Capitulo 1

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Hoy es el día en el que nuestras familias preparan esta gran celebración para celebrar el cumpleaños de mi madre, he venido desde New York para poder celebrar con ellos por lo menos un par de horas y también por la insistencia de Leah. Mi mujer viajaría desde donde sea este si eso significa que puede llegar a un evento y que el mundo se enfoque en ella.

Leah es así y tiene como hacer que el mundo le mire, es hermosa. Sin embargo, ha sido interesante como me ha prometido que estaría ocupada todo el fin de semana con planes imposibles de cancelar, por suerte cuando escucho por Gemma que esta fiesta tendría lugar en nuestro hotel de Miami ha dejado todo atrás y ahora esta aquí.

No voy a quedarme mucho tiempo, necesito regresar a Manhattan para reunirme con un posible inversor con el propósito de involucrarlo en el proyecto de expandirnos a Europa, deseo que mi tecnología llegue al Reino Unido, Alemania y Luxemburgo tan pronto sea posible y esta persona es la indicada para darme lo que deseo. Es un hombre mayor, inteligente y con una visión futurista inigualable, lo que puedes esperar de un alemán. Ya hemos tenido una que otra videoconferencia para llegar a conocernos, pero deseo encontrarme con el tan pronto sea necesario.

—Mi amor, ¿Qué estas pensando? –Leah se inclina para besar mi mejilla, no le vuelvo a ver. —No estas pensando en trabajo, ¿cierto? Estamos por bajar al salón, necesito que toda tu atención este en mí, hay muchos fotógrafos y tenemos que...

—Vernos bien para la foto. —la monotonía de mi voz le molesta. Leah se cruza de brazos mirándome aprehensiva. —No estoy pensando en nada, debo regresar a casa pronto así que puedes quedarte aquí y enviare el avión que te lleve de regreso en dos días.

—¿No piensas quedarte el fin de semana? Creo que podríamos beber, sabes que me vuelves loca cuando te excedes. —acaricia mi pecho, ruedo los ojos mentalmente.

Tengo que dejarlo, un día el alcohol me traerá problemas.

—El lunes por la mañana tengo una reunión importante, un ponente de la tecnología automotriz europea... —Leah resopla, cierto, no le interesa. —No puedo quedarme. –respondo corto.

—Odio esto, siempre es lo mismo contigo he viajado kilómetros por ti y he gastado mucho dinero en el vuelvo de emergencia para poder estar contigo. Siempre hay algo más importante que yo... ¡Soy tu esposa! –grita, tomándome desprevenido.

—Eres mi prometida, Leah, todavía no eres mi esposa. –mi respuesta no parece gustarle en lo absoluto. –Si no usaste la tarjeta que deje a tu disposición, depositare el dinero que has utilizado para viajar, no tienes que preocuparte por eso. –saco el móvil para enviarle el dinero.

—Gracias. –responde cuando le muestro la notificación de envío. –Pero no se trata de eso Demian, eres solo tu siendo el mismo hombre aburrido de siempre... —joder.

—¿Aburrido? —inquiero.

Evito que continue hablando, tirando de ella para poder besarla, ella se deja tomar por mi cruzando los brazos en mi cuello impulsándose y profundizar el beso. La levanto haciendo que sus piernas se enrosquen en mi cintura, la verdad no estoy meramente deseoso de follar en este momento, pero esta es la única manera en la que puedo complacer a Leah, sexo y dinero. Nuestra relación expresa solo en  esas dos cosas.

Sexo sin sentido.

La llevo a la cama, deja de mencionar cualquier otra cosa innecesaria y me permito relajarme deslizándome en su interior con fuerza. Los gemidos, gruñidos y jadeos, es solo sexo así que me dejo llevar por ello dándole todo lo que pide; por lo menos en la cama puedo hacer eso y complacerla. Me permito a mi mismo liberarme lo suficiente para poder descargar el estrés.

Demian&MassimoWhere stories live. Discover now