58. Combate.

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-¿Qué?

-Tal como lo oyes... Oh, mira, creo que ya llegó -hizo una pausa en la que Hoshi miró a todos lados, buscando la supuesta figura de Tamayo, pero no la vio-. ¿No vas a hablar?

-Cállate -respondió seria Tamayo y Hoshi se sobresaltó al oír su voz, especialmente en ese tono-.

-Así que hablas. Bien, ¿me dejarás continuar con esta charla familiar o prefieres continuar tú?

Se hizo un breve silencio mientras Hoshi seguía estando confundida.

-Se supone que jamás lo sabrías, Hoshi -empezó diciendo la mujer con dificultad-, pero...

-Pero viviste una mentira -la interrumpió Muzan-. Te abandonó.

-No es cierto -reprochó Tamayo con voz temblorosa de rabia y tristeza-. Te dejé con Ronin para protegerte.

La ojiceleste abrió los ojos y la boca en señal de sorpresa.

-¿Eh? -jadeó-.

-Muzan me halló en la montaña donde vivía con Hiro, un hombre que solía cazar demonios, pero que...

-Se enamoraron y tuvieron una hija, blah, blah, blah -interrumpió el varón-. Eso es obvio. Ahora cuéntale lo demás.

-Peleamos hasta el amanecer y yo te dejé en un río que bajaba por la montaña -explicó con tristeza-. Cuando fui por ti al siguiente pueblo, noté que ese hombre te había encontrado. Lo seguí. Lo vigilé. Supe que había perdido a su esposa e hija y, aunque quisiera tenerte conmigo, jamás estarías a salvo...

Hoshi cayó de rodillas. Todo lo que entraba por sus oídos era imposible de creer.

-Sé que es difícil de aceptar, pero esa es la verdad...

-¿Y por qué no la buscaste, eh? Cuando desarrollaste esa técnica para ocultar tu sangre, ¿no se te ocurrió buscarla? Digo, ahora podrían protegerse y ocultarse juntas-preguntó Muzan alzando la voz, fingiendo estar ofendido por Hoshi-.

-Me tomó diez años desarrollar esa técnica y pensé que ya tendrías tu vida hecha -hizo una pausa-. No podía llegar y desordenarla. Ganas no me faltaron, Hoshi, de verdad quería buscarte, pero cuando supe que estabas en la aldea de los herreros, supe que no podías estar más segura.

-¿Por qué no me lo dijiste en la mansión? -preguntó con un hilo de voz, ya que tenía un enorme nudo en su garganta-.

-Lo pensé, pero era lo mismo que si te lo hubiera dicho antes -su tono cambió a uno más calmado-. Te vi tan grande, tan hermosa, tan fuerte y radiante. Tuve miedo de que si llegase a decirte algo, te alejarías. No sabes cuánto me alegré por verte aquella vez, y lo mucho que me moría por decirte la verdad y que me quisieras como tu madre -su voz se quebró-. Hoshi, tú y Hiro me mostraron la luz y el amor aún cuando creí que nunca más estaría frente a ello.

Permaneció en silencio, aún en el suelo, procesando todo lo que acababa de oír.

-No lo entiendo...

-Nunca te amar...

-No -le interrumpió Hoshi a Muzan-. Lo que no comprendo es por qué tanto el afán de mantenerme oculta, de esconderme cosas y así... ¿Qué es lo que pasa conmigo? -preguntó alzando la mirada, aunque no había nada que mirar-.

El Sol También Es Una Estrella [KNY x OC]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora