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El día en que iba a volver a clases, Satsuki me llamó preocupada, al parecer algo había pasado con Daiki y temía por su reacción. Por lo que sé, el tipo ese se había lesionado, ya le había preguntado yo cuando terminó el partido, pero no me había querido admitir nada.

-Ne... Ryö ¿Cómo haz estado? -Saludé al llegar, hace mucho que no lo había visto y por el tema de los partidos, prefería dejarlo concentrado

-Shiawase-chan -se asustó por mi presencia, miró a todos lados y luego empezó a disculparse, que se yo por qué

-oh, vaya, pero si es la emperatriz a quien tenemos aquí -rodé los ojos y giré a mirarlo con una sonrisa falsa

-hace mucho que no me llamaban así, villano de cuento -si quiere poner apodos, vamos a poner apodos, a mi lado sentí a Ryö tensarse

-lo siento -murmuró y luego se fue corriendo

-¡Hey! -protesté

-Momoi-chan te está esperando con el entrenador, vamos -me avisó, con pereza lo seguí

-Shia-chan, por favor, necesito que estés aquí para contener a Aomine-kun -fueron las palabras con las que me alcanzó Satsuki a medio camino

-ok... contexto, please... -pedí

-voy a dejarlo fuera de los partidos por el resto de la temporada -informó el entrenador

-¡¿Qué?! ¡Se va a enojar! -ay no -además, no pueden hacerle esto, no estoy de acuerdo con ellos, pero se trata de su orgullo -reclamé

-necesita reposo -contó Satsuki preocupada -Imayoshi-san y el entrenador le informaran, pero tengo miedo de como va a reaccionar si se entera de que fui yo quien sugirió eso

-no te va a hacer nada, es incapaz de dañarte -no entendía por qué me querían aca, cada uno podría lidiar con él a su modo

-si Momoi-chan está preocupada es por algo, Hanarenji -defendió Imayoshi

-a ver, en contra del entrenador no puede hacer nada, a ti me da igual lo que te pase...

-te quedarás viuda antes de que empiecen andar -murmuró el entrenador, lo miré con cara de WTF? -no dije nada -levantó las manos con inocencia

-y, Satsuki, eres la persona que él más quiere no te hará nada

-pero puede terminar rematando por ti, o hacer alguna locura

-¿Tan poca confianza le tienes? -la tomé de los hombros

-bueno... solo por si acaso ¿Sí?

-bien, pero estaré contigo en todo momento -acepté -que ustedes dos le digan la noticia -me llevé a Satsuki del salón del club.

Ahora entendía el porqué el ambiente en el gimnasio se sentía tenso, todos miraban a Satsuki preocupados, ni siquiera repararon en mi. Hasta que vimos a Daiki entrar, saludó a todos y fue directo a nosotras, Satsuki se tensó y desvió su mirada de él

-Oe ¿Qué le pasa? -se preocupó

-nada -le contesté seca -¿Qué haces aquí? Es raro verte en el entrenamiento -me hice la tonta

-nada que te importe -contestó de mala gana y se fue

-si tú lo dices... -rodé los ojos -Satsuki, vamos con las chicas, seguro aliviaras su tensión con tu presencia -la animé, ella asintió y me siguió

-¿Estás segura que no se dará cuenta? -y dale con el tema ese

-que te calmes -le regañé

-Miren quién se digna a aparecer -nos recibió la entrenadora, rodé los ojos -que seas una prodigio no te excenta de entrenar, niña -apuntó -, además, tu equipo esta aquí, no allá

-ya, ya... solo fuí por Satsuki -minimicé  -, dice que quiere jugar, es tán buena como cualquiera de ellas -pude sentir que el ambiente bajaba varios grados

-¿Tu crees que por ser capitana puedes hacer lo que quieras? -ok, esto se está saliendo de control

-no, entrenadora, sin embargo, en la hoja que firmó usted autoriza a que lo haga -por eso niños, siempre lean todo lo que firman, hasta la letra chica

-¡¿Qué?!

-y la adulta es ella -le susurré a la chica a mi lado

-me rindo contigo -bufó la otra

-gracias -salté a abrazarla y luego llevé a Satsuki a los vestidores -. Usarás mi ropa de repuesto, está limpia, yo tengo otra muda -le pasé lo que necesitaba, dudando, aceptó.

Hace mucho que no veía a la pelirrosa tan feliz, no había perdido su talento, era capás de ponerse a la par que Tomizawa o Yoshida, si no estuviera más preocupada por Daiki, sería mi compañera perfecta, pero, hay cosas que es mejor dejarlas así.

-¡Vamos Satsuki! ¡Esto no es ni la mitad de lo que solemos entrenar! -la animé, cuando terminamos un partido con rotación, ella cayó muerta de cansancio, pero no debía dar tiempo a que sus músculos se relajaran, teníamos que hacer 10 tiros por cada uno que había fallado el equipo -¡Satsuki! ¡Arriba! -ordené

-ya voy... -se levantó como pudo y se adaptó al nuevo ejercicio.

Al terminar la práctica la empujé a los vestidores, mañana le iba a doler el cuerpo, pero... al menos pude animarla un poco y cansarla para que esta noche pudiera dormir como bebé, quería reir, pero se ofendería

-Te sugiero una ducha tibia -indiqué -relajará tus músculos y te despertará -ella solo pudo asentir y correr a su codiciada ducha, cuando estuvo fuera de mi vista, salí y comencé a reir, en hora y media se olvidó de sus problemas, hizo ejercicio y volvió a jugar.

Como pude la acerqué a su casa y le expliqué a su madre lo que debía hacer:  un miorelajante, otra ducha, esta vez una fría y compresas para el dolor.

No había sabido nada de Daiki en todo el rato, estaba pensando en llamar a alguno de los chicos para saber qué pasó de él, pero antes de que pudiera hacer algo, Imayoshi me llamó

-Hey, niña -saludó

-villano -contesté

-Momoi-chan ¿Cómo está? No me contesta -no sé porqué el que se preocupara por ella me cayó mal

-seguro ya duerme, entrenó con nosotras -conté con cierta amargura

-oh... ¿Te pusiste celosa? -se burló, le colgué sin darle opción a decir más, pero enseguida volvió a llamar

-¿Qué quieres? -gruñí

-¿Cómo estás tú? -preguntó más amable, no supe que responder -Oye, estoy siendo sincero -admitió, pero ya me había caído mal -¿Shiawase? -era la primera vez que llamaba mi nombre

-eh, estoy bien, no importa, bueno, eh, buenas noches, me voy a dormir, descansa -me despedí oyendo su risa trás el teléfono

-buenas noches -contestó.

¿Por qué dejarías lo que amas? (Imayoshi Shoichi x Oc)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon