-¿Ese hombre le golpeo en el vientre? – negó con la cabeza, estaba seguro que no le había pegado, él la protegió – La bebé se movió un poco, mire... - señalo la pantalla con cuidado, su hija parecía dormida – Eso es lo que le ha causado dolor, ha sido un movimiento un poco forzado, ella está estresada. – Nevan hizo una mueca de tristeza – Me gustaría escuchar su corazón.

-Mi bebé ¿Se pondrá bien? – Joe asintió – No me estarás mintiendo ¿verdad?

-La bebé se movió al notarlo asustado, eso hizo que sintieras esa molestia, me gustará saber cómo se encuentra, por eso escucharemos su corazón. No sé preocupe, no es nada malo para ella.

Nevan apretó la mano de Celia con fuerza, la beta no se quejó, las manos de su compañero temblaban mientras se escuchaba un "pum, pum, pum", en el monitor. Joe dijo que debían mantenerse en silencio mientras escuchaban su corazón, quería asegurarse de que todo estuviera bien. El omega contuvo el aliento todo el tiempo para no interrumpirlo.

-Su corazón late con normalidad. – sonrió, Nevan seguía temblando – Parece ser que ahora se está tomando una pequeña siesta, estará agotada.

-¿Está bien? – Joe asintió – No le pasará nada malo ¿verdad? Mi bebé solo duerme ¿no?

-Para asegurarnos de su estado, me gustaría que se quedará aquí, al menos está noche y todo el día de mañana. – Nevan asintió – Le pondré unas correas en tu vientre para controlar el corazón de la bebé, no le harán daño a ninguno de los dos, pero pueden ser un poco molestas.

Nevan se durmió después de cenar, por petición de Joe fue una cena ligera, apenas tomo unas hamburguesas y dos yogures, porque se quejó de que tenía hambre, consiguió que le dieran cuatro galletas de irse. Se burló de Joe cuando las consiguió. Celia pellizco su mejilla buena para que dejará de burlarse, el doctor podía llevarse las galletas sin decirle nada, debía portarse bien. Nevan le dio las gracias a Joe para poder comérselas tranquilo.

-Es mejor que vuelvas al hostal. – le dijo el beta. – Ese chico no tardará en volver, debes persuadirlo para que no venga aquí y lo vuelva a alterar, al menos, hasta que venga el psicólogo mañana. – Celia no estaba muy segura. – Quiero que hables con ese alfa y le digas que esto es un aviso, si vuelve a comportarse como un lunático, lo echaré de allí.

-Protegió a Nevan. – defendió Celia, algo que a Joe no le hizo mucha gracia – Si no hubiera hecho nada, ahora nos estaríamos lamentando por lo que le hubiese pasado a él. Nash actuó como...

-Le desfiguro el rostro, Celia. – la beta se mantuvo en silencio – Ahora lo están atendiendo aún, puede que no pueda comer en un tiempo. – Celia sonrió de lado – No es gracioso Celia, como doctor me tengo que tomar esto con seriedad. Ese chico debe controlarse.

-Tú hiciste lo mismo hace unos años. – le guiño el ojo de manera amistosa – Bueno... Casi te mata, pero tu protegiste así a un hombre que conozco muy bien.

-Eran otros tiempos, Celia. Ahora he madurado, no quiero que ese chico vuelva a hacer algo así delante de Nevan. – respondió enfadado – Tan solo protegí a mi pequeño dulce, no es igual, Celia. Yo protegí a mi esposo.

Celia sonrió de manera maliciosa al escuchar las palabras de Joe, el doctor siguió defendiendo lo que hizo en aquel entonces.

-Te recuerdo que lo dejaste sin testículos. – el beta aparto la mirada – Le tuvieron que operar, y no pudieron salvárselos, Joe. – no respondió – Aún tiene secuelas.

-Se lo merecía. – dijo en voz baja, Celia entrecerró los ojos al escucharlo – Pero eso no es importante ahora. – carraspeo su garganta antes de hablar – Quiero que vayas al hostal y veas el estado de ese chico, cúralo si tiene heridas y dile que no venga aquí, hasta que Nevan esté mejor. No quiero que vuelva a alterarse, es malo para la bebé. Celia ¿podrías hacer eso por él? – asintió.

Hasta el final del caminoМесто, где живут истории. Откройте их для себя