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Como no pudimos inscribirnos al intercolegial, nos quedaba la copa de invierno, por lo que teníamos más tiempo para entrenar. La constante en las prácticas era 1 partido contra los varones cada 2 semanas, el resto del tiempo, explorábamos las habilidades individuales de las chicas. En los partidos, yo no jugaba, prefería observar las debilidades y fortalezas de las chicas así ya luego mejorarlas. Imayoshi solía llamarme cobarde y Daiki me ignoraba, tal parece que seguía enojado, ni que me importara, aún así seguía siguiéndome por el colegio.

-¡AOMINE DAIKI! ¡Por favor! -frené de repente causando que él me chocara -con razón todos creen que andamos, pareces un cachorro detrás de su madre -lo enfrente y el muy imbecil, prefirio desviar la mirada sin decir nada esperando a que continuara andando -Satsuki, ayudame... -pedí a la chica que estaba al lado mío

-pídele disculpas, quizás así te deje tranquila

-¿Por qué debo pedir disculpas? ¿Acaso él se molestó en pedírmelas alguna vez? -me queje

-bueno... en eso tienes razón, ninguno ha lidiado adecuadamente con los conflictos que han tenido entre si, haciendo como que nada ha pasado luego de que se les pase el enojo, supongo que es un buen momento para que hablen -hizo una observación demasiado acertada para mi gusto

-yo no hablaré con esta perra -me apuntó el idiota -¿Por qué lo haría? Fue ella quien me dejó tirado en pleno partido y luego me impidió jugar -abrí la boca para decir algo, pero de la rabia nada salía, ni siquiera tuve tiempo porque Satsuki hizo un gesto como de llamar a alguien y de un segundo a otro, me encontraba encerrada en un armario con Daiki

-quédense ahí hasta que terminen de arreglar sus problemas, nos vemos luego... -oí como se iba

-¡Oe, Satsuki! -Daiki golpeó la puerta y luego intentó abrirla, pero no pudo

-Satsuki ¡Mi asistencia perfecta! -le grité, pero seguro ya no me oyó -¿Quieres quedarte quieto? Me aplastas... -protesté

-Fueron los varones -afirmo, lo miré sin entender -Imayoshi y los demás la ayudaron -explicó

-gr... exijo venganza -gruñí

-y la tendremos -sonrió maliciosamente -pero antes... -me besó ¿Qué? ¿Este bueno para nada acaba de besarme? -chocolate -dijo en cuanto me soltó -tiene sentido -lo iba a golpear, pero me atajó -oh, vamos, no te enojes... es mi venganza, además, no es como si fuera la primera vez que lo hacemos -desestimó, mi cara se sentía caliente, al recordar que habíamos andado hace un par de años

-se siente como besar a mi hermano, wakala

-menos mal no tienes hermano y yo tampoco, pero, tienes razón, ya recuerdo por qué terminamos -si... estar con Daiki había sido como si el tipo llevara mi ADN y se sentía raro, además las personalidades muy parecidas hacían que chocaramos cada rato

-oe... siento haberte dejado ese día, me encontré con Eun Ji y bueno...

-podías haber dicho eso en vez de huir -se recostó por la pared

-pero no siento haber pedido dejarte fuera del partido de las chicas -continué

-siente haberte tratado mal por eso, sé que eres una cobarde, pero entiendo que lo hiciste por el bien de ellas -acarició mi cabeza

-debería cambiar eso ¿Verdad?

-bueno... según he oído por ahí, valiente es quien enfrenta a sus miedos y tonto aquel que corre al peligro sin uno, pero tampoco es de cobardes evitarlos

-vaya, a veces puedes ser inteligente -lo halagué, este se burló, me dejé caer al suelo sentada -ya que estaremos aquí hasta el próximo receso... ¿Qué hacemos?

-oh... se me ocurren un montón de cosas divertidas -dio una sonrisa pervertida

-¡Daiki! -lo regañé y en ese momento se abrió la puerta, Saukurai fue mi salvador, en seguida salté a él -ah, amor de mi vida, siempre supe que serías el caballero que me salvaría del monstruo -dramaticé besando toda su cara

-y luego yo soy el pervertido -dijo Daiki detrás de mi.

No solté a Sakurai hasta llegar al lugar donde almorzábamos con los chicos, es que era demasiado abrazable ¿Cómo no quererlo? El chico tampoco se quejaba, tal vez ya se acostumbro

-Ryö, tú quieres morir ¿Verdad? -preguntó Daiki burlón

-no hay razón para que mates a mi novio -le advertí

-yo no tengo motivos, pero... mejor dejo que te des cuenta tu sola -se encogió de hombros

-Hanarenji-san... -Sakurai iba a decir algo

-ne... Sakurai-kun, ya di que si... -le pedí gimoteando como cachorro, el chico suspiro y se sacudió el cabello ¿Por qué todo lo que hace es tan lindo?

-esta bien, acepto, Hanarenji-san

-wi... -lo abracé aún más fuerte y besé toda su carita

-lo van a matar... -Daiki apresuró el paso hasta los demás y se sentó al lado de Satsuki

-Hola, maldición de sus madres -saludé a los varones -mi bella flor de cerezo -besé la mano de Satsuki y luego me senté a su lado, pude ver el brillo rojizo en las mejillas de la chica

-Shiawase-chan, no debería coquetear con otros teniendo novio -Ryö se sentó a mi lado frunciendo los labios, parecía un cachorro

-aw... mi bebé está celoso -abracé su brazo -esta bien querido mio, ya no lo haré -le prometí

-¿Novio? -preguntó Wakamatsu confundido y luego miró al capitán quien por poco no rompía su tenedor, quien sabe por que

-ne... Sakurai ¿Cambiamos de puesto? -pidio ese cuatro ojos

-no, mi novio no se va de mi lado -me aferré a él

-con que tu novio ¿Eh? Veamos cuanto tiempo te aguanta -parecía haber advertencia en sus palabras, pero las ignoré, estaba feliz con Sakurai

-Shia-chan ¿En serio ahora andas con Sakurai? -preguntó Satsuki con precaución ¿Por qué a todos les sorprende?

-ne... Ryö ¿Algo que deba saber? -le pregunté un poco seria, este miró a todos los demás y por último a Imayoshi y tragó duro, pero pareció darse cuenta y se puso firme

-si, Shiawase-chan, siento haberme tardado en aceptarla -empezó -, pensé que alguien sería más valiente, pero tal parece que en vez de sincerarse consigo mismo, prefiere intimidar a los demás -no sé a quien se refería, pero era la primera vez que lo veía tan serio, seguí su mirada y era dirigida al capitán, ignoré eso

-a la próxima que alguien te intimide, asegurate de llamarme, lo golpearé por ti -pedí enseñando los puños

-si, lo siento -y ahí volvemos a su personalidad autoculpante. Imayoshi golpeó la mesa, levantándose con brusquedad y luego se fue

-¿Y a ese qué le pasa? -lo señalé extrañada, todos los demás, incluyendo a Ryö, se golpearon la frente y uno por uno se fueron levantando para ir tras el capitán, excepto por Sakurai y Daiki.

¿Por qué dejarías lo que amas? (Imayoshi Shoichi x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora