Capítulo 19

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Naiara

Sábado...

Gran día de la fiesta que comienza a las seis, pero yo tenía que estar antes para recibir a los invitados que llegan temprano

Cerca de las 4:30 de la tarde empezé a alistarme para la fiesta

El baño fue refrescante, mi piel estaba húmeda y con aroma a violetas

El vestido me quedo como un guante, se ajustó en las partes que necesitaba y dejaba ver las que estaban bien formadas, me maquille muy poco, lo que más saltaba a la vista era el labial rojo del mismo tono que el vestido, el iluminador en mi cara me hacía brillar como si no hubiera mañana, vi unos cuantos tutoriales en Youtube para pintar mi ceja de forma natural de un color café oscuro al igual que mis pestañas

Parecía una chica normal que se decolora el cabello por simple diversión

Pero no mi cielo el mío es natural

Hablando de cabello, ya estaba totalmente seco y cepillado listo para ser peinado

Si tan solo supiera cómo hacerlo bien ya lo habría hecho

En mi cabeza se formaron varias teorías de cómo hacerlo, pero ninguna de esas ideas mandaba una orden para que mis manos lo hicieran

Un golpe a mi puerta se escuchó, para ser respondido con la autorización de adelante casi inmediato

—Naiara—

Damián y su aspecto magnífico de los hombros hacia abajo, porque su rostro era todo un desastre con esas ojeras marcadas de un color negro y su piel estaba pálida como la de un muerto

—¿En qué te puedo ayudar Damián?— contesté sin darle una mirada ni un gesto de interés

—Tu padre me pidió que te lleve a la fiesta y ya es hora—

—Dame cinco minutos—

Sus labios se curvaron hacia arriba en todo de burla

—Jamas has aprendido a peinarte tu sola para una fiesta—

Antes me había dado risa pero ahora odio que sepa cosas de mi

—No importa—

—¿Quieres que te peiné?— preguntó... Lo único que se reflejó en su cara era ¿Esperanza?

Si buen intento

—No gracias, lo llevaré así— deje mi pelo lacio suelto sobre mi espalda con dejando libres mis hombros luciendo el hermoso escote del vestido

Sin decir más pase de largo de él, me despedí de sin nombre para salir directo hasta el auto, subí al auto en la parte de atrás como buena pasajera

El camino fue muy incómodo, el silencio reinaba ahí, por la ventanilla solo podía ver las luces de la ciudad colarse en tenue oscuridad de la tarde, el único sonido que existía era el de los autos pasando de un lado a otro

Alzando la mirada, Damián me observaba en el retrovisor del auto

Mierda... Lo amo mucho aún después de la que hizo... He intentado con todas mis fuerzas desistir a su idea de hablar y que me cuente que fue lo que pasó... Pero...

Tengo miedo a sus palabras

Llegamos a la fiesta, enseguida salí del auto sin esperarlo

El lugar era magnífico, se trataba de un salón con una piscina en la parte trasera, las luces de colores blancos y azules iluminaba el lugar de un tono azul brillante, frío y relajante

Vida de mi VidaWhere stories live. Discover now