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Las lágrimas recorrían sus ojos, estaba hecho bolita dentro de un cubículo del baño, lloraba desconsoladamente sin remedio.

Escucho como patearon la puerta, sorprendentemente la derribaron. Era una chica que vestía pantalón acampanado que le llegaba a la cintura dejando su ombligo a la vista, usaba un top color negro y un labial color vino, bastante atrevido, usaba su cabello corto agarrando su cabello con una colita sencilla.

- Ya chama, encontre uno calientito - dijo la chica sonriendo con un acento venezolano, de pronto dos muchachos y una chica más se encontraban a los costados de la mujer.

- Cómo te llamas pana? - dice otra de las mujeres.

- N-no este... No me hagan nada porfavor - dijo haciéndose hacía atras, chocando con el retrete.

- No te haremos daño, al menos que... No nos digas cuál es tu nombre - dijo uno de los muchachos jalandolo del cuello de su camisa.

- En su gafete está su nombre Einstein - dijo una de las muchachas.

- Guillermo Ochoa, eh? Memo... Te comió la lengua el gato? -

El arquero nego asustado, no quería salir con moretones por todo el cuerpo.

- No te haremos nada, por ahora no nos apetece lastimar tontos - dijo la chica riendo.

- Y-yo no soy un t-tonto! - dijo para hacer contacto visual con la chica.

- ¿¡Cómo te atreves a gritarle a una dama!? - dijo para darle una fuerte cachetada.

- ¡Rebeca, no lo lastimes! - dijo el chico.

- Uhg... De acuerdo - la muchacha desistió y se hizo para atrás dándole espacio a su otra compañera.

- Déjenme al cachorrito, yo me encargaré de todo - la chica lo miro a los ojos.

- Sabes? No tenemos dónde apagar nuestros cigarros y estamos buscando nuevos amigos - el arquero se pregunta que tiene que ver una cosa con la otra, ve como un chico le pasa un encendedor y la chica prende el cigarrillo.

Lo fuma y suelta el humo frente su cara, provocando que tosa al instante.

La muchacha acerca el objeto a su muslo y pega el cigarrillo allí, provocándole un grito ahogado por la chica, que le tapo la boca para que no los delatara.

Veía como los otros se reían burlescamente, al igual que la chica.

- Creo que ya es suficiente - dijo el chico más alto de todos.

- Es una pena, yo me quería seguir divirtiendo - dijo para levantarse y ofrecerle la mano al arquero.

- Serás uno más de nosotros - dijo la chica.

- N-no quiero herir a los demás -

- Prometimos que tú serías nuestra última víctima, todos los integrantes de este grupo están marcados - dijo para levantarse la blusa y enseñarle su marca cerca de las costillas. Después, los otros le procedieron a mostrar las marcas de cigarro en diferentes partes de su cuerpo. En el pecho, cerca del pelvis, la espalda y el cuello, la más letal.

- Vamos a caracterizarse viejo! - dijo el chico más bajito.

...

tamagochii06

sobreestimulacion (Messi x Ochoa)Where stories live. Discover now