Capitulo 7

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Noah recibió una nueva computadora y un par de camisas de Lizzie, la abuela nos había regalado unas suertes iguales a Noah y a mí y mis padres me habían obsequiado una impresora con papel fotográfico.
–Sabíamos que la querías desde hace tiempo – dijo mi papá
–Gracias, ahora nadie me detendrá de tomar fotografías de todo – sonreí.
–Creo que eso fue todo – dijo mi mamá recogiendo un poco la sala.
–No, falta uno más – dijo mi papá, buscando algo detrás del árbol de navidad – esto es para ti Grace.
Noah me miro sonriendo al igual que mis padres.
–Tienes un amigo muy especial, por lo que escuché –dijo mi tía.
La caja del regalo era algo grande, y en medio tenía una nota.
“Querida Grace, desearía pasar estas fechas contigo, pero las circunstancias han sido diferentes…
Dentro de esta caja hay algo especial para ti, espero que te guste ya que ha sido difícil conseguirlo.
Feliz navidad te quiere tu amigo Eliot”
–Lo dejó antes de irse – explicó Noah.
Mis manos no pudieron contener la emoción hasta descubrir lo que había dentro de la caja.
– ¡No puede ser! – grité de la emoción– son boletos para ver a Coldplay.
Después de morir y volver a la vida por el regalo, le mande un mensaje.
Para Eliot:
“Tú ¿cómo pudiste? es el mejor regalo de la vida”
De Eliot:
“Desearía poder haber visto tu reacción ja ja ja”
Para Eliot:
“No tenías que hacerlo… pero gracias, obviamente iremos juntos”
De Eliot:
“eso es una orden o pregunta”
Para Eliot:
“Definitivamente una orden… por cierto Feliz Navidad”
De Eliot:
“Feliz Navidad pequeña Grace”
– ¿Lo sabías? – pregunté a Noah.
–Claro, ¿quién crees qué le ayudó? – preguntó sonriendo – pero deberás traerme una gorra o algo.
Noah no se esperó para nada que lo abrazara, sin embargo, lo correspondió de inmediato.
–Feliz navidad Grace – dijo Noah yéndose a dormir.
Sin duda alguna esa había sido la mejor navidad de todas. Dos días después mi abuela y tía se habían marchado, mis padres casi todas las noches salían a cenar con sus viejos amigos que estaban de paso en la ciudad, Lizzie había regresado de casa de su padre y Noah se había ido con ella dejándome a mi completamente sola en casa.
Me di una ducha y me puse mi pijama favorito, prendí la música en toda la casa mientras limpiaba la sala.
–Deberías de cerrar las puertas cuando estás sola – dijo Eliot detrás de mí.
– ¡ahh! – grite asustada.
–Auch, eso dolió – dijo sobándose el oído.
–Estás aquí, está aquí – repetía sin creerlo.
–Estoy aquí – contestó – linda pijama.
–Estas aquí – grité abrazándolo y colgándome de su cintura – pensé que regresarías hasta después de año nuevo.
–Ese era el plan, pero hablé con mamá y la convencí de venir antes – contestó bajándome.
–Pasarás año nuevo solo – pregunté.
–Mi plan era festejarlo contigo, pero si no quieres yo – decía, pero lo calle con un grito.
–Bromeas… por supuesto, mis padres estarán felices de que lo festejes con nosotros, es más te puedes quedar aquí – agregué con emoción.
–Gracias al cielo, ya qué… olvidé mis llaves – soltó mostrando sus dientes.
– ¿Quién olvido sus llaves? – preguntó mi madre llegando a la casa.
–Eliot – respondí señalándolo.
– ¡Eliot! ¡qué alegría! – respondió mi madre, saludándolo.
–Mamá ¿Eliot se puede quedar aquí? solo en lo que llega su mamá– pregunté sonriendo.
–Mamá llegará el dos de enero, prometo portarme bien– comentó Eliot a mi lado mientras los dos hacíamos pucheros como si fuéramos niños.
–De acuerdo, pero Eliot dormirás con Noah – dijo mi mamá.
–Gracias mamá – dije yo abrazándola al igual que Eliot.
–Gracias señora Abigail – dijo Eliot.
–Sí, bueno, bueno… basta de abrazos, tengo que ir de compras para la cena de mañana, ¿Eliot eres alérgico algo? – preguntó mi mamá.
