TEO

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Me siento esperando en la mesa a mi cita, bueno no cita sino más bien interrogatorio de mierda de cada seis meses. Sus ojos caen en mí y me observa analizándome. Su sonrisa arrogante cae como siempre una patada en la cara-

- ¿Como estas hijo, te ha hecho el tiempo para este viejo que esperabas que no llamara? -Bebe de la copa rápidamente al seco. Sus labios se humedecen y las náuseas crecen en mí.

- ¿Cuánto necesitas? No tengo tiempo para esto, nunca fuiste un buen padre y tampoco debes intentarlo ahora. NO te necesito ahora y nunca lo hice.

-Eres bueno para hablar, pero nunca as admitido que me robaste todo ese dinero sin mi consentimiento y siempre soy el malo yo- Me río porque soy igual que el pero yo mejore y supere todo eso intento ser mejor.

-Te lo eh multiplicados miles de veces así que no vengas con tus mierdas, era el dinero de mi madre de mi universidad que lo gastabas en alcohol solo para decir que no te sentías bien- Le tiro el cheque con un menor monto que la última vez, no siempre ahorro. Me eh gastado el dinero en cosas caras. Me grita mientras todos lo observan, las cámaras me siguen a la salida del restaurante.

-Es cierto que su matrimonio se canceló porque usted le pidió tiempo a la señorita- Le miro y cierro la puerta del auto en su rostro. No tengo tiempo para sus mierdas. No estaba de ánimo. Mi celular suena y veo el mensaje de mi pequeña. Quiere que vayamos a cenar. El chofer me lleva a casa y solo me recuesto intentando dormir para dejar de pensar. Cora dobla la ropa mientras yo duermo bueno supuestamente duermo. Sus manos se dejan de mover. Sus ojos están llorosos, pero no llora. Se que le sucede algo, pero no lo dice lleva un par de días más callada.

Siempre nos llama y nos abraza más de la cuenta robándose nuestra atención. Nuestros ojos se encuentran y se acerca para acostarse conmigo y esperar a los chicos. Sus manos buscan las mías y se aferra a ellas. Siempre es cariñosa y sonríe besándonos.

-Pronto estará de cumpleaños tu sobrino favorito debemos prepararnos para su cumpleaños- Yo asiento viendo como sus ojos con traen ilusión. Daré todo de mi para que se sienta querida. No ha traído muchas cosas buenas como una familia y tiempo de calidad.

Realmente es algo que apreciamos demasiado. Es algo que cada uno de nosotros lo sentimos cercanos. Siempre es muy cercano. Los amo demasiado y esta pequeña se ha ganado el mismo cariño en tan poco tiempo.

Los cuatros dormimos plácidamente, sus manos recorren mis brazos y se levanta casi a las una. Sus ojos caen en mi al verme despierto y sonríe estirándose. Caemos bien en la cama así que me muevo para levantarme. Saca postre del refrigerador y comienza a comer.

-Seguro que esta todo bien hermosa? Sabes que puedes contarnos cualquier cosa, o si te sientes mal o quieres decir algo puedes hacerlo. Lo que sea hermosa-. Asiente sentándose en la encimera para mirar por la gran ventana.

-Solo estoy pensando mucho en el futuro, pero en el trabajo, estoy en un lío mental, pero no te preocupes ya se me pasara- Asiento no tan satisfecho con su respuesta sé que pasa algo, eso de tener sus ojos llorosos no es normal en ella, ella es risueña y muy habladora. Me poso entre sus piernas y me abraza por el cuello saboreando el postre. Sus ojos transmitan amor, felicidad era lo que yo y los chicos nos merecíamos.

- ¿Sabes que te amo? – Era la primera vez que lo escuchaba desde mis labios, sus ojos se iluminaron y me beso rápidamente con abrazo eufórico. Mis manos terminan en su rostro, sé que esas palabras las eh dicho yo primero antes que los chicos y sé que ella espera todo de nosotros. Pero antes que todo sabemos que está enamorada de nosotros.

-Yo también te amo Teo, gracias por hacerme reír y hacerme feliz- Sus palabras me hacen reír. La ama tanto que no se explicar cómo siento al mirarla en todas sus facetas. Se que es todo para mí y es una parte más de mí. El beso cogiendo sus piernas para acercarla mucho más a mí. Sus manos se posan en mis hombros y se mueve apegándose a mi pelvis.

LA SUMISA DE LOS SOLLERWhere stories live. Discover now