Yo no soy tu objetivo

Start from the beginning
                                    

-¿Lo pillas?
-Realmente no.

Hendery volvió a reír a mis espaldas.

-Tú puedes Allie. Con ese tamaño tienes un gran potencial.

Comparada con las demás chicas de mi edad era más alta que la media. A veces me avergonzaba. Pero intentaba no recordarlo. Fundamentalmente porque mi talla era objetivo de burlas.

-No creo que sea buena para esto Hendery.

Se paró frente a mí y me miró fijamente a los ojos.

-Tú puedes lograr todo lo que te propongas Alice, el único obstáculo siempre serás tú misma. Pero mientras esté en mis manos siempre estaré aquí para ayudarte. Vamos a lograr esto juntos.
-¿Por qué estás tan empeñado en que aprenda esto?
-Porque quiero que le des una paliza a Estephany y las demás cuando te vean jugar con nosotros durante el receso.
-¿Crees que sea posible?
-Mientras tú existas, todo será posible Allie.

Me conmovía el modo en el que Hendery tenía un don para arreglar mis sentimientos cada vez que me ponía triste.

-¡Vamos Allie!

Hendery volvió a explicarme todo desde el principio y yo también puse de mi parte.

-Y... ¡Canasta! Increíble Allie.

Ambos nos abrazamos riendo a carcajadas y descubrí que la verdadera felicidad en realidad se encontraba en las cosas más sencillas.

Al salir del baño me senté en el escritorio del cuarto dispuesta a estudiar. Pero sin querer mi mente voló hacia Hendery. Me había encantado su modo de tratarme esa tarde, la forma en la que se empeñaba para cuidar de mí. Aún tenía curiosidad por descubrir cómo lograba que mis deseos se realizaran.

No había visto a Nate excepto por algunas miradas en el pasillo, nada más. Por eso me sorprendió que llamaran a la puerta. A pesar de que las habitaciones eran individuales no me concurrían demasiadas visitas, para no decir que ninguna.

-¿Allie?

¿Era realmente la voz de Nate? Literalmente estaba hecha un desastre. Despeinada y con un pijama bastante vergonzoso de Bob Esponja. Pero ante la insistencia de Nate simplemente abrí.

-¿Qué haces aquí?
-Solo quiero pasar un rato contigo. No nos hemos visto hoy. ¿Dónde estuviste esta tarde?
-Acompañé a Hendery a la cancha...
-¿Me tendrás así toda la noche?

Nate solo podía ver mi cabeza ya que la puerta ocultaba el resto de mi cuerpo. Así que lo invité a entrar temiendo que nos descubrieran.

-Te ves bien Allie. Me gusta Bob Esponja.
-¿Has venido aquí a burlarte de mí?
-Pero si estoy hablando totalmente en serio. Ese look desenfadado te queda bien.

Es verdad que siempre me esforzaba por lucir perfecta mientras estuviera en clases para evitar regaños y problemas. Quizás por eso pensaban que era una aburrida. Pero solo evitaba llamar la atención con un aspecto descuidado.

-¿Te unirás a las animadoras?

Nate había tomado asiento en mi silla giratoria frente a la mesa mientras yo me encontraba sentada en la cama.

-¿Por qué debería hacerlo?
-No lo sé. Supongo que te veías demasiado bien animándonos la última vez.
-Patética, querrás decir.
-Hablo en serio Allie. Por qué nunca me crees.

Me había esforzado tantos años por crear una coraza alrededor que cada vez que alguien intentaba hacerme un cumplido terminaba pensando que era mentira o que lo hacían para burlarse de mí de algún modo...

-Las personas como tú no conocen un mundo como el mío Nate.
-Entonces ayúdame a entenderlo. Porque estoy parado justo frente a ti y por lo que veo estamos en el mismo planeta. Entonces Allie, enséñame tu mundo.
-No sé si realmente quiero hablar sobre esto.
-Simplemente di lo que quieras Allie. No puedes guardártelo para siempre.

¿Podía? Lo había hecho durante mucho tiempo de todos modos. Siempre callando mis sentimientos. Sufriendo en silencio. Mi vida se había convertido en eso. Mirar y soñar. Nunca alcanzar.

-¿Sabes por qué me gusta tanto el basket? Porque allí nos podemos olvidar de quienes somos afuera. No existen ricos ni pobres, buenos o malos, simplemente todos somos uno y podemos expresar nuestro yo más sincero. Por eso me refugio allí. Porque estoy cansado de que me quieran solo por lo que aparento ser y nadie se esfuerce por conocerme desde el corazón. Deseo que alguien me demuestre cariño genuino, interés por descubrir quién soy.

Uno de los peores errores que se pueden cometer en esta vida es pensar que eres el único que atraviesa por problemas. Todos estamos viviendo y a cada segundo nos enfrentamos a obstáculos distintos.

-Mereces más de lo que tienes Nate. Ni siquiera sé qué hice para que hablaras conmigo. Espero sinceramente que me tengas paciencia. Prometo que me esforzaré para conocerte y que me conozcas a mí también.



Perfecto accidenteWhere stories live. Discover now