–No señora – respondió.
–Excelente, solo no quemen la casa en mi ausencia – dijo mamá saliendo de la casa.
–Sígueme te mostraré la habitación de Noah, está un poco desordenada, pero nada que no se pueda arreglar – dije guiándolo.
–Tu hermano sí que es fanático de los videojuegos – dijo Eliot echándole un ojo.
– ¿Eliot? – pregunto Noah entrando a su habitación.
–Noah, creí que llegarías más tarde – comenté sonriendo – Eliot se quedará aquí un par de días y mamá dijo que durmiera contigo.
–La mamá de Lizzie la llamó antes, así que lleguó temprano – explicó.
–Tienes una colección interesante de juegos – agregó Eliot.
–Sí, ¿sabes jugar? – preguntó.
–Fui coronado como general en mi primera misión – respondió Eliot.
–De acuerdo, voy por el colchón inflable y podrás conocer a Marcus47 – dijo saliendo de ahí.
– ¿Marcus47? – pregunté.
–Su seudónimo en los juegos – explicó
Noah convenció a Eliot de jugar lo que quedaba el resto del día, yo estaba demasiado agotada por limpiar la casa por lo que me fui a dormir temprano. A la mañana siguiente mis ojos seguían cerrados, pero podía escuchar algunas voces que susurraban a mi alrededor.
– ¿Qué hacen aquí? – pregunté tratando de abrir bien mis ojos.
–Tú papá nos mandó a despertarte, pero duermes como un gorila – dijo Eliot.
–Y no la has visto cuando llega muy cansada – exclamó Noah mirando por mi ventana.
–Es muy temprano ¿qué quieren? – dije levantándome
–Por Dios una bruja – gritó Noah.
–Tu cabello Grace – dijo Eliot riendo.
–Si bueno nunca habían visto a alguien despertar, les tengo una noticia las mujeres no despertamos luciendo como princesas – dije bostezando para volver a tirarme entre las colchas.
–Hoy es año nuevo anímate Grace – agregó Eliot acostándose a mi lado.
–Si hay alguien escuchando en el más allá, por favor llévenme – dije sarcástica.
–Shh ¿qué haces? ellos pueden escuchar – advirtió Eliot tapándome la boca.
– ¿Quiénes? – pregunté.
–Los aliens – respondió, yo solté una carcajada.
–No crees en los alienígenas ¿o sí? – pregunté burlándome.
– ¿Tú no crees en ellos? – preguntó preocupado.
–Por supuesto que no – respondí – aunque no descarto la teoría.
– ¿Y qué dirías si te digo que yo soy uno? – preguntó serio.
– ¿Vas a comerme? – pregunté preocupada.
–Comenzaré por los ojos – respondió imitando una voz extraña, hasta que ninguno de los dos pudo contener las risas.
–Están locos – exclamó Noah saliendo de ahí.
–Anda vístete – sugirió Eliot siguiendo a Noah.
Todo el día ayudamos a mamá a preparar la cena, los señores Finigan vendrían a cenar con nosotros.
–Ya es la hora, los Finigan ya no deben tardar en llegar, compórtense – advirtió mi mamá.
Antes de que llegaran los Finigan subí a cambiarme con un vestido que me había regalado mi tía Jane.
Cuando abrí la puerta de mi habitación vi a Eliot apunto de tocar en ella.
– ¡Vaya! verde ese color te queda muy bien y te ves preciosas – dijo sonrojándome.
–Tú no te quedas atrás, mírate – dije haciendo que diera una vuelta en sí mismo – me encanta tú traje
Los señores Finigan llegaron, y con ellos sus famosos postres, la mesa estaba lista y todo lucía delicioso. Después de una larga plática y un interrogatorio a Eliot salimos al jardín a mirar los fuegos artificiales.
–No puedo creerlo, este año ha sido una locura – expresó Eliot mirando los fuegos.
–Ni que lo digas, pero algo muy bueno salió de esto –  señalé – nuestra amistad.
–Tienes razón, por cierto ¿ya sabes con quién iras al baile de graduación? – preguntó.
–No, ¿tú? – pregunté.
–No – respondió–
–Tengo una idea, vayamos juntos, como amigos claro – sugerí mirando a Eliot.
