capitulo O7

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Después de un largo camino en el que Hans y siquiera me hablo y me mirara con furia llegamos a una solitaria casa, sus alrededores estaban aún más solitarios, la casa estaba envejecida, el suelo del porche que se veía en la parte frontal de la casa estaba cubierto de hojas secas de otoño, el marco de madera de las ventanas viejas se veía en mal estado y sus cristales en su mayoría estaban rotos, no había ninguna luz que parecía provenir de la casa.

La casa estaba demasiado descuidada por el abandono pero por encima se notaba que alguna vez estuvo muy bien cuidada. Hans y yo atravesamos el amplio jardín lleno de plantas demasiado crecidas y descuidadas, el aspecto superficial de la casa atemorizar a cualquiera pero ni Hans ni yo teníamos una pizca de miedo, se necesitaba mucho más para que yo sintiera miedo, desde la muerte de mis padres vi tantas cosas horribles que ahora nada me asustaba, nada me habías asustado hacia ya unos 6 años... nada excepto... Hiccup Haddok III.

Soy imagen no salía de mi cabeza, lo veía una y otra vez sin entender porque no lograba dejar de pensarlo porque sentía la necesidad de verlo realmente y de que estuviera mi lado, extrañamente incluso ya extrañaba su aroma, extraña mente ya deseaba volver a mirar esos perfectos ojos verdes y ese rostro tan perfecto y aún más extraño todavía de solo imaginarme volver a tener cerca me causaba terror, como si se tratara de un asesino o algo maligno pero hermoso, ni siquiera no sé si no podía asustarme de tal manera, jamás había sentido tanto miedo hacia alguien cómo Hiccup, y además había algo aún más raro... las voces solía escucharlas cuando estaba sola, pero mientras estuve con Hiccup las voces misteriosas se intensificaban.

Hans golpea la puerta de madera envejecida y está si abro sin ningún esfuerzo, supuse que la madera estaba tan debilitada por las termitas que en cualquier momento podría deshacerse. La casa solitaria y vacía me causó mucha nostalgia al verla, parecía que antiguamente hace muchísimos años había sido un lindo hogar, con una linda familia, tal vez la casa había estado deshabitado durante muchísimos años, se notaba que era muy antigua a juzgar por aquellos muebles del siglo pasado cubiertos por polvo, un grand piano igual de antiguo estaba sobre el suelo de mármol, habían adornos costosos de otras épocas, probablemente Hans tomaría todo y lo vendría para pagar gastos.

Me deleite con esas fascinantes imágenes de aquella casa que en sus tiempos mientras estaba habitada tal vez era un más hermosa, ciertamente ahora se encontraba en condiciones deplorables debido a la antigüedad que se notaba a simple vista. Habían cuadros con imágenes bellísimas de Europa en el siglo XVI, yo sabía poco sobre historia pero había visto algunas galerías de arte con Hans y eso me dio algo de conocimiento sobre el tema y sobre la pintura, había estraños jarrones depositado sobre mesas de té que parecían realmente de mucho valor. Pero todo estaba oscuro y tenebroso, había una que otra fotografía de una familia extraña y personas desconocidas que eran tenebrosas pero sin embargo yo era valiente y no me asustaban cosas como esa.

Polvo y telarañas abundaban por cada rincón de la casa increíblemente hermosa.
La fantasía duró poco tiempo.

-Ahora si vamos hablar tú y yo, pequeña bravucona.- dijo Hans con voz molesta y agritos.-Dime si te acostaste con ese maldito.-

-Hans, no- dije con temblorosa voz, yo sabia de lo que Hans era capaz de hacer -Yo ni siquiera se quien es, te juro que yo no hice nada con el, yo no lo conozco, ni siquiera se como llegué con el.-

enamorada de un demonioWhere stories live. Discover now