Vida de mi Vida

Capitulo 37

Jacob

—No es divertido mamá.

—Ya lo sé hijo. No se trata de ser divertido.

Es simplemente ridículo. Esto no puedo estar pasando lo que me dijo mi madre.

Tenían la cabeza muchas ideas que no me dejaron pensar y solo hicieron que mi cuerpo se moviera corrí hasta el auto de mis padres para tomarlo y manejar así a la casa de Naiara.

No calculé el tiempo todo pasó tan rápido que llegué en un abrir de cerrar de ojos había una vibra muy solitaria en toda la casa. Que para llamar a la puerta mientras en otra mano sostenía mi teléfono intentando localizar a Víctor porque estoy seguro que él sabría algo más que yo.

De ahí después de muchos llamados abrían a la puerta. Si no fuera porque lo conozco desde hace tiempo diría que era un zombie el que abrió la puerta. Sus ojos tenían grandes ojeras y los ojos hinchados como si hubiera estado llorando por un largo rato su aspecto estaba más delgado y su piel pálida como la de un fantasma combinaba muy bien con el clima de hoy el típico clima de Londres con nubes grises en todo el cielo.

Era Damián con un aspecto deplorable.

Me dirigí una mirada fría y triste sin decirme una palabra fueron tan solo unos segundos hasta que volvió agachar la cabeza hacia el suelo y continuar su camino no sin antes cerrar la puerta que estaba detrás de él.

—Damian—lo llamé y él se detuvo a los pocos pasos de mí — Dime por favor que no es cierto— casi supliqué para que me dijera lo que había pasado sabía que no podía ser real algo de mí me decía que esto no estaba pasando.

—Es verdad Jacob — su respuesta fue tan firme que me derrumbe en ese instante una parte de mí estaba en negación.

—Es mentira verdad. Yo sé que me están mintiendo — estaba haciendo un drama frente a el rogándole que me dijera que era lo que pasó.

Hasta que Damian estalló.

—¡Si fuera mentira crees que necesitaríamos esto!— gritó en el momento en que me arrojó una pequeña mochila negra en mi pecho, al ver lo que contenía ahí me quedé atónito.

Estaban diciendo la verdad, era una foto reciente de Naiara y un vestido blanco.

Estoy en shock. Mis manos temblaban y dejé caer aquella mochila. Damián no dijo más y la recogió del piso al parecer ese fue su límite.

—Yo estuve con ella Jacob —Damián El hombre perfecto se derrumbó frente a mí entre lágrimas y gritos de dolor culpando a sí mismo por lo que había pasado —No pude hacer nada di todo mi esfuerzo y aún así No logré mantener mi promesa.

Estuvo un rato haci. Al igual que yo, no pude contener mis lágrimas.

Naiara, mi hermosa Naiara había muerto.

Porque jamás me di cuenta de que ella estaba tan enferma tanto como para que le practicaran una operación tan riesgosa como lo era un tumor en la cabeza.

Damián se calmó un poco y empezó a contarme lo sucedido desde el inicio que se dieron cuenta de que ya lo tenía hasta hace unos días que se dieron cuenta que ahora implicaba un riesgo y tenía que comenzar un duro tratamiento para poder salvarla.

Ahora sabía por qué ese día en el parque que la había visto con un aspecto tan malo para una chica tan alegre y sana como lo había sido ella.

Cuando iniciaron la operación se dieron cuenta que El tumor era más grande de lo que habían imaginado en la radiografías aún así Damián dio todo de sí para poder operarla con éxito hasta que llegó el final de la operación cuando habían dado la cirugía por terminada la llevaron a observación en cuidados intensivos.