CAPÍTULO OCHO acto uno ❝la inimaginable luz que sostienes ❞
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- ESTO ES ASQUEROSO — menciona Glenn con una mueca mientras junto a Wanda entraban a una casa abandonada.
— Huele igual a cuando Tony se comió esos burros de frijol viejos... — Wanda sonrió a recordar aquel momento en el que su amigo estuvo toda la noche sin poder dormir ya que iba al baño cada tres segundos.
— Hey, no es mi culpa — reclama Tony. — tenía demasiada hambre.
— Dejen de jugar, pueden salir caminantes en cualquier momento.
— Vaya daryl, tenias que arruinar el momento. — menciona Tony ganándose una mirada de fastidio.
— Todavía no entiendo porque les dicen caminantes si esas cosas son zombies. — dice la pelirroja mientras junto a glenn guardaban provisiones que encontraron.
— Pregúntale a Rick, el llego al campamento llamándoles así. — dijo el antes mencionado.
— A ver Ricardo, cuénteme su historia...
— ¿Ricardo? — El líder la miró confundido.
— Apoco no suena mejor que Rick. — el comentario de la chica lo hizo reír, algo que no había pasado desde hace mucho tiempo.
— Había un hombre llamado Morgan, el me salvó al inicio de todo esto, el los llamaba así entonces yo hice lo mismo.
— Aparte es más original llamarlos así en vez de zombies. — dice Glenn causando una sonrisa en el rostro de Wanda. — ¿Y si mejor nos cuentan unas anécdotas de sus tiempos como héroes?
— Hubo una vez en la que en una misión Tony se quedó atrapado en su traje y estuvo una semana así.
— Ni me pregunten como le hice para sobrevivir, todavía recuerdo con horror cuando tuve que ir al baño... — menciona Tony con suspenso haciendo que los demás rieran asqueados.
— Podía vivir sin saber eso. — le dice Daryl.
— Bueno pues ya sabes así que para que te quejas.
— Hay que conocernos más. — habla Glenn antes de que una discusión empezara. — digo, si ustedes ya forman parte de nuestro equipo y nosotros del suyo, hay que saber más de nosotros.
— ¿Y como le hacemos? — pregunta Wanda mientras abre una puerta. — Oh por Dios, miren eso...
El grupo se acercó y vió una gran cantidad de comida, se miraron sonrientes y empezaron a saquear el lugar.
— Wanda eres un amuleto de la suerte, acabas de encontrar comida como para dos meses. — le dice Rick poniendo una mano en su hombro, causando que un escalofrío recorriera el cuerpo de la mujer. Esta por lo sucedido solo le sonrió.
