53. Frío.

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-...Kotoha fue tan desafortunada. ¿Hubo un momento feliz en su vida? Ella tenía una existencia sin sentido.

-¡¡YA BASTA!! -gritó Hoshi, cortando las últimas palabras despectivas del relato de Douma y soltando con cuidado los hombros de Inosuke; poniéndose de pie, en guardia, y mirando con ira al demonio- ¡¡MALDITA SEA, CÁLLATE!!

Estaba realmente triste por ver a Inosuke en el estado ausente en que se encontraba, pues nunca lo había visto de esa forma.

-Realmente es un milagro -comenzó diciendo el ojiverde, sorprendiendo a Kanao y Hoshi que lo miraron de inmediato-, conocerte aquí... El demonio que mató a mi madre ¡¡está justo ante mis ojos!!

Lo miró con rabia pura, apretando sus dientes y colocándose de pie preparado para atacar.

-¡Permíteme agradecerte por dejarme recordar!, ¡¡No sólo te cortaré la cabeza!!, ¡¡TE MOSTRARÉ CÓMO ES EL VERDADERO INFIERNO!!

Douma pareció extrañarse ante las palabras del joven y comenzó a explicarle cómo era que no existía algo llamado infierno, pero Inosuke estaba demasiado enfadado como para aceptar alguna otra palabra que saliera de su boca.

-¡¡Si no hay un infierno, entonces haré uno!!, ¡¡YA CÁLLATE, MALDITO!!, ¡¡NO HABLES DE MI MAMÁ COMO SI FUERA UNA INFELIZ, MALDITA ESCORIA!!

La luna agitó el abanico y apareció nuevamente la nube, pero Inosuke ideó un ataque que dispersaba el viento al girar las katanas. Era el momento de atacar.

Kanao y Hoshi se aproximaron audaces, Douma chocó ambos abanicos contra sus katanas, pero a Hoshi la golpeó con mucha más fuerza. Ambas cayeron al agua, pero la ojiceleste tardó más tiempo en levantarse.

Desde antes de caer al agua ya estaba manteniendo la respiración debido a los ataques de Douma, así que la mantuvo por el tiempo indefinido que se mantuvo ahí, bajo el agua, que la cubría por completo. No había perdido la conciencia totalmente, pero estaba algo aturdida a causa del golpe que recibió su cabeza al impactar con el suelo.

Relajó su rostro casi de manera inconsciente, pero no se levantó. Algo sucedía. Aunque siempre se mantenía cálida desde que tenía memoria y el frío no era un problema para ella, la baja temperatura del agua no resultó tan abrumadora como esperaba.

Se quedó un tiempo en esa posición boca arriba, mientras su cuerpo buscaba la forma de mantenerla a una temperatura corporal normal y, extrañamente, la encontró.

Abrió los ojos de golpe y salió del agua al instante. Su respiración estaba algo agitada, pero no como si hubiera estado aguantándola por un tiempo, sino como si hubiera dado una suave corrida. Respiraba por la nariz, y ni si quiera tosía. Incluso se le hizo mucho más sencillo volver a enfocar la vista que en otras anteriores ocasiones.

-Sus técnicas son realmente buenas, así que se los dejaré - Douma le hablaba a dos estatuas de hielo que, al parecer, él había creado-.

Notó que Kanao e Inosuke estaban dando todo de sí, y Shinobu estaba cayendo, por lo que supuso que habían intentado poner en marcha el plan, pero Douma yacía intacto sobre el puente, yéndose.

-¡MALDITO NO HUYAS! -gritó Inosuke-.

Apenas había finalizado, Hoshi llegó tan veloz junto a Douma que nadie la vio, ni si quiera él. Estaba adrenalínica, apretaba sus dientes y su katana con tanta fuerza que sobresalían sus venas.

Cortó su brazo derecho, dejando caer el abanico, pero lo arrebató justo antes de que Douma pudiera regenerar su brazo y tomarlo. Dio un salto hacia atrás y se alejó, con el abanico en su mano izquierda y su katana en la derecha.

El Sol También Es Una Estrella [KNY x OC]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant