Capítulo 20

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Jacob

—No hagas eso— dijo

La cobardía de no poder besarla por miedo a que reaccionará mal o me matará sin compasión me ponía los pelos de punta, aquellos que intente peinar ese día

—¿Porqué?—

Miedo es lo que siento ahora más que nada

—Porque me enamoró— dijo enterrando su rostro en mi pecho 

No quepo de la emoción

¿Acaso esto que escucho ahora es el coro de los ángeles? ... Porqué me siento en el paraíso de solo estar con ella

Con un besito inocente y torpe en su frente la puedo enamorar

La conquistare con un montón de besos por esa delicada, suave y banca piel desnuda que puedo ver teniendo a mi alcance

—¿A sí?—

Nuevo plan es el siguiente:

La llenare de besos pequeños para quitarle tensión al asunto, después iré bajando la velocidad

Y sin miedo al éxito besaré esos hermosos labios rojos que deseo desde el día en que la conocí

Puesto en marcha el plan

Mis labios acarician y disfrutan cada contacto con su tersa piel

Sus risas son música para mis oídos en su más estado puro

Ya estoy listo y decidido para llegar a la siguiente etapa

Quiero empezar a bajar la velocidad y profundidad de los besos

Prepárate Naiara porque te quiero enamorar

—¡Naiara!— se escuchó un grito de hombre que la llamaba

Tengo ganas de correr a ese tonto por interrumpir un momento tan importante para mí

Los dos volteamos al mismo tiempo con cierto fastidio en el rostro para ver quién era

Damián

El perfecto Damián estaba frente a nosotros, con su finta de modelo exitoso... Pero esa cara si que estaba hecha un desastre llena de ojeras y cabellos revuelto

No es por juzgar, Damián... Se ve... Atractivo con esa finta de chico malo, misterioso necesitado de amor

Cómo si de agua hirviendo se tratara, Naiara se apartó de mi agarre con una fuerza y rapidez sorprendente

—¿Interrumpo?— preguntó con una mirada fulminante a alguno de los dos, es muy confuso porque no se a quién ve de esa forma si a mí o a ella

—¿Qué quieres Damián?—

Auuu ... Chupate esa Damián... Naiara estaba molesta y en posición defensiva, aquel estanque ahora era una batalla de miradas profundas llenas de un sentimiento que no puedo describir ¿Odio o amor? ¿Incomodidad o celos? ¿Coraje o deseo?

—Un grupo de chicos preguntan por ustedes, tienes que recibir a los invitados— calmado amigo, esas palabras parecieron estacas de hielo

—Ya voy— no fue la gran cosa lo que respondió Naiara... Si hubieran visto lo que vi, ella lanzó unas estacas además del hielo las de ella estaban envenenadas

Naiara camino hasta pasar de largo de él sin darle una mirada, Damián me observa fijamente a mi pero como buen acosador me voy detrás de Naiara

La buscaba con la mirada hasta que localicé su hermosa cabellera blanca

Vida de mi VidaWhere stories live. Discover now