Tus huellas en mi piel II

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Cuando llegaron a la habitación, Esteban la jaló, ella quedó sujeta a su cuerpo, él comenzó a besarla intensamente.

-¡Me encantas! -exitado-.

- ¡Te amo, me muero por ser tuya! -totalmente exitada-.

Esteban la recostó contra la pared de la habitación, ella inmediatamente subió sus piernas en la cadera de él.

Comenzaron a menearse suavemente, Marcia podía sentirlo y él a ella. A medida que sus cuerpos se exitaban más  sus movimientos iban siendo más intenso.

Algunos gemidos se hicieron presente, a ella le generaba mucho placer estar sujeta a él de esa manera.

Se besaban como nunca, sus respiraciones se entrecortaban de lo exitados que estaban.

Después de 20 años era la primera vez que hacían el amor.

Así que ambos tenían un sed de tenerse piel con piel que no podían controlar.

Esteban comenzó a desvestirla, sin duda alguna, su parte favorita era el cuello de Marcia. Lo succionaba como nunca y a Marcia le encantaba sentir eso.

Ella por su parte le desbotonaba la camisa y le succionaba sus pectorales, era la parte que más le encantaba de él.

Después de desvetirse el uno al otro se fueron a la cama.

Solo los acompañaba su ropa interior.

Esteban la acostó en la cama y comenzó a lamer todo su cuerpo.

Iba bajando poco a poco hasta que llegó a su zona intima, le quitó la prenda interior y comenzó a succionarla suavemente.

Unos cuantos gemidos salían de su boca, su abdomen se contraía del placer que le generaban las caricias de Esteban. Solo apretaba fuertemente las sábanas con sus manos y se mordía sus labios para contener todo lo que estaba sintiendo.

Marcia literalmente se sentía en el cielo. Esa sensación era de las cosas más maravillosas que había podido experimentar.

Esteban al verla tan exitada también comenzó a sentir unas terribles ganas de estar con ella.

Así que desesperadamente se desnudó por completo y comenzó a entrar en ella.

Él encima de ella comenzó a moverse suavemente y poco a poco su ritmo se fue intensificando.

Sus abdomenes se contraían y chocaban fuertemente.

Casi sin poder hablar totalmente agitados por el deseo

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Casi sin poder hablar totalmente agitados por el deseo.

-¡Te deseaba tanto! -le decía totalmente exitado-.

-¡Yo también te deseé tanto durante 20 años, eres el amor de mi vida! -exitada-.

De repente Marcia lo revolcó y ahora era ella quién quedaba encima de él tomando el control de todo.

Atreverse a atreverseWhere stories live. Discover now