Atreverse a atreverse

Injusticias

Marcia se fue a hacer la primera ecografía acompañada de Esteban.

Mientras le realizaban el ultrasonido los dos estaban emocionadísimos escuchando los latidos del corazón del bebé.

- Bueno, aquí podemos observar que todo está en orden, la criatura se encuentra muy bien. -dice el ginecólogo-.

- ¡Gracias a Dios! -dice Marcia emocionada-.

- ¡Esto me parece increible, jamás pensé volver a vivir esta experiencia contigo! -dice Esteban emocionado-.

- Bueno, ya terminamos. Usted tiene apróximadamente 9 semanas. Es decir, 2 meses y 7 días.

- ¡Dos meses! -exclama Marcia sorprendida-.

- Sí... ya usted sabe todas las recomendaciones, debe aplicarlas muy bien ya que por su edad el embarazo puede ser más riesgoso. No debe hacer fuerza, agacharse ni muchos menos correr. Tampoco debe enojarse ni estar estresada. Tiene que estar tranquila y no hacer ningún tipo de esfuerzo.

- ¡No se preocupe Dr! Yo voy a estar muy pendiente a todas las recomendaciones que ha dado -responde Esteban-.

- ¡Muchas gracias Dr! Me voy a ciudar muy bien...

Marcia salió del hospital y llegaron a la mansión Lombardo.

- Bueno, a partir de ahora debes suspender el trabajo.

- Mi amor no seas tan exagerado, no me va a pasar nada con trabajar...

- Marcia, recuerda que debes estar tranquila, no debes estresarte y sobre todo estar en reposo. En estos momentos hay demasiado trabajo en la empresa. No creo que sea bueno para ti...

- Me voy a aburrir de estar aquí encerrada, sin poder trabajar... Yo necesito estar en la oficina...

- Está bien... puedes seguir trabajando conmigo pero vas a tener menos quéhacer. De lo demás me encargo yo...

- Listo, me parece bien...

- ¿Qué te parece si nos duchamos y descansamos?

- La verdad lo necesitamos, sobre todo tú... debes estar agotado, supongo que dormiste mal en ese sofá del hospital.

- Bastante diría yo... -se rie-.

- ¿Te sorprendiste al igual que yo cuando el ginecólogo dijo que tengo un poquito más de 2 meses?

- Sí -se rie-. Es decir que este hermosa criatura fue engendrada en la Rivera Maya.

- Tenemos que darle la noticia a los muchachos y a Alba.

- ¿Cómo crees que van a reaccionar Lucía y Hugo?

- No sé... Estoy segura que se van a sorprender muchisímo, creo que más que nosotros...

- Sin duda alguna, bueno, yo creo que a todos les va a sorprender mucho...

Al día siguiente Marcia citó a sus hijos para contarles la noticia.

Después de tanto insistir Marcia logró que los muchachos llegaran a la mansión Lombardo.

Esteban y ella prepararon un almuerzo para recibirlos en el jardín.

- Hola hijos... qué bueno que aceptaron venir. -dice Esteban-.

- Gracias, aunque lo hacemos por mi mamá.

- Lucía tiene razón...

Esteban se quedó callado, por más esfuerzos que hacía sus hijos seguían inflexibles con él.

- Hola mis amores ¿Cómo están? -llegó Marcia al jardín-.

Sus hijos la abrazaron al verla llegar.