Lo inesperado

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Marcia y Esteban ya tenían 2 meses de estar viviendo juntos en la mansión Lombardo.

Ella había comenzado a trabajar en la empresa con Esteban otra vez.

En este caso era la mano derecha de él.

Una tarde Marcia salió a dar un paseo con Lucía y Hugo porque ya tenía varios días sin verlos.

Después de estar caminando por un rato en el centro comercial a Lucía se le antojó un helado.

- ¡Miren eso! Una helado nuevo... se ve delicioso... vamos a probarlo...

- Yo no soy de comer helado -dice Hugo-.

- Ayy Hugo, ¡Quién cuenta contigo! ¡Nunca quieres nada!

- Bueno, ya no discutan... deberíamos probarlo -dice Marcia-.

- ¡Esooo mamá! ¡Por eso te amo! -le da un beso-.

Entraron los 3 a la heladería y se sentaron en una mesa...

- ¿ Y... cómo estás mamá? -pregunta Hugo-.

- La verdad, estoy contenta... me siento muy feliz viviendo con su padre. Además estoy ahora trabajando con él.

- ¿En la empresa?

- Sí Lucía, soy su mano derecha en todo...

- Tengo mucho tiempo sin ir allá... -dice Lucía-.

- Ustedes pueden ir cuando quieran, su padre y yo estaríamos muy contentos.

Por un momento hubo un silencio incómodo hasta que Hugo lo rompió.

- Y... ¿Él?

- ¿Tu papá? -dice Marcia-.

- Sí... ¿Cómo va con la empresa?

- Bien como siempre, sabes que él es muy bueno, sobre todo muy trabajador. Así que todo funciona muy bien...

Los 3 se terminaron su helado y siguieron su recorrido.

A los pocos minutos Marcia comenzó a ponerse un poco pálida.

- ¿No te sientes bien mamá? -dice Hugo-.

- Creo que el helado no me cayó bien, lo sentí muy dulce. Es que no estoy acostumbrada a comer helado.

- Mm, si sé que esto va a pasar, hubiesemos comprado otra cosa... -dice Lucía-.

- Sí... de seguro ahorita se me pasa...

Así transcurrió su día, ellos siguieron disfrutando.

Marcia llegó a su casa y se encontró con Esteban, ella comenzó a contarle como le había ido con sus hijos.

De repente comenzó a sentirse muy mal otra vez.

Salió corriendo al baño, Esteban se asustó y fue detrás.

- ¡Marcia! ¡Que tienes! ¿Por qué no me dijiste que te sentías mal? -preocupado-.

- Eso fue un helado que me comí con los muchachos pero me cayo muy mal...

- ¿Quieres que llame al doctor para que te venga a revisar?

- No, no hace falta... de seguro se me pasa, me voy a tomar un té...

Al día siguiente los dos estuvieron trabajando juntos todo el día en la oficina.

- ¿Te sientes mal?

- Sí, un poco...

- Sí, un poco

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