Capítulo 19

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Maratón 2/?
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THERINE

—¿Te vio salir? —Pregunta Dylan. Yo me río porque viene con su traje elegante que lleva a la oficina y unos lentes oscuros.

—Dios, qué exagerado eres.

—¿Cómo que exagerado? —Se quita los lentes y mira de un lado al otro—. ¡Él casi nos descubre la semana pasada en la cena!

Pongo los ojos en blanco. Agustín ni se dio cuenta de qué era lo que hablábamos a pesar de que se notó que estaba confundido de que Dylan y yo habláramos en secreto. Sí, por poco nos descubre, pero sigue siendo exagerado que se disfrace como agente secreto solo para que "no nos descubra".

—Afortunadamente no se dio cuenta de nada, tonto. —Le quito los lentes y me los pongo yo antes de subir a su auto—. Le dejé una nota, está profundamente dormido y no despertará como hasta las doce.

—¿Y qué decía la nota? ¿"Nos vemos en la noche, mi amor, atentamente tu amorcito"?

Lo escucho subirse y prefiero que no verlo para que no note que se me calientan las mejillas de la pena.

—No le dije eso, obviamente, ¿qué te pasa? Él no es mi amor ni yo su "amorcito".

En realidad la nota decía que lo vería en unas horas, que su desayuno estaba en el microondas. Le puse un corazón que luego taché y puse mejor una carita feliz.

—Ajá, que te crea tu nana —Enciende y arranca, riéndose de mí—. Bueno, ¿y qué tienes en mente?

—Ya te lo he repetido toda la semana, habrá una celebración familiar y todo será una sorpresa, fingiré que quiero ir a otro lugar y lo llevaré allá. —Lo veo—. Como lo dijo Anadelia.

Hace un gesto de impaciencia.

—Hablo de tu regalo, ¿a mí sí me puedes decir qué es? Has estado muy misteriosa con eso, sé que tiene que ser sorpresa para Agustín, pero para mí no.

Vale, ya sabía a lo que se refería, desde que le dije que mi regalo sería justo lo que creía que Agustín amaría, no ha dejado de preguntar qué es, y claro está, tampoco se lo voy a decir de todas formas.

—Lo verás esta noche. —Prometo—. Recuerda que primero tengo que ir con la viuda de mi hermano porque escondí ahí el regalo por las dudas y pues también quiero invitarla, y luego con Anadelia que me dijo que tenía algo para mí.

—Es cumpleaños de Agustín, ¿cómo va a tener algo para ti?

—¿Yo qué sé? No pude decirle que no, es tan amable.

—La suegra perfecta, ¿eh?

—Ya cállate, ¿quieres?

Dylan se ríe porque vuelvo a mirar hacia otro lado. Toda la semana se ha puesto en ese plan y aun no entiendo qué lo ha motivado a darme carrilla con respecto a la relación que tengo con Agustín.

Que claramente, es falsa, pero él se ha empeñado en burlarse de que, según él, muy falsa no parece.

Y, por supuesto, no le diré que tiene la razón de que no lo parecemos, me niego a aceptarle que llevo estas semanas olvidando que todo es una maldita mentira.

***

—Llegamos. —Después de casi quince minutos de viaje, guiando a Dylan, por fin llegamos a casa de Montserrat.

La última vez que vine, antes del pasado martes a esconder mi regalo, fue semanas antes de irme a la playa, es más, ni había visto a Montserrat y a mis sobrinos desde ese día que les presenté a Agustín.

Un hotel para escapar contigo© [Todo contigo #3] PRÓXIMAMENTE EN PAPELTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon