capitulo 59

86 8 2
                                    

-Soy Grimmel, el líder de todos aquellos demonios, la mano derecha del mal y de las tinieblas aunque nunca haya visitado el infierno.

-Nunca imaginé que pudieras estar aquí Grimmel- dijo el padre Gregorio.

-Aquí acabó todo, la señorita Hofferson ahora me pertenece, digamos que el mundo se quedara sin Salvador- anunció Grimmel.

El miedo de Jack aumentó notablemente y este dio un paso al frente para ir aventurarse a buscar a Astrid pero el padre Gregorio lo detuvo interponiendo su brazo.

-Jack no- le advirtió el padre Gregorio -Es peligroso.

Grimmel esbozó una sonrisa y para provocar a Jack puso una mano sobre el hombro de Astrid, ella se sobresaltó. La provocación funcionó ya que Jack hizo caso omiso a las advertencias del padre Gregorio y saltó directo hasta Astrid. Antes de que él chico pudiera llegar hasta ella Grimmel encumbró su mano y sin siquiera tocarlo lo envió a volar hacia el lado contrario de la sala, Grimmel era muy poderoso, podía asesinarlos a todos en ese preciso instante con solo mirarlos pero no estaba de humor para hacerlo y tampoco era conveniente para él hacerlo porque aunque nadie lo sabía, Jack y Astrid también eran muy poderosos y solo Grimmel estaba al tanto de eso.

-¡Jack!- gritó Astrid con frustración queriendo echarse a correr hasta él pero no pudo hacerlo porque sintió como si unas cadenas estuvieran atándola, no alcanzó a moverse ni un centímetro, no obstante ella no lograba ver ningún encadenamiento ni mucho menos, era como un extraño manto invisible que la mantenía atrapada, era realmente el poder de Grimmel que la tenia prisionera.

-No juegues con fuego jovencito- escrutó Grimmel -Tu linda niña tal vez se una a nosotros, tener de nuestro lado al salvador sería la derrota segura, ya cuento además con algunas armas secretas, no veo por qué tendrían que ganar los buenos esta vez. Pero si ella no quiere ser de los nuestros no habrá problema, la aniquilaré al instante.

-No creo que sea tan fácil aniquilarla Grimmel- explicó Drago -Sus dones ya han empezado a desarrollarse, lo digo por si no estabas al tanto.

El hombre tan poderoso sintió cierto miedo hacia la chica, la leyenda contaba que el salvador era un mata demonios de sangre fría, aunque para él esta chica parecía totalmente débil e indefensa se estremeció al pensar en qué poderes podía llegar a tener esa niña de apariencia inocente.

-Suelta a Astrid- trató de gruñir Jack mientras se levantaba del suelo.

-Si la quieres tendrás que pasar primero sobre mi cadáver- siseó Grimmel de manera desafiante -Se nota que la amas mucho, si ella decide unirse a nosotros tú puedes acompañarla, siempre serás bienvenido, no tenemos prejuicios en aceptar toda clase de guerreros, los malos no somos tan discriminatorios como los buenos, en el cielo no aceptan a todo el mundo, en el infierno siempre serás bien recibido.

-¡No le hagas daño te lo pido!- rogó Jack.

La risa malévola y sarcástica de Grimmel se escuchó por lo alto.

-¡Vayan por ellos!- lanzó un alarido Grimmel dando una orden que al instante fue cumplida.

Cientos de demonios aparecieron detodas partes para atrapar a Jack, Tadashi y al padre Gregorio. Drago simplemente desapareció y Grimmel atrapó a Astrid cargándola puesta sobre su hombro.

Para parecer mas civilizado Grimmel se dirigió hasta la puerta para salir con la chica tratando de forcejear en sus brazos, giró el pomo de la puerta y la empujó con una patada, el viento helado entró con fiereza cuando esta se abrió, el aire tormentoso hacia mecer los cabellos de Grimmel dándole aspecto todavía más tétrico y fúnebre, en las afueras de la casa se vislumbraba el sendero recubierto de una ligera capa de blanca nieve endurecida como el hielo.

enamorada de un demonioWhere stories live. Discover now