–Me agrada tú idea Grace Mitchell – contestó – es una promesa – preguntó.
– Es una promesa – sonreí mirando el cielo, los fuegos artificiales.
– ¡Feliz año! – gritó Noah lanzando confeti sobe nosotros.
–Por otro año juntos Grace – dijo Eliot.
–Por muchos más años – dije yo mostrando una sonrisa.
Los fuegos artificiales iluminaban el cielo, mis padres se abrazaban, Noah hacía video llamada con Lizzie y los Finigan tomaban más champaña. Eliot y yo reíamos de vez en cuando de chistes sin sentido, cuando la cena terminó, mis padres se quedaron un poco más con los señores Finigan y nosotros nos fuimos a acostar.
– ¿Quieres ver una película? – pregunté a Eliot.
–Es la una de la mañana – respondió mirando su reloj.
–Lo sé, pero nunca es tarde para ver una película de acción, además tengo skittles de tus favoritos – dije entrando a mi habitación.
–Eres mala Grace, sabes que no me puedo resistir a esos dulces – contestó Eliot lanzándose a mi cama.
–Silencio que la función está por comenzar – amenacé recostándome a su lado, reproduciendo la película.
–Como me encanta Denzel Washington – exclamó Eliot.
–Sí, y esta película me fascina ¿imagina poder volver en el tiempo? – pregunté.
–“Déjá vu” pequeña Grace – dijo.
La película avanzó alrededor de 15 minutos antes de quedarnos dormidos. Al día siguiente cuando desperté Eliot estaba a mi lado dormido como roca, con mucho cuidado y en silencio salí de mi habitación, todos en la casa dormían por lo que aproveché la oportunidad y fui a comprar un regalo para Eliot.
La mayoría de las tiendas se encontraban cerradas, pero para mi suerte la tienda de discos recién abría sus puertas.
–Buen día – dije entrando mirando todos los discos de acetato.
–Buen día señorita ¿algo en especial? – preguntó un hombre de cabello largo.
–Estoy buscando un disco de los 80s es para un regalo – contesté.
–Viniste a la tienda indicada, por aquí – señaló un estante con cientos de discos – ¿algún cantante?
–Pues en realidad no, diría que, de Billy Joel, pero mi amigo ya tiene todos los discos – respondí.
–Excelente elección, entonces… si a tú amigo le gusta Billy, sé que le gustara – dijo tomando un par de discos.
–¿Europe? – pregunté mirando el disco.
–Los mejores, debes de haber escuchado alguna de sus canciones – respondió.
–Tal vez, no recuerdo – contesté.
–Por Dios… ¿Qué les enseñan en estos tiempos? – preguntó a sí mismo – déjame, escucha esto.
El hombre puso el disco en una vieja consola y la canción de The final Countdown comenzó a sonar.
–Sí, claro, papá solía ponerla mucho – respondí moviendo mi cabeza al ritmo de la música.
–Ahí lo tienes– agregó.
–Me lo llevo – dije con alegría.
Después de salir de la tienda tome mi bicicleta y fui lo más rápido a casa, con la esperanza de que nadie haya despertado.
Cuando llegué mis sospechas eran ciertas, todos seguían durmiendo, subí a mi habitación, cerrando la puerta con cuidado y salte encima de Eliot sacándole un susto.
– ¡Madre mía! – gritó despertando.
–Buenos días, ¿ahora quién es el gruñón? – pregunté abriendo las cortinas.
–Buen día Grace ¿en qué termino la película? – preguntó bostezando.
–Pues nos quedamos dormidos, pero la salva – expliqué entregándole el disco completamente envuelto – toma.
–No tenías que – dijo aceptando el regalo.
–Lo sé, pero quería hacerlo – respondí – ábrelo ¿qué esperas?
Eliot quitó la envoltura y quedo completamente sorprendido tomando el disco.
–Sonríe – dije tomándole una fotografía.
–Esto es, ¿cómo supiste que me gustaba? –decía analizando el disco con mucho cuidado.
–Intuición de amigos, y ayuda del señor que trabaja en la tienda de discos – confesé riendo.
–Eres la mejor… ¿te lo había dicho? – dijo levantándose de la cama para darme un abrazo – gracias, el mejor regalo.
–Sé que esto no se compara con tú regalo, pero – dije cuando me interrumpió.
