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Mientras Ryö me acompañaba al gimnasio del equipo femenino, decidí que de ida a casa, hablaría con él, parecía incómodo con la idea de ser mi novio y eso no me agradaba, quería que se sintiera bien, después de todo, parecía ser un cachorro que necesitaba ser cuidado de todo peligro del mundo

-Ne... Ryö-chan, no hace falta que me escoltes a donde las chicas -le dije a mitad de camino, cerca del gimnasio de los varones

-Es lo que un buen novio debe hacer, Hanarenji-san -dijo con la mano metida en los bolsillos, parecía todo un chico malo sin perder su ternura, definitivamente, este chico era el adecuado

-nos vemos luego -dio un beso a mi mejilla y se fue corriendo, pude ver su cara un poco roja, sonreí, sip, es el perfecto.

-¡Deben aprender a combinarse! -Gritó la entrenadora -¡Ser una en la cancha!

Estabamos jugando un 3 vs. 3, por un lado, estábamos: Hiryū, Yoshida y yo, mientras que en el equipo contrario: Tomizawa, Hayashi y Mori. La última chica, aprendía bastante rápido, aún no alcanzaba el nivel de las demás, pero, al menos ya le había perdido el miedo a la pelota y a los pases, además era buena tiradora. Yoshida y Hiryū al haber sido compañeras, se entendían sin necesidad de palabras, incluso me hacían sentir que sobraba en el equipo. Tomizawa era brusca, no tenía miedo a moverse, en su cabeza, armaba jugadas a gran velocidad, veía la cancha a un nivel que las demás no podían. Hayashi era buena leyendo entre líneas, sus pases eran bastante confiables. Yo siempre había podido sola contra un equipo entero, después de todo, era igual que Daiki, sin embargo, elegía confiar en mi equipo, cosa que él consideraba era mi debilidad, pero, eso no tenía por qué ser así.

-A que no puedes contra mi, te crees la muy muy, pero, siempre haz huido de los 1 vs. 1 -retó Tomizawa, quería reirme

-niña -sonreí -por tu bien, deja esa idea de lado -le advertí

-es cierto, siempre prefería pasar a su equipo antes que pelear ella -recordó Yoshida

-es lo que hace un buen base -señalé andando hacia los vestidores -regular el juego

-juega -el ruido de la pelota acercándose hizo que levantara la mano para evitar que golpeara mi nuca, la que intentaba provocarme era Hayashi

-no lo haré, lloraran -me burlé, sabía como terminaría la cosa si es que me rendía a sus intentos de hacer que me enojara

-cobarde -la lengua afilada de Tomizawa no tenía remedio

-si eso quieren -tiré hacia el aro contrario a donde me encontraba y antes de que la pelota caiga al suelo luego de encestar, ya la tenía en mano nuevamente -jueguen -ordené -, ya tengo 3 a mi favor

Jugamos por aproximadamente 20 minutos sin descanso, pese a las protestas de la entrenadora. La diferencia de poder comparaba el trabajo duro y el talento natural, ella habían acabado cansadas y rendidas en el suelo. 50 contra 3,  que Mori fue la única en anotarme y encima fue solo porque tropecé, que verguenza.

-Aprende tu lugar Tomizawa -me puse en cuclillas a su lado -me vencerás cuando muera, porque viva, jamás podrás contra mi -declaré y luego me fui a los vestidores.

Si aspiro a la WNBA, debo mantenerme invicta. Lastimosamente, las polémicas manchan la reputación de dicha liga, pero ¿Qué le podemos hacer? Es una de las mejores a nivel mundial, la estadounidenses han sido 9 veces campeonas en el mundial de la FIBA. Ha... ojalá haber nacido varón, tienen muchas más facilidades, incluso más publicidad. Se quejan de que la WNBA solo genera pérdidas, pero ¿Cómo quieren tener más inversión si no les dan publicidad? Por todos lados veo como enaltecen a los chicos, en fin. Olviden la WNBA, hay cosas más importantes en este momento: Sakurai me estaba esperando afuera.

-Hola Ryö-kun -lo abracé ignorando al otro que estaba con él

-¿Y a mi no me saludas? -Imayoshi otra vez molestando, le enseñé la lengua y empecé a andar agarrando la mano de Sakurai

-Oye, estaba pensando...

-¿Acaso piensas? -me interrumpió su capitán intentando poner un brazo sobre mis hombros, pero lo esquivé

-no te metas -le regañé -Sakurai, vamos por ahí, lejos de seres indeseables -lo dejamos solo mientras él murmuraba cosas ininteligibles, Sakurai miró atrás y pude sentir que se tensaba.

Acabamos en un parque, sentados en las hamacas, aún no habíamos dicho nada, era un silencio algo cómodo, me daba tiempo para pensar como hablarle. Él parecía también tener algo que decir.

-Oe, Ryö ¿Por qué aceptaste ser mi novio? No pareces cómodo y...

-Se que verdaderamente no me quieres como pareja, Hanarenji-san -me interrumpió -, quizá sí, te gusto físicamente, acepté ser su novio para molestar a alguien y creo que está funcionando, lo siento

-¿Me usas para dar celos?

-es todo a su favor, se lo aseguro -levantó ambas manos fingiendo inocencia

-¿A quién?

-no le diré, tendran que enfrentarse solos, lo siento -miró a otro lado

-¡Sakurai! No me puedes hacer esto -me quejé lloriqueando

-lo siento -

-Mi curiosidad puede más que yo, dime... -le pedí tirando su brazo

-no, lo siento -saltó de la hamaca soltándose y empezando a huir

-¡Sakurai Ryö! -traté de alcanzarlo, pero se camufló entre la gente y desapareció. Genial, el mosquito pica y luego se va volando dejando la comezón.


¿Por qué dejarías lo que amas? (Imayoshi Shoichi x Oc)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt