it's a date? ; one shot

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¿Quién no ha decidido posponer algo y después sufrir las consecuencias? A Yunsol le estaba sucediendo en este momento. El estrés que padecía estos días era causado por la cantidad de exámenes que tenía que evaluar y corregir, por los que le faltaban, y porque al mismo tiempo tenía que planear los temas que le debía enseñar a sus alumnos el siguiente semestre. Confiada en que le sobraba tiempo, empezó a hacer las cosas un poco tarde y ahora andaba a las apuradas intentando terminar todo a término. Ser profesor no era fácil, y mucho menos con una carga horaria tan grande como la que tenía la chica. Yunsol era una de las únicas dos profesoras de ciencias que había en todo el colegio, por lo que, enseñaba en varios cursos de diferentes grados.

—Ughh —se quejó, pasando sus manos por todo su rostro. Se rascó los ojos porque ya le dolía la vista.

Por suerte la sala de profesores estaba vacía, de no ser así, le sería imposible corregir exámenes con el barullo de los demás profesores. Kim Namjoon, profesor de literatura y colega de Yunsol, observó a la chica evaluando desde temprano, y para apaciguarle un poco la mañana, le llevó una lata de café para compartir un descanso con él.

—¿Te faltan muchos? —entró a la sala. Yunsol, sin mirarlo porque ya le conocía la voz, asintió reiteradas veces.

—Esto me pasa por haber querido ser feliz unos días y darme un descanso un poquito más largo.

El chico rio suavemente y se sentó frente a ella, dejando los cafés sobre la mesa.

—Tómate un break de 20 minutos conmigo. Te he traído este café para que no te duermas.

—Mi héroe —dramatizó, abriendo la lata para empinarse la bebida.

Namjoon y Yunsol eran colegas hace relativamente poco. Él llegó como profesor sustituto hace casi un año y quedó con el puesto permanente por ser muy buen educador. Ambos comenzaron siendo buenos amigos, pero poco a poco se fue formando una química indiscutible que ellos dos negaban, pero el resto de los profesores notaban a leguas. Nunca faltaba el coqueteo sutil disfrazado de amabilidad ni los chistes internos, pero tanto Namjoon como Yunsol aseguraban ser compañeros de trabajo y nada más.

—Gracias por esto —ella agitó el envase casi vacío frente a él. —Lo necesitaba.

—Lo sé, estuviste toda la mañana aquí metida ¿No tienes clases?

—Hoy es mi día libre, pero vine a la escuela de todas maneras porque tengo una reunión con padres en la última hora. En casa está quedándose mi madre momentáneamente... y ella es muy charlatana, si me quedo allí no sería capaz de terminar el trabajo ¡Estaría aún más atrasada que ahora!

El chico escuchaba con atención a Yunsol y la comprendía totalmente, porque a él también le pasó alguna vez. Son los famosos gajes de la profesión.

—Tú puedes con todo, Sol. —levantó el puño para darle ánimos. —No te hagas tanto drama.

—Eso espero.

—Eres la mejor profesora de ciencias que conozco, aunque no tengas algo planeado completamente, estoy seguro de que podrás enseñarlo igualmente. Ni hablar de los exámenes, si no te has dado cuenta, la pila de las hojas corregidas está un poco más alta que la pila sin corregir.

—Gracias Nam —sonrió enternecida. Un cumplido sobre sobre profesionalismo era, tal vez, mucho mejor que un cumplido sobre el aspecto físico.

—¿Recuerdas la canción que me enseñaste? La que inventaste para enseñar los elementos de la tabla periódica. —preguntó y Yunsol asintió. —Debo confesar que la adapté para enseñarle a mis alumnos los géneros literarios.

La chica largó una carcajada corta y acto seguido tapó su boca con ambas manos.

—¡Oye! quiero los derechos de autor —dijo entre risas.

—Tienes una risa bonita, no deberías cubrirte. —confesó Namjoon con total naturalidad. Él solía elogiar bastante a Yunsol, siempre con el respeto que se debe, y ella se desorientaba al principio, pero empezó a asimilar que era parte de su amabilidad. La joven profesora sonrió sin mostrar sus dientes y, con un poco de nervios, metió los mechones delanteros de su cabello detrás de sus orejas. —Volviendo al tema anterior —añadió el chico después de carraspear, aniquilando el momento tenso que se había creado. —Hablo muy en serio cuando digo que eres una gran profesora. No te preocupes, que vas a terminar todo a tiempo. Y si necesitas ayuda, cuentas conmigo, aunque no entienda muy a fondo la ciencia.

Yunsol esbozó media sonrisa, miró la lata de café sobre la mesa y debajo de su nariz para disimular el evidente sonrojo y pensó en algo para retribuirle las palabras tan reconfortantes.

—Si hablamos de buenos profesores, creo que no hace falta aclarar que tú lo eres también, por algo desplazaron al profesor anterior. Los directivos están encantados contigo.

—Cuando haces algo que te apasiona es natural el esmero en hacerlo impecable.

—El hecho de que tengas empatía con los niños influye mucho, tienes ese toque especial con ellos. Admirable.

—Me estas subiendo a un pedestal aquí, Yunsol. —expresó entre risas. —Tienes que parar antes de que me vuelva un presumido.

—Deberías, tienes con qué serlo. —reíste. —Eres gentil, atento, inteligente, apuesto, amable. El combo completo, Kim. ¿Cómo es que todavía sigues soltero?

—Hmph, no lo sé.

Namjoon cesó la conversación cuando se quedó mirándola en vez de contestar algo más. Yunsol regresó su vista a las hojas esparcidas frente a ella e intentó continuar con su trabajo, pero la mirada punzante del chico no le permitía concentrarse. Levantó de nuevo la vista y lo miró con el ceño apenas fruncido.

—¿Qué sucede? —preguntó ella con amabilidad.

Namjoon negó con la cabeza y se recompuso. —Uh, nada —soltó una risa nerviosa.

—Creí que tenía un moco colgando o algo...

El chico volvió a reír y desvió la mirada de la joven, buscando por el aire la valentía de invitarla a salir. Hace rato que quería hacerlo, pero no se animaba por miedo a una respuesta negativa por parte de ella. Él se daba cuenta de lo que pasaba entre ellos y quería confirmarlo, no estaba para vueltas. 

—Oye, Yunsol...

—¿Mhm?

—¿Quieres salir a cenar después de clases?

Yunsol levantó la cabeza otra vez y lo miró fijamente. Ella no era tonta para ser tan inconsciente con el tema del coqueteo. A veces sentía que lo era, otras veces pensaba que eran comentarios amistosos, por lo que, eso la confundía un poco y no quería sacar conclusiones apresuradas. Ahora Namjoon la estaba invitando a salir y la chica no entendía que tipo de invitación era exactamente. ¿Debería cerciorarse o dejar que las cosas fluyan para ver a dónde los lleva? 

—¿Cómo... si fuera una cita? —intentó asegurarse.

El chico se encogió de hombros. —Es una invitación a cenar para despejarte un rato, llámalo cómo quieras.

Claro que era una cita, ese era el punto de la invitación, pero la pregunta de Yunsol no le
pareció positiva y tuvo que hacerse el desinteresado para no cagarla, habían formado una relación tan linda que no quería arruinarlo con desentendidos. Ella asintió con una gran sonrisa, tampoco estaba para darle vueltas al asunto, y prefirió no pensarlo demasiado.

—Claro, me encantaría.

—Entonces... ¿Es una cita? —preguntó él a modo de afirmación.

—Si, es una cita.

Y la primera de muchas, tal vez, porque ya se conocían tanto que sabían que la iban a pasar bien. 

~

El nombre Yunsol no hace referencia a ninguna persona real, es un nombre escogido al azar.

namjoon ; imaginas, reacciones, one shots y +Where stories live. Discover now