–Olvídalo Grace, me encanta, no hay más que decir – agradeció.
–Sí, ahora ponte tú camisa – pedí alejándolo – hay que bajar a desayunar, te espero abajo.
La cocina estaba hecha un desastre, suspire mirando todas las cosas desacomodadas.
– ¡a trabajar! – pensé.
Le pedí a Alexa que reprodujera mis canciones favoritas en lo que bajaba Eliot. I wanna be your slave de Maneskin se reproducía mientras yo limpiaba la cocina.
–Me encanta tú interpretación, es un diez para mí – dijo Eliot aplaudiendo.
–Me alegro que te gusté, ya que tú harás el desayuno – expliqué.
–No Grace sabes que la cocina no es lo mío – dijo negando, sin embargo, su rostro cambió cuando le señalé los ingredientes.
–Serán hot cakes chef, y nos gustan esponjosos – añadí – ya regreso sacaré la basura.
La cara de Eliot no tenía precio, tomé las bolsas de basura y las saqué al contenedor en la esquina de la calle, cuando regresé el rostro de Eliot, así como su cabello estaban llenos de harina.
–Creo que lo tengo, he seguido las instrucciones – decía prendiendo el fuego.
Una llamada entro a mi celular y era Estefan por video llamada.
– ¡Estefan! hola… ¿cómo has estado? – pregunté prendiendo mi cámara.
–Ya sabes, algunas pelas, típico de la familia, ¿ese es Eliot? – preguntó a través de la cámara.
–Sí, larga historia – respondí.
–Hola Estefan – dijo Eliot acercándose a mi lado – ¿cuándo regresas?
–Mañana debo estar ahí, mamá tiene un maratón y quiere que lo corra con ella – respondió mirándonos extraños – chicos ¿qué es ese humo que sale detrás de ustedes?
– ¿Qué? – preguntó Eliot mirando atrás – los panqueques Grace – gritó.
Inmediatamente me di la vuelta y vi el humo que salía, dejé mi celular a un lado y corrí para tratar de apagarlo.
–Apágalo Eliot– grité tomando una manta para sacar el humo.
Una llamarada de fuego se elevó encima de los hot cakes, Eliot entro en pánico tratando de apagarlo.
– ¿Cómo se apaga esto Grace? – preguntó gritando.
–Solo mueve el botón – gritaba hasta que el fuego desapareció.
–Sobrevivimos – suspiró Eliot mirando lo que antes era un hot cakes.
–Parece una roca quemada – dije.
– ¿Quemaron la casa? – gritó mi papá llegando apresurado.
–William ¿qué sucede? ¿por qué hay tanto humo? – preguntó mi mamá detrás de mi papá.
–Encontré unos polizontes en la cocina – respondió mirándonos.
–Diablos, ustedes sí que son malos en la cocina – dijo Noah riéndose de nosotros.
–Podemos explicarlo – dije sonriendo.
– ¿No esperan que comamos esas rocas? – preguntó Noah con burla.
–Ahora tendrán que limpiar todo este desastre – ordenó mi mamá mirando los hot cakes – en serio me encanta su entusiasmo, todo se ve delicioso, pero creo que pediremos el desayuno a domicilio.
Mis padres se marcharon susurrando cosas de nosotros y de vez en cuando soltaban una que otra risa.
–Agradezco que Lizzie si sepa cocinar – agregó Noah tomando una manzana.
–En verdad lo siento, pero en mi defensa, la cocina debería ser catalogada como deporte extremo – finalizó Eliot.
Después de limpiar todo el desastre del desayuno Cassie nos llamó para salir a cenar ya que había regresado de sus vacaciones.
–Me alegro que, si pudieran salir, no saben cuánto los extrañé – dijo Cassie llegando a la pista de patinaje.
–Tres patines por favor – pidió Eliot al chico de la pista.
Cuando nos colocamos los patines Cassie y yo fuimos las primeras en entrar a la pista contrario a Eliot que era su primera vez patinando.
–Esto es complicando – decía agarrado de la orilla de la pista.
–Tranquilo, solo ten confianza en ti – gritó Cassie desde el otro lado de la pista.
–Lo haces ver muy fácil – contestó.
–Seguro que no quieras que pida protecciones – pregunté a su lado.
–No, no seré igual que los niños – contestó decidido.
