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Max, Dilara y yo llegamos a Saint-Tropez en un helicóptero proveniente de Mónaco. George y Bree salieron de Mónaco en una camioneta de Mercedes para que pudieran hacer unos cuantos videos de promoción para la próxima escudería del inglés.

Estoy sentada frente a Max y Dilara deleitándome de como no se han soltado de la mano desde antes de subirnos al helicóptero.

Cuando el piloto aterriza el helicóptero veo como George se acerca, toma mi maleta y yo salgo del espacio del helicóptero caminando rápido hacia el elevador que nos llevará al complejo en el que nos estaremos quedando.

—¿Ya llegó Lando?

—No, me dijo que ya venía en camino.

Asiento y acaricio mi vientre antes de respirar profundamente.

—¿Ya le dirás?

—¿Cómo lo sabes?

—Bree me lo contó.

—Se lo diré esta semana. No puede pasar de este fin de semana.

—¿Por qué quieres o...?

—Max me hizo prometer que le diría antes del lunes o sino él le dirá.

George se ríe pero pone un brazo sobre mis hombros atrayéndome a él.

—Tu puedes Mad Mad.

—¿Mad Mad?

—Como Mad Max, pero ese es Max. Entonces tu eres Mad Mad.

Suelto una carcajada y George se ríe a mi lado mientras salimos del ascensor. En cuanto se abre la puerta lo primero que veo es a mi mejor amiga.

Camina rápido hacia a mi y me envuelve en un abrazo poniendo su mano sobre mi vientre.

—Hola horrosa, y hola criaturita.

Ruedo los ojos y me abrazo más fuerte a ella.

—También te extrañé.

—¿Dónde está tu novio?

—Eso mismo me estoy preguntando yo

—¿No viene contigo?

-Hubo una discusión sin hablar después del Gran Premio, por lo que simplemente salió del hotel y regresó a Inglaterra antes de venir hacia acá.

—¿Y tú?

—Me quedé con Max la noche de ayer.

—Te juro que golpearé a ese inglés.

Elevo mis hombros restándole importancia a lo que dice mi amiga y todos nos dirigimos a los cuartos para poder cambiarnos e ir a comer a un restaurante local. Me pongo un palazzo blanco sin tirantes y decido dejar los tacones y cambiarlos por unas sandalias. Juntos caminamos todos hacia el restaurante que quedaba a unas cuadras del complejo y nos sentamos en la terraza donde ya tenían todo un reservado para nosotros.  

Cuando estamos en el plato principal por hacia la entrada de la terraza camina por el umbral Lando, sonrío cuando lo veo pero mi sonrisa se desvanece al ver a Luisa caminando detrás de él. Por detrás de ellos se encuentra Max Fewtrell con lentes de sol y poniendo una atención forzada en su celular. 

Dilara, quien esta sentada a mi lado, se ahoga con su bebida y yo mejor me pongo los lentes de sol para evitar que mis ojos hablen por mi. 

—Buenas.—dice Lando abriendo la silla y sentándose delante de mi. 

Todos en la mesa se quedan callados y la portuguesa se sienta pidiendo la carta y tratando de romper el silencio preguntando sobre los platillos y cual nos parecía mejor. Max se sienta a mi lado y me hace una mueca tratando de sonreírme, tal vez sintiendo pena por ambos. Sirven los platillos de los recién llegados y yo ya no logro comer más del mío. Me paso el resto de la comida tomando agua con hielos tratando de retener la poca comida que había consumido. 

Speed [Lando Norris]Where stories live. Discover now