Capitulo 8

2 2 0
                                    

–Los siguientes días, toda clase de broma era para mí, todos en la escuela se burlaban, decían que yo no tenía papás porque siempre trabajaban, hasta el día de mi cumpleaños, mi abuelo invito a todos a la fiesta, yo no le dije nada, tenía miedo, a mitad de la fiesta comenzaron a decirme huérfano, porqué mis papás aun no llegaban, supongo que sus palabras se volvieron realidad – finalizó.
El silencio en mi habitación era demasiado, solo escuchaba el pequeño llanto de Eliot, nunca lo había visto de esa manera y eso partió mi alma.
–Lo lamento, no debiste pasar por todo aquello, pero estoy segura que ellos se arrepentirían si vieran que la persona en la que te has convertido – dije a su lado – yo también tengo algo que contarte, solo lo sabe mi familia, pero ahora tu eres parte de ella… hace algunos años yo traté de quitarme la vida.
– ¡Grace! no tienes qué, si yo te lo dije es porque confió en ti– murmuró.
–Estoy bien, ahora lo estoy… ocurrió en el verano, yo me dejé llevar por las opiniones de los demás respecto a mi cuerpo, respecto a algo mío, mis padres se preocuparon mucho, Noah armó un escándalo… casi mata a golpes a los chicos que lo dijeron, pero lo peor no era eso, si no que esos rumores los iniciaron las que se suponía que eran mis amigas, fue muy duro, me costó mucho aceptar lo que estaba pasando, dejé de salir, de convivir, me daba miedo que los demás se enteraran que estaba en rehabilitación y supongo que aún tengo miedo de que se enteren.
–Pues no deberías, los más valientes son los que piden ayuda – dijo Eliot recargando su cabeza en mi hombro.
–quien diría que pasaría esto mientras vemos una película de súper héroes – dije riendo.
–Eres muy valiente y especial – agregó.
–Somos, los dos somos valientes – respondí.
Después de ese día Eliot y yo nos habíamos unido más que nunca. Las vacaciones llegaron a su fin dando inicio al último curso del año antes de graduarnos.
–Sobrevivimos, aquí estamos, últimos meses antes de la graduación – expresó Estefan en la cafetería.
–Debemos empezar a ver nuestros atuendos del baile – explicó Cassie.
–Aún falta – comenté.
–Nunca es demasiado temprano – dijo Estefan.
–Por fin, la señora Laurel no paraba de repetir la historia de Napoleón, por cierto, tengo que entregar un proyecto ¿me ayudas Grace? – preguntó Eliot.
–Me temo que no puedo tengo que hacer algo con Noah, pero Cassie es muy buena en historia ¿cierto Cass? – pregunté abriendo mis ojos de más.
–Sí, yo te puedo ayudar si quieres – respondió
–Perfecto, puede ser ahora, después tengo entrenamiento – pidió Eliot.
–Vamos, se dé un lugar que es muy bueno para estudiar – explicó ella marchándose con Eliot.
– ¿Me podrías explicar qué ocurre aquí? – preguntó.
–Creí que ya te lo había dicho, como sea, a Cassie le gusta Eliot y yo los ayudo – respondí.
–Eso no me lo esperaba, lo de Eliot y Cassie sí, pero el que tú le ayudes, me sorprendes Grace – dijo Estefan.
–Soy una grandiosa amiga – respondí – y esta chica ahora tiene que irse a trabajar.
Me despedí de Estefan y llegué al cine, como era de costumbre me dispuse a limpiar algunas salas y organizar el inventario de la comida.
–Lo siento – gritó Eliot llegando agitado – prometo no volver a llegar tarde, solo que la sesión de estudio se retrasó.
–Está bien, pero te toca limpiar los baños yo ya hice lo demás por ti – contesté lanzándole un par de trapos.
–Eres la mejor– dijo entrando a los vestidores.
Las siguientes funciones fueron tranquilas, algunos niños con sus familias disfrutaban de las películas programadas.
–Recuérdame traer una máscara de gas – dijo Eliot saliendo del baño.
– ¿Estas bien? – pregunté riendo.
–No lo sé, creo que morí – respondió.
– ¿Cómo te fue con Cassie? – pregunté rellenando bolsas de palomitas.
–Fue increíble, sabe mucho de historia es muy lista – respondió sonriendo.
–Ya lo creo – dije.
Los siguientes días, Eliot y Cassie salían todo el tiempo juntos, cenaban, estudiaban, hasta Eliot se había ofrecido para ayudar a Cassie con el grupo de teatro.
  –Oigan ¿quieren ir a bailar? es una nueva discoteca en la ciudad, Vincent dice que es la mejor – preguntó Estefan.
–Por mi está bien, este cuerpo pide bailar ¿qué dices Cassie? – preguntó Eliot, mi cara de sorpresa fue demasiada que no la pude disimular.
–Claro, me encantan esos lugares – respondió Cassie.
– ¿y tú Grace? – preguntó Eliot.
–Por qué no, será divertido – respondí.
Eliot había quedado en recogerme, la hora llegó y yo lo esperaba afuera de mi casa impaciente, los minutos pasaban y él no llegaba, hasta que escuché el motor de su camioneta llegar.
–Cassie – fue lo único que pude pronunciar cuando la vi en la camioneta.
–Espero no te moleste, pasé por ella antes – explico Eliot.
–Andando – respondí subiendo a la camioneta.
El camino fue algo incómodo, Eliot y Cassie cantaba a todo pulmón algunas canciones que claramente yo no sabía.
–Llegamos – grité alegremente bajando de la camioneta acercándome a saludar a Estefan y Vincent – gracias al cielo.
– ¿Todo bien? Parece que viste una escena de horror – expresó Estefan.
–No tienes idea– respondí, cuando Eliot y Cassie se acercaron a nosotros.
– ¿Qué esperamos? – preguntó Eliot – los acabaré a todos en la pista de baile.
Vincent compró las entradas, cuando pasamos más allá de la puerta todo parecía sacado de una película de John Travolta, la bola de cristal giraba en medio de la pista, las personas bailaban al ritmo de la canción Boogie Shoes.
–Esa es mi canción – gritó Eliot acercándose a la pista moviendo los hombros.
–Veo que se llevan mejor – dije al lado de Cassie.
–Sí, pero esto no hubiera sido posible sin ti – comentó mientras movía su cabeza al ritmo de la música.
–Anda tú Romeo te espera – dije señalando a Eliot, quien nos llamaba al escenario.
– ¿No vendrás? – preguntó Cassie.
–Anda tú, yo buscaré a Estefan – dije.
Después de bailar un rato con Estefan y Vincent me dirigí a la barra de sodas y estando ahí pude ver como Eliot bailaba con Cassie y como se complementaban entre ellos.
Una sonrisa se formó en mi rostro, pero a los pocos segundos se esfumo al ver la cercanía con la que bailaban, me di la media vuelta y bebí mi refresco.
–Grace ¿vamos a bailar? – pidió Eliot acercándose a mi lado.
–En realidad, ¡que tonta! olvidé que prometí ayudar a cerrar a Ralph– respondí.
–Claro, entonces vamos – sugirió.
–Tú deberías quedarte, no es necesario que vengas, además mira a los chicos, se divierten mucho – comenté.
–Pero ¿Cómo regresarás? – preguntó.
–No te preocupes por eso pediré un Uber – contesté.
– ¿Segura? – gritó en mi oído por el volumen de la música.
–Sí, yo te aviso cuando llegué – respondí.
–Cuídate, no olvides mandarme mensaje – amenazó mientas se iba con Cassie.
Salí de la discoteca y todo a mi alrededor estaba completamente vacío, caminé un par de calles hasta que tomé un taxi que me dejó en mi casa.
Para Eliot:
“Sana y salva, ya estoy en casa”
De Eliot:
“Me alegro, nos vemos el lunes”
Para Eliot:
“¿El lunes? pero y nuestra salida”
De Eliot:
“Maldición, lo olvidé Grace, la mamá de Cassie quiere que le ayude con una remodelación en su jardín, pero lo cancelaré”
Para Eliot:
“No, no lo harás, está bien, no te preocupes, nosotros salimos todo el tiempo, no moriré por que no salgamos juntos, nos vemos el lunes”

Prometo Quedarme Where stories live. Discover now