capítulo 55.

12.8K 857 663
                                    

-Bueno- dije ya sentándome en el asiento del piloto y Enzo estaba sentado en el de copiloto- dale ahora quiero saber cuál es la sorpresa.

-Pará ansiosa- me dijo Enzo riéndose- dejame ver como te lo digo.

Rodeé los ojos.

-Dale Enzo la haces re larga papu- le dijo impaciente.

-Bueno mami, esperá- dijo y agarró su campera que estaba en el asiento de atrás.

Lo observé revolver sus bolsillos en busca de algo que parecía no encontrarlo, hasta que por fin lo sacó.

Era una tarjeta que me resultaba conocida, como que ya la hubiera visto en algún lado pero no me sonaba de donde.

-¡Charán!- dice sonriedo mientras me dió la tarjeta para que viera de que se trataba.

Cuando lo miré y lo leí de cerca pegué un grito de emoción que me dieron ganas de saltar por todo el auto.

-¡Ay, Enzo! ¡Me muero boludo!- dije exaltada de emoción- ¡Es un pase VIP para ir a verlos jugar!

Me salió agradecerle y tirarme arriba de él para darle un abrazo, me lo correspondió y se notaba la felicidad en su cara también.

-Me vas a ir a ver jugar por primera vez con la selección Ari, a mi y a los chicos- dijo contento sin romper el abrazo.

-¡No lo puedo creer boludo, no lo puedo creer! ¡Gracias!- le dije emocionándome- ¿cómo lo conseguiste?

-No fue difícil- me dijo mientras terminábamos el abrazo- ahora vienen los amistosos de la fecha FIFA y ya me dijeron que voy a debutar, en lo primero que pensé fue en avisarte a vos y que estés ahí entonces pedí si podía conseguir esa tarjeta VIP y me dijeron que solo era para familiares del jugador y..

Fruncí el ceño.

-Pero yo no soy familiar- dije cuando vi que hizo una pausa.

-Ahora sí sos- me dijo sonriendo- les dije que eras mi novia, sé que es mentira pero era para que me la den, espero que no te moleste.

Abrí mis ojos impresionada, no por sus palabras, sino por el enorme cosquilleo que sentí en la panza cuando de su boca salieron las palabras "mi novia".

-¡Enzo!- le dije riéndome- No me molesta pero ¿tu novia? Podías haber dicho que era tu prima o algo.

-¿Y qué tiene?- preguntó haciéndose el boludo- ser mi novia es ser prácticamente familia, si yo tengo ganas de hacerte hijos todos los días.

No pude evitar soltar una carcajada por las cosas que tenía que escuchar de él.

-Igual lo importante acá es que tenes un pase VIP- me dijo acercándose a mi y buscando mis labios, le correspondí la búsqueda y me saqué las ganas que tenía de saborearlo.

El chape empezó ya de por sí intenso, con las manos de Enzo agarrándome la cara casi el cuello para besarme a su antojo.

Sin separarme de su boca, dejé el pase VIP como pude sobre el asiento y procuré seguirle los movimientos a Enzo.

Jugué con mis mordidas y suavemente tiraba de su labio inferior, tan carnoso que me volvía loca, entonces los besos empezaron a subir de tono y con ellos, subía también el calor adentro del auto.

A medida que nos comíamos, Enzo soltaba algún que otro jadeo sobre mis labios logrando excitarme más.

Su lengua no tardó en aparecer y acto seguido apareció la mía para seguir provocando.

-Vení- me susurró entre labios- vamos para la parte de atrás.

Asentí con mi cabeza sin decir nada y ambos nos tiramos para el asiento de atrás despacio.

Para hacerlo lo más rápido posible, ya que estábamos en un estacionamiento de un lugar público lleno de gente que estaba entrando y saliendo, nos fuimos sacando solo las prendas de abajo, obviamente mi top se había corrido un poco por las ganas y lujuria de Enzo, pero lo primero en desaparecer fueron mi jean y su pantalón cargo.

Yo estaba arriba de él pero mientras Enzo bajaba sus besos hacia mi cuello y mi pecho, nos fuimos moviendo y él me fue corriendo sutilmente hasta yo quedar abajo y él encima mío.

No podía evitar soltar breves gemidos por la locura que me generaba el contacto de su boca y sus manos con cualquier parte de mi cuerpo, mientras que mis manos no dejaban de acariciarle la espalda pero la mayor parte del tiempo se encontraban en su pelo, tironeándolo.

Entre la presión de nuestros cuerpos, podía sentir el miembro de Enzo apretarse contra mi feminidad, que ya estaba duro y mi cuerpo lo quería a gritos.

Empezó a moverse por encima de la ropa, logrando sacar gemidos deseosos de mi boca una y otra vez mientras que mis caderas se movían con él.

Una de las manos de Enzo bajó a mi parte inferior que solo vestía mi tanga de color negro y la corrió a un costado para acariciar mi clítoris unos segundos y bajar enseguida a introducir sus dedos en mi.

Cerré mis ojos en un jadeo de placer cuando los sentí adentro.

-Qué rico lo mojada que estás por mi- susurró en un tono excitado.

Movió sus dedos un poco más para terminar de provocarme hasta que no aguantó más y los sacó para bajar su bóxer y sin previo aviso, me penetró con ganas.

Enzo se apoyó sobre mi y empezó a moverse a velocidad media, ni era suave, ni era muy rápido.. hasta ahora.

Mi espalda se arqueaba y mis piernas lo apretaban para sentirlo más pegado a mi y que sea más rico el sexo, nuestros cuerpos se juntaban a la perfección como rompecabezas y ni hablar de lo bien que se entendían cuando nos movíamos juntos.

Estaba tan excitada que no podía evitar dar vuelta mis ojos y abrazar a Enzo cada vez más fuerte por culpa de sus embestidas que iban subiendo de velocidad y de fuerza.

Enzo ya no se preocupaba por ocultar sus gemidos de placer y eso me calentaba el doble, eran solo nuestros gemidos y nuestras respiraciones agitadas las que se escuchaban en el auto.

-Enzo..- jadeé su nombre-..me estoy por venir.

-Hermosa aguantá un poco más- jadeó él para poder venirnos a la misma vez.

Me solté de su abrazo y me dejé caer en el asiento del auto, pudiendo apreciar a Enzo completamente de vista encima de mi.

Lo miré a los ojos y moví mi cintura acorde a sus embestidas y él no dejaba de morderse los labios para después pasar a abrir su boca y soltar los gemidos que tanto me ponían.

Me agarró por sorpesa del cuello suavemente y se agachó hacia mi para desgastar mis labios en un beso y tapar nuestros gemidos por unos segundos mientras seguía moviéndose adentro mío.

Estaba haciendo un gran esfuerzo por aguantar hasta que sentí su respiración agitarse más y finalmente habló.

-Me estoy por venir- balbuceó y enseguida me dió otro beso seguido de sus últimas embestidas antes de que sacara su miembro y yo pudiera correrme tranquila al igual que él.

Ambos nos acordamos que estábamos en el auto de Ota, por ende no podíamos ensuciarle nada con ninguna cosa rara.

Enseguida nos entendimos con las miradas y cuando sacó su miembro de mi, se arrodilló en el asiento y me lo metió en la boca apurado.

Succioné y lo chupé unos segundos hasta que se vino en mi boca y no dudé en tragármelo.

Enzo se recostó sobre mi y me encajó un beso mientras sonreíamos, nos quedamos unos segundos así hasta que nuestras respiraciones agitadas cesaron un poco.

-Vos sos mía, ¿me escuchaste?- me dijo mirándome.

-Si- le dije asintiendo, dejando que se me escapara una sonrisa.

El celular de Enzo sonó por la notificación de un mensaje, él lo leyó sin moverse de mi pechos y se rió en voz alta.

-¿De qué te reís?- le pregunté curiosa.

-El Ota me mandó un mensaje- dijo- y me puso que estaban viniendo para el estacionamiento todos, que nos pongamos la ropa.

Tentación. (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora