sus acciones manteniendo sus ojos fijos en los otros.

— ¿Si? Hazlo entonces, deseo poder tener tu semen en mi interior papi — Dijo Angel, siendo que en ese precisamente cuando Alastor pronto lo jalo de uno de sus brazos, dejando bastante sorprendido al menor por la rapidez en la que actuó.

— Deja que yo lo haga — Alastor se abalanzo hacia los labios de Angel, comenzando a besarlo con bastante intensidad, dejando de controlar con totalidad todos los movimientos que hacia y siendo un poco mas brusco cada vez.

Anthony gimió contra la boca de su pareja sintiendo la intensidad de esta al besarlo, mientras sentía como sus piernas eran separadas permitiendo que el ciervo se pudiera colocar mejor en medio de ellas para terminar de abrazarlo con ellas dejándolas en la cadera de Alastor. 

El ciervo besaba al menor mientras algunos de sus tentáculos tomaban un par de brazos del peliblanco sosteniéndolo y solo permitiéndole tener sus brazos inferiores libres. Pronto Alastor bajo una de sus manos tomando su miembro, separándose del Arácnido observándolo comenzando a guiar su pene hasta la entrada del menor que estaba justo por debajo de su propio miembro. 

— Es- espera cielo — Hablo Angel, interrumpiendo la acción de su pareja — Coloca una almohada debajo de mi, cariño — Le pidió.

— Claro cielo — Dijo Alastor, colocando una almohada debajo de Anthony, siendo él terminaba de acomodarla justo debajo de su abdomen.

— Puedes continuar amor — 

Alastor comenzaba a penetrar a Angel poco a poco, ayudándose de la humedad que había estado soltado antes dejando que su pareja comenzara a gemir por la intromisión en su cuerpo aferrándose con algo de fuerza al cuerpo del ciervo. 

— Dime si llego a lastimarte — Por mas que Alastor estuviera un poco perdido en el placer que sentía al penetrar a Angel no podía evitar seguir al pendiente de él, podía ser cruel, sádico, retorcido y lo peor tratándose de los demás, pero no se permitía hacerle daño alguno a su pareja, no se lo perdonaría.

— E- estoy bien cariño — Aseguro Angel.

Después de unos momentos Alastor comenzaba a moverse más, al sentir con seguridad como el menos movía sus caderas buscando más placer, sus movimientos eran al principió un poco lento pero bastante firme dándole con un poco más de fuerza cuando volvía entrar, disfrutaba y adoraba poder ver de cerca las expresiones de Angel, como abría la boca y sin vergüenza gemía aunque Alastor lo estuviera viendo, ambos cuerpo estaban bastante empapados de sudor, el placer que sentían ambos era incomparable, Alastor solo lo había experimentado (cuando estaba vivo) exclusivamente con Angel, y por mas que Anthony aunque fue por su trabajo y fue obligado a ello siempre obtenía en mejor sexo con su pareja, inclusive ahora que ya eran dos veces consecutivas que lo había logrado hacer que corra llevándolo al orgasmo.

El mayor dejándose llevar por sus deseos comenzaba a moverse cada vez mas rápido, siendo en la habitación el ruido de ambos cuerpos chocar de manera constante lo que se escuchaba, además de los sonoros gemidos de Angel que lo acompañaban, el ciervo por los recuerdos que tenia cuando tuvo sexo con su pareja más de una vez decidió cambiar la posición, primero alzando a Angel quien se dejaba manipular a gusto de su pareja quedándose encima de él montándolo apoyándose de las manos del ciervo para mantener el equilibrio y continuar moviéndose, así durante un rato, siendo la siguiente y última posición donde Alastor lo coloco contra la pared, siendo esto ultimo lo que le ayudo a llegar mas profundo de Anthony.

El peliblanco estaba cegado de tanto placer abrumador que sentía, había pasado tiempo desde que comenzaron a tener relaciones sexuales ambos personajes y con el ultimo orgasmo llegando su cuerpo comenzó apretar levemente a Alastor, quien a duras penas pudo decirle entre gemidos que estaba por correrse, siendo respondido por un << Yo también, córrete si ya no aguantas más cariño>> de parte del ciervo. 

Angel se corrió primero, soltando un fuerte gemido abrazando a Alastor tanto con sus brazos y con sus piernas, su interior ardía como también comenzaba apretar al ciervo causándole un gruñido fuerte al ciervo al sentir como apretaban su miembro corriéndose también, y sin salir del peliblanco, cargándolo se movió hasta la cama quedando ambos acostados, descasando y recuperando el aliento poco a poco. Angel estaba exhausto y sin poder evitarlo, dándole un beso comenzaba a quedarse dormido.

— Cielo, tienes que tomar un baño — Hablo Alastor, él estaba también agotado pero no más que Angel al haberse corrido tres veces. Anthony solo le respondió con un sonido proviniendo de su boca.

— ¿Me ayudas con eso? Estoy demasiado cansado bebé — Dijo cerrando un poco sus ojos.

— Te ayudare, vamos — Hablo, levantándose y cargando en brazos un agotado y sin nada de energía Angel.