Pedro Pascal-Actor

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Resumen: Pedro y tú estáis en un evento de alfombra roja y él no puede apartar los ojos de vosotros en toda la noche, así que tiene que hacer algo al respecto.

Los flashes de las cámaras prácticamente te cegaron mientras avanzabas por la alfombra. Estabas agarrando la mano de Pedro con tanta fuerza que casi lo lastimabas, pero él era demasiado orgulloso para decirlo. Todos los años tú y Pedro caminaban juntos por la alfombra roja y nunca fue menos estresante que la última vez.

Fotógrafos gritando tu nombre, el nombre de Pedro. Todos intentan llamar la atención de ambos y ninguno de ustedes sabe dónde mirar en particular. Pedro apretó un poco tu mano, una pequeña señal haciéndote saber que estaba aquí para tu apoyo moral.

Casi se podía ver la luz. El final de la alfombra estaba a solo 6 pies de distancia y solo tenías una o dos paradas más para posar. Tomando una respiración profunda pero con cuidado de no mostrar en tu rostro la ansiedad y el nerviosismo que estabas sintiendo, tú y Pedro, por fin, llegaron al final de la alfombra.

- Lo logramos, bebé- exclamó Pedro.

Levantó tu mano hasta su boca para darle un pequeño beso.

- El último de la temporada ahora podemos respirar, ¿verdad?- te dijo con una sonrisa. 

- Sí, gracias a la mierda- le dijiste y se rió.

Ambos se dirigieron al teatro donde se iba a celebrar la ceremonia. Ustedes dos estuvieron prácticamente de la mano toda la noche.

Atrapaste a Pedro mirándote toda la más de una vez. Sus ojos se encuentran de vez en cuando y una sonrisa diabólica se dibuja en su rostro. Sabes qué pensamientos sucios están llenando su cabeza en este momento. Y, sinceramente, no podías esperar a que él quitara este vestido de tu cuerpo y te devorara.

- Discúlpanos- dijo Pedro, te llevó a un área apartada.

Prácticamente no había nadie alrededor.

- Cariño, te he estado mirando toda la noche. No puedo dejar de imaginar tu bonito coño alrededor de mi polla. Lo necesito ahora- dijo prácticamente jadeando.

- ¿A dónde vamos? No podemos irnos, la ceremonia aún no ha terminado, Pedro- le dijiste, mordiéndote el labio ante su entusiasmo.

Pusiste tus manos sobre su pecho, frotando su pecho.

- Encuentra un lugar para nosotros, y yo soy tuya- observaste como lamía sus labios.

- Ven conmigo- dijo y te condujo al baño de hombres.

Afortunadamente, este lugar es demasiado lujoso y limpio para ser un baño de hombres.

Inmediatamente, las manos de Pedro estaban sobre ti. El vestido que tenías puesto era corto, nunca has sido una chica de vestidos largos, así que Pedro pudo subirte el vestido fácilmente.

- Joder, nena, no sabía que ibas a ir al comando- sonrió y te dio una palmada en la mejilla con fuerza, haciéndote soltar un pequeño grito.

Presionaste tu trasero contra él, moliendo su polla. Podías sentirlo ya duro como una roca debajo de sus pantalones.

- Déjame saborearte- le dijiste y te arrodillaste frente a él.

Tan pronto como se quitó los pantalones, agarraste su polla y envolviste tus labios alrededor de su punta. Su líquido preseminal estaba llenando tu boca. Arremolinaste tu lengua alrededor de su punta antes de tomar toda su longitud por tu garganta.

Dejó escapar un gemido profundo y entrelazó sus dedos en tu cabello. Empezó a meterse lentamente en tu boca. Dejando que su polla asalte tu boca como más le guste. Los ruidos de tus arcadas y chisporroteos en su polla llenaron la habitación.

- Sí, eso es todo, bebé- dijo sin aliento- Eso se siente tan jodidamente bien-

Lentamente te alejaste de su polla y te levantaste.

- Fóllame Pedro, por favor. Mi coño está tan húmedo para ti, lo necesito-

Te diste la vuelta y te enfrentaste a la pared, sacando el trasero para que él pudiera entrar en ti. Pasó su punta a lo largo de tus pliegues, tu humedad con el deslizamiento de su polla sintiéndose eufórico.

- Pídelo de nuevo-

- Por favor, Pedro. Por favor, cariño, lo deseo tanto-

- Esa es mi chica- dijo antes de empujar toda su longitud dentro de ti haciéndote soltar un fuerte gemido- ¿Cómo se siente eso? Mi pequeña y sucia  zorra-

- Muy bien papi. Tan jodidamente bien, oh Dios mío- jadeaste mientras él continuaba embistiendo tan profundamente dentro de ti que podías sentirlo en tu estómago.

Agarró tu cuello para acercar tu cara a la suya y te besó descuidadamente. Sus lenguas alcanzando a las de los demás y el sonido de sus embestidas y tus gemidos reprimidos resonaron en la habitación.

- Vas a correrte para mí, nena. ¿Vas a correrte en mi polla?- te dijo

- Sí, papi. Dios mío, te sientes tan jodidamente bien- dijiste.

Te sentías como una cuerda que se iba a romper en cualquier momento. Cogió el ritmo más rápido y te deshiciste para él. Besó tu cuello y la parte posterior de tus hombros y tus paredes se apretaron a su alrededor.

- Me voy a correr bebé, ¿dónde lo quieres?- te dijo, tu mente aún nublada.

- Dentro de mí, por favor- le dijiste.

Sus gemidos y blasfemias salieron de su lengua cuando lo sentiste terminar dentro de ti. Él salió y tú te bajaste el vestido y te volviste para mirarlo.

Agarró tu rostro y te besó, empujándote contra la pared del baño. Ambos fueron hambrientos uno con del otro, todavía eufóricos.

- Eres tan jodidamente sexy- te dijo y te mordió el labio inferior- Te voy a quitar vestido tan pronto como estemos en casa-

One shot- Smut ||Where stories live. Discover now