Capítulo 108: "Hoy, mañana y siempre"

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—Se nos acabó la mermelada—informó la madre de Roy rascándose la nuca y mirando a su hijo como si le pidiera en silencio que fuera a comprar una

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—Se nos acabó la mermelada—informó la madre de Roy rascándose la nuca y mirando a su hijo como si le pidiera en silencio que fuera a comprar una.

—¡Mamá! —se quejó el aludido, luciendo de nuevo como ese adolescente que odiaba ir a la tienda.

—Ay, vamos, no seas llorón y ve. Es para ti y tu novio, haz un esfuerzo—Roy resopló, pero quiso sonreír orgulloso ante el adjetivo usado para referirse al rubio, quien se sonrojó en su lugar, sentado en su regazo.

—Bien—musitó resignado y abrazó la cintura de Conan con una sonrisa, mirándolo—¿vamos?

—Lo tuviste bastantes horas, déjalo hablar con su suegra ¿quieres? —lo regañó su madre en tono molesto, haciendo al castaño bufar.

—No le cuentes nada vergonzoso, por favor—pidió al tiempo que Conan se levantaba y él tomaba el dinero sobre las alacenas con cara de pocos amigos.

—¿Qué le podría contar? ¿Qué llorabas por él casi todas las noches después de que se fue? Eso no es vergonzoso, es triste.

—¡Mamá! —exclamó Roy sonrojado mientras apretaba la mandíbula y le enviaba una miradita a su madre, quien reía entre dientes.

—Vamos, ya vete de una vez—el joven resoplando le hizo caso alzando la menos en rendición al tiempo que salía de la cocina.

Conan solo podía mirar la mesa, pensativo luego del comentario de la adulta.

—¿Y bien? ¿Cuánto tiempo piensas quedarte? —le preguntó la susodicha con una sonrisa.

El rubio frunció los labios y trató de sonreírle.

—Bueno, no mucho—suspiró agachando los hombros—de hecho, me voy mañana temprano.

La adulta abrió los ojos de golpe.

—¿Qué? ¿Tan pronto? —cuestionó sorprendida y Conan asintió pesaroso.

—Debo seguir con la universidad, me temo que aún me faltan dos semestres para culminar, así que...—contó, retorciendo sus dedos en su regazo al notar la preocupación que surcó el rostro de la señora Beckman.

—Vaya, entonces Roy y tú...

Conan sonrió nervioso.

—Seguiremos, no se preocupe—afirmó y la señora alzó las cejas, sorprendida— Pretendo terminar la universidad y volver para quedarme indefinidamente.

Ella pareció respirar aliviada luego de retener el aire.

—Por un momento pensé que nunca volverías y que de nuevo Roy empezaría a comportarse como aquella vez.

El rubio frunció los labios, bajando la vista.

—¿Cómo era eso? —cuestionó rascando con sus uñas la piel de su mano, tratando de distraerse— ¿Fue... Muy difícil de sobrellevar?

Mi Chico RevoltosoWhere stories live. Discover now