–Bien, confió en que podrás – dije dejándolo solo y acercándome a Cassie.
– ¿Cómo estuvieron tus vacaciones? – preguntó.
–Bien, mi abuela vino a visitarnos – respondí – ¿y a ti?
–Fueron buenas, por fin pude descansar sin hacer nada – suspiró lanzándome una mirada sospechosa.
– ¿Todo bien? – pregunté.
–Sí…
–Cassie, te conozco, eres muy expresiva ¿qué sucede? – pregunté
–De acuerdo, pero júrame que si te digo no te molestarás – preguntó nerviosa mirando de reojo a Eliot.
–Somos amigas, ¿por qué me enojaría? ¿estás embarazada? – quise saber con preocupación.
–No… para nada, Grace me gusta Eliot – soltó de golpe.
–Espera ¿qué? ¿Eliot? – volví a preguntar.
Ella solo asintió y siguió patinando, yo volteé a ver a Eliot quien solo nos saludaba intentando estar de pie.
– ¿Desde cuándo? – pregunté.
–Hace un tiempo, pensé que se me pasaría, pero en estas vacaciones pude pensar mejor y me di cuenta que estoy enamorada Grace – respondió – pero escucha, tú amistad me importa más y si me dices que a ti te gusta yo me alejaré .
– ¿Qué? ¿gustarme Eliot? Cassie él se convirtió en uno de mis mejores amigos – respondí quedándome en silencio.
– ¿Te ha molestado cierto? – preguntó
–No, escucha, primero gracias por decirme, segundo los dos son mis amigos y si su destino es estar juntos ¿quién soy yo para decir que no? además harían buena pareja.
– ¿En serio? ¡Dios no sé porque estoy tan nerviosa! – dijo suspirando.
–Eso es lo que provoca el amor – expliqué sonriendo.
–Sabes siempre pensé que a ti te gustaba – soltó Cassie saludando a Eliot.
–Pues te equivocaste, solo es mi amigo– respondí perdiéndome en mis pensamientos.
Lo siguiente que pasó fue como Cassie hablaba a mi lado mientras que yo no prestaba atención, en mi mente solo se repetía lo que dijo “pensé que a ti te gustaba” hasta que su voz me trajo a la realidad.
– ¿Me ayudaras? – preguntó.
– ¿Qué? lo siento– quise saber.
–A llamar su atención, conquistarlo – dijo subiendo sus hombros.
–Sí, cuenta con eso, seré su cupido – comenté.
–Gracias, eres la mejor – agradeció acercándose a Eliot y ayudándolo a patinar.
–No puedo creerlo, Cassie es muy buena patinando – dijo Eliot llegando a mi casa.
–Sí, es muy buena – respondí bajando de la camioneta.
– ¿Todo bien Grace? – preguntó cerrando la puerta del piloto.
–Todo excelente, de hecho ¿quieres nieve? yo quiero nieve – dije entrando a la casa.
El resto de la tarde Eliot y yo la pasamos viendo diferentes películas y discutiendo sobre quién era el mejor spider man.
–Definitivamente es Andrew Garfield, aunque Tom hizo un buen trabajo – expliqué
–Para mí siempre será Toby – dijo riendo.
Un suspiro se escapó de mi boca y Eliot lo notó.
–Basta de helado, suéltalo… – ordenó a mi lado.
–Estoy bien – respondí.
-Grace, te conozco y sé que algo está pasando, ya tenemos suficiente confianza para contarnos las cosas – comentó Eliot.
- ¡Odio que me conozcas mejor que yo!  - solté en un suspiro.
–De acuerdo entonces voy yo – dijo suspirando – creo que nunca se lo he contado a nadie… Grace cuando era pequeño, no era tan cool como soy ahora, en realidad todos hacían burlas sobre mí, recuerdo un día que salí de clases y un par de niños me esperaban en la esquina antes de llegar a casa, me golpearon hasta que me sangrara la nariz, cuando llegué a casa mi papá estaba ahí, él me tomo en sus brazos y me llevo, fuimos al hospital, después de eso fuimos a comer un helado de menta, su favorito – suspiró –  mamá casi siempre trabajaba, no la culpo gracias a ella tengo todo.
–¡Eliot! – murmuré tomando su mano.

Prometo Quedarme Where stories live. Discover now