-¿Dónde quiere llegar con estás preguntas? – le enseño el formulario con cuidado para que las hojas no cayeran en el suelo – Si sabes que inhibidores tomo, para que me preguntas.

-Debo asegurarme de que tomas los inhibidores correctos, pueden afectar gravemente a tu salud si no son los que necesita, los inhibidores tipo C, son los más vendidos del mercado, hay omegas que los toman porque son más baratos, sin saber los síntomas secundarios que les puede ocasionar hacerlo.

La tensión se podía notar, Nevan no estaba dispuesto a responder a las preguntas del beta en ningún momento, tan solo quería que se fuera de allí para poder vestirse e irse al trabajo, ya estaba llegando tarde y tenía miedo a las reprimendas de su jefe.

-Los omegas tipo C sois más sensibles que los demás a las feromonas de los alfas. – le explico con tranquilidad – Vuestra fertilidad es de las más altas entre los omegas. – Nevan le gruño – Aunque vuestro cuerpo es bastante débil, y normalmente tan solo podéis tener un bebé en vuestra vida, ya que no es seguro para vosotros.

-Si ya sabes la respuesta, para que me preguntas... - Joe sonrió, estaba consiguiendo que respondiera poco a poco, sin que se diera cuenta - ¿Qué más da el tipo de omega sea?

-¿Dónde está tu pareja? – Nevan sintió un nudo en el estómago, sentía ganas de llorar de nuevo – Lo siento, no quería incomodarte. Puedo hacer otra pregunta, veamos... - tosió para aclararse la garganta - ¿Cuántos años tienes?

-Veinticuatro. – Joe se alivió al ver que le respondía, era una respuesta que ya sabía, pero daba igual, la apunto igual - ¿Cuántos años tiene usted?

-Cuarenta y tres. – a Nevan le pareció un beta más joven, se sorprendió al escuchar su edad – Es la primera vez que me pregunta mi edad – rio algo avergonzado - ¿Tiene alguna alergia? – negó con la cabeza – Eso es bastante bueno, señor Keller.

-No se irá hasta que le conteste a todas las preguntas ¿verdad? – Joe no se movió – Lo suponía ¿Cuántas preguntas son?

Nevan le respondía con tranquilidad, pero seguía alerta por si ese hombre quería hacerle alguna cosa. Joe parecía ser un hombre bastante sencillo, hablaba de una manera fácil de entender y cambiaba de tema cuando veía que el omega no tenía la intención de responder o no sabía cuál era la respuesta, le paso en varias ocasiones, sobre todo cuando le pregunto por su tipo de sangre, nunca le había interesado saberlo.

-¿Su madre es omega? – Nevan asintió, hacía mucho que nadie le preguntaba por ella - ¿Cómo se llama?

-Margot Keller, no encontraras nada de ella, doctor Corbin – el beta paro de escribir – Lleva años muerta, no podrás hablar con ella, si es lo que pretendías. A no ser que pueda comunicarse con el más allá – se burló – Tenía treinta y seis años cuando murió. Te estoy ahorrando preguntas sobre ella ¿verdad? Era omega tipo C, al igual que yo, aunque nunca la vi tomar inhibidores.

-Debió ser duro para ti, serías un niño. Siento su perdida – Nevan sonrió de medio lado.

-Se suicidó, creo que tenía depresión. Nadie me lo contó, hice teorías a medida que crecía. – Joe dejo que hablara sin interrumpirle – No sé dónde se encuentra, la verdad es que nunca me dio por buscarla. Mi madre no me quiso, ni siquiera cuando nací, así que creo que es mejor que no sepa mucho sobre ella, la verdad, me interesa bien poco.

Nevan no miró en ningún momento a Joe, mientras hablaba de su madre, el omega decidió bajar su cabeza para que el beta no viera como le temblaba el labio al estar hablando de ella. Desde que Margot murió se culpó y más cuando su padre le respondió que era por su culpa, que él la había matado. No conocía a su padre, pero suponía que tenía razón.

Hasta el final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora