Capitulo 31

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El tiempo paso, el mes pasó, y las pesadillas habían parado. Ella se dio cuenta una noche en la que despertó y lo vio al lado, no tenía miedo, no estaba en su cabeza aquel día horroroso, solo por su mente pasaba los últimos meses que había estado junto a Jughead. No entendía como y cuando había parado, solo sabía que no habían vuelto las pesadillas. Tenía ese mes sobria, no había bebido, ni consumido nada, tal vez uno que otro cigarrillo que compartía con el pelinegro, algo que ahora tenían en común y disfrutaban. Esa madrugada lo vio dormido a su lado, con la boca ligeramente abierta, realmente él le había cambiado toda su vida, ahora veía las cosas diferentes, no todo en la vida era sufrimiento como ella estaba acostumbrada, empezó a entender que cada cosa así sea la mas pequeña se debe disfrutar, y lo entendía gracias a él. Esa noche solo sonrió al verlo y con una lágrima que caía por su cara de felicidad, le dio un corto beso en sus labios agradeciendo lo que había hecho por ella.

Ese mes había hecho el intento de mejorar su alimentación, y lo estaba haciendo, aunque a veces veía la comida y sentía culpa, pero no es fácil superar eso cuando desde pequeña te lo habían inculcado, pero con Jughead y Fp definitivamente eso se estaba acabando, aunque ahora estaba aprendiendo un poco mas de la cocina, a pesar que seguía quemando las cosas, pero eso a pocos les importaba, siempre Jughead tenía como arreglar eso que arruinaba la rubia. Junto con Cheryl ahora les enseñaba a como bailar a las chicas del bar, después de aquel día la pelirroja decidió que era inaceptable que esas chicas presentaran ese baile tan "nefasto", como lo había dicho la pelirroja, por lo que ahora ambas les enseñaban como mejorar sus pasos y como utilizar el tubo para ser mas sexy en el baile. 

Ahora era casi otoño y empezaba la brisa fría junto con los árboles coloridos que se veían desde la ventana de la habitación de Jughead, o la habitación de ambos, porque ahora la compartían juntos, ella ahora se sentía en un hogar, un hogar que jamás había tenido y que con el pelinegro solo había logrado.

— Hey! —entra a la habitación cerrando la puerta tras él— Como amenaces Betts? —se acerca a ella para besarla en la mejilla

—sonríe al verlo, esta estaba junto a la ventana leyendo una de las escrituras del pelinegro— Sabes que esta historia particularmente me encanta

—se acerca para ver— Oh esa la hice cuando estaba empezando en la serpientes...

— Si, me encanta la intensidad en que la escribiste, es muy original Juggie

—se sonroja un poco— Que bueno que te entretengan mis historia Betts... —toma una ropa, pues recién había salido de la ducha— Iras hoy al bar? A practicar con las chicas

— Mmm... no lo se —toma su teléfono— No te importa que le envié esta historia a un amigo?

—voltea a verla frunciendo el ceño— No se supone que nadie debe saber sobre ti?

—suspira— Él es diferente, no está involucrado en nada de este mundo... —se acerca a él para ver la ropa que usaría— Te queda mejor con el jean negro

—suelta un risa— Ahora me das consejos de moda?

—se encoge de hombros— Puedo enviarle la historia? O parte de ella...

— Con tal eso no te meta en problemas...

—aprieta sus mejillas— Claro que no Juggie! —dice emocionada— Por cierto a donde vas tan temprano?

—hace una mueca— Tabitha me llamó y me dijo hoy era la cita para ver si nos decian el sexo del bebé, entonces quiero ir...

— Oh... —baja su mirada— Entiendo...

— Pero será rápido Betts, luego vendré e iremos al bar y mostraras tu diseño de la chaqueta para todos no? —dice tratando de desviar un poco la conversación

¡Solo te elijo a ti!│BUGHEAD DARBARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora