Dulce Secreto [DraTake]

| 08 |

Al llegar a la ambulancia los paramédicos se dedicaron a revisar el estado del Alfa, colocarlo en una camilla, le colocaron oxígeno y pusieron unas gasas en la herida para intentar parar el sangrado, bajaron al Omega de la ambulancia para poder emprender su rumbo al hospital, pero agarro con su mano la puerta del vehículo.

-Tengo que ir, es mi Alfa- dijo con la voz entrecortada

Hanma que estaba observando la escena se sintió mal por Hanagaki, por lo que decidió intervenir- Él también esta herido, miren su mano- agarro la mano lastimada y la levanto para que supieran que no era mentira

-Muy bien, en el camino te vendaremos y en el hospital un doctor te revisara

Un poco más aliviado subió- Hanma te veo allá-

-Por supuesto-

Se activaron las sirenas para irse de ahí, Takemichi se sentó en donde le indicaron para revisar su mano, la lavaron para quitar cualquier partícula que pudiera iniciar una infección poniendo en riesgo su integridad y después se la vendaron con mucho cuidado pidiéndole que no la moviera mucho.

Gracias a la lluvia eran pocas las personas que estaban en la calle permitiéndole a la ambulancia moverse con facilidad entre las calles, los únicos ruidos que había era el sonido de la maquina conectada a Draken mostrando sus signos vitales y el de la sirena.

El ojiazul tenía los ojos cerrados, estaba intentando no llorar y mantenerse sereno ante la situación, apretaba los dientes para que de igual manera ningún sollozo lo delatara. De repente fue interrumpido por un quejido y su mirada se dirigió al chico del dragón, este le extendió la mano, aunque estaba llena de sangre.

De forma inmediata el Omega la tomó, sentía la piel del contrario un poco fría, eso le preocupaba y de la nada los ojos de su Alfa se abrieron.

-Gracias Michi- dijo con dificultad- Te debo una

-No digas esas cosas amor- sonrió, pero su sonrisa tembló y paso a ser una mueca

-Se que Koko e Inupi cuidaran bien de ti- sus ojos volvieron a cerrarse y la maquina emitió un chillido constante indicando la línea de muerte

- ¡Paro cardiaco! ¡Hazte para atrás chico!

Soltó rápidamente la mano y observo como iniciaban el RCP, sus ojos estaban abiertos por completo al igual que su boca, había entrado en shock. Su lobo aullaba con dolor, sentía la pérdida de su otra mitad.

¡No! ¡No puede ser! No me dejes pensó

-¡Alfa!- esta vez no pudo evitar llorar

Al llegar al hospital siguió de cerca a las enfermeras que transportaban al más alto hasta que entraron a quirófano y vio como se lo llevaban, las puertas cerraron para que un letrero en rojo brillara indicando que iniciarían con la cirugía.

Desorientado se recargo en la pared y se fue deslizando poco a poco hasta tocar el suelo, no imaginaba una vida sin él, tenía que sobrevivir, no podía dejar a su Omega solo, que pasaría con su futuro, con los cachorros que quiere tener con él.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una enfermera lo llevo a una sala diferente para que atendieran su mano de manera correcta, revisaron que ningún nervio o tendón estuviera lastimado, luego procedieron a coser su mano indicándole que tendría una cicatriz enorme.

Cuando terminaron con él y le dieron las indicaciones de los cuidados que debe de tener regreso a la sala de espera, no obtenía respuesta alguna y así que lo único que podía hacer era esperar, necesitaba a su hermano o a Koko para que con su olor lo tranquilizara, que le dijeran que Draken estaría bien.