Capítulo XI

93 11 18
                                    


Narra Ricky.

El pasa delante de mi con su taza de café que incluso desde mi lugar puedo oler con intensidad.
Se acerca a mi, se sienta a mi lado y me mira.

—Entonces, ¿está enojada?— dice Chris. Lo miro y el habla de nuevo.—No puedes estar así siempre.

—Ya no está enojada, le expliqué.— El no preguntó más, le había dicho antes lo que planeaba decirle a Jaime. Había hablado con ella aquella noche, la abracé y comencé a decirle que estuve todo el día planeando nuestro aniversario, le dije que habría música, una cena y una sorpresa. No pudo evitar estar apenada por haber hecho una escena enfrente de todos nuestros amigos.

A decir verdad, nunca hemos festejado nuestros aniversarios a excepción del primero. Siempre pasa algo que molesta el uno al otro y por ende terminamos durmiendo en lugares separados.

Claro que hay reconciliación, pero para ello la fecha ya habrá pasado.
Después de contarle se disculpó, aunque sentí pena de mentirle. Hasta ahora estamos bien, dormimos y desayunamos juntos. Por la tarde ella sale con sus amigas y yo visito a _____ y -algunas veces- voy a trabajar.

—Sé que no es asunto mio— inicia diciéndome.— pero, ¿piensas mantener todo esto así?

—Chris, es lo único en lo que pienso.—Volteo a verlo.—Parezco un idiota pero, sé que todo saldrá bien. Amo a _____ y estaremos juntos — le digo sonriendo.

El no parece muy convencido pero, después de todo como el dijo "no es asunto suyo".

Había estado bebiendo tanto últimamente y este día tampoco era la excepción. Hoy Chris accedió a acompañarme aunque el solamente estaba tomando café, era aburrido pero el siempre decía que su misión era cuidar de sus amigos borrachos.

—Creo que es hora de irme— se levantó pero instintivamente jalé de su brazo con poquita fuerza.

—Noo. Chris, llévame contigo —le dije pero no respondió.—Está bien, te libero.

—Vamos —hizo una seña con su cabeza y no dudé en seguirlo.

Salimos y subimos a su auto y aunque mi mente daba vueltas, el aire fresco de la noche era tan agradable y me hacía sentir libre.
La calma de estar al lado de Chris era inigualable.

—A decir verdad, no sé que hacer —Se me escapó de mi boca pero ya estaba.

—Yo también pasé por tu misma situación —contesta aun con su mirada en la carretera oscura.

—¿Qué hiciste?

—Bueno, yo era a quien engañaban— soltó una risita amarga que sé que hay todo menos diversión en ella.

Me mantuve en silencio y comencé a pensar en que el más que nadie debe de pensar que soy un idiota y una escoria.

—Debes de estar consciente de que el daño se lo haces no solo a una persona, es lo último que te diré sobre tu situación— y lo entendía, ninguno de mis amigos debieron de lidiar con mis tonterías.

—Lo siento— respondí pero me pidió que dejara de disculparme con el.

Pasamos la noche hablando sobre cualquier otro tema, por un momento me sentí fuera de presión estando con el.

Algunas horas pasaron y mi cabeza estaba por explotar, solo sabía que en automático salían balbuceos de mi boca y que, por más que me esforzaba para decir algo en concreto, más parecía un estúpido.

Chris reía sin parar y en algún momento estaba en llamada con alguien, quien también se reía de lo que estaba diciendo.

Me cansé de no entender nada así que iba a subirme al auto de Chris, pero en cambio terminé con mi cara en el suelo a lo que Chris paró de reír y comenzó a levantarme.

My little angel (Ricky Olson y tu) (+18)Where stories live. Discover now