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Acercarme a hablarte de nuevo...

Oh Dios.

Mis manos sudaban con sólo pensar en que debo hablarte y mirarte a esos ojos que hipnotizan a cualquiera.

Primero tenía que buscarte por toda la preparatoria. Habíamos terminado de dar literatura y había sonado el timbre para el receso.

Salí en tú búsqueda con mi teléfono en la mano.

Marqué tú número y no contestaste. Lo más seguro es que hayas dejado tú teléfono en tu casillero.

Joder. Necesitaba hablarte. Estabas mal, lo llegué a notar esta mañana, andabas solo y tu rostro decía muchas cosas, entre esas tristeza.

Y yo odio la tristeza.

Fui al patio trasero pero no estabas. Luego al salón de arte, al de música, al laboratorio, pero no aparecías... terminé en el campo de deportes.

En las gradas había alguien sentado, y ese debías ser tú. Fui hasta allí y subí grada por grada. Caminé hasta ti pero no te giraste a verme, sólo respiraste hondo.

—Lamento haberte hecho daño.

—Lamento actuar así, pero debías de entender... Ahora, lo pasado pisado Brandon, tú y yo somos amigos, eso jamás va a cambiar, nuestra amistad debe continuar —me senté a tu lado y me miraste.

No puedo negar que mi corazón saltó por ti, pero descarté eso.

—¿Lo dices enserio, calabacín?

—Lo digo enserio, Brandon, no quiero perder a mi único amigo —te abracé y tú correspondiste al abrazo.

—Gracias calabacín, pensé que te había perdido.

—Eso jamás, Brandon, siempre estaré aquí para tí, pase lo que pase.

Necesitaba hablarte. Volver a ser tú amiga era algo mágico. Los dos nos necesitábamos.

¿Recuerdas?✔Where stories live. Discover now