Capítulo III

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Ricky

Estaba concentrado tomando fotos esa tarde, la verdad es que el hecho de que Jaime no haya llegado a dormir desataría otra pelea pero estaba cansado, así que terminé en un parque al que nunca había ido, era muy bonito y podría sacar buenas fotos. Todo esto me distraía de mi vida amorosa, antes eran los conciertos pero estamos de vacaciones, a cualquiera le caerian bien unas vacaciones pero ese no es mi caso.

Sentí pasos detrás de mi y esperaba encontrarme con alguna autoridad diciendome que no puedo pisar su preciado césped o algo por el estilo.
Me di vuelta y me encontré con una niña.

—Disculpa, cerca de aquí hay una fuente muy hermosa— dijo una voz muy bajita y suave, parecía hablar con pena— quizás te guste fotografiar el lugar.
En lo que hablaba me quedé observandola, era muy bonita, de hecho parecía algún personaje de una película antigua. Le sonreí en agradecimiento.

—Eso estaría bien— respondí —¿podrías llevarme?
Ella se puso feliz y asintió con entusiasmo. Se dio la vuelta y comenzó a caminar y yo la seguí. Me puse a su lado, era muy bajita y olía a cereza.

—¿Cómo te llamas? —pregunté después de un momento.

—Oh, es cierto. Fui muy tonta y no me presenté-dijo volteando a verme— me llamo _______, ¿y tu?

—Ricky, mucho gusto ______

—¿Desde cuando tomas fotos? —preguntó mientras nos dirigíamos al lugar que me había mencionado.

—Creo que ya casi tres años.
Ella sonrió.

— Quise sugerirte ese lugar por que está olvidado y nadie va ahí— dijo mientras cruzabamos por el parque.
Habíamos caminado unos minutos y entre ramas y árboles fuimos llegando al lugar. —Es aquí.

El lugar era hermoso y acogedor, el suelo era de piedras muy bonitas y en efecto, en el medio había una fuente con poca agua saliendo de ahí. Algunas ramitas habían crecido ahí y la rodeaban.
El césped estaba adornado con pequeñas y dispersas flores. Los árboles rodeaban el lugar, podría ser un lugar perfecto para esconderse.

El sonido del agua era tranquilo y ______ se sentó en una banca que se encontraba ahí y yo me senté al lado de ella.

—Es hermoso y tranquilo— le dije después de observar todo el pequeño lugar.—¿cómo descubriste aquí?

Ella se tomó un momento, parecía querer recordar antes de hablar.
—Mi mamá me traía de pequeña, no se como descubrió esto

Nos quedamos en silencio pero no era para nada incómodo, más bien era tranquilizador y reconfortante.
Ella se levantó y caminó hacía un rosal con algunas flores brotando. Es tan bonita y no pude evitarlo y tomé una foto de ella acariciando sus petalos. El sonido de la cámara hizo que ella volteara.

—Oh no... no deberías tomarme fotos a mi —respondió nerviosa.

—¿Por qué? Es una linda foto —le respondí observando lo que habia capturado.

—No soy bonita, me da mucha pena —dijo con voz más bajita.

—Eso no es cierto —dije rodando los ojos.- ¿quieres ver la foto? — ella negó—sería una lástima eliminarla.
Ella lo pensó y se acercó a mi para verse.

En realidad salía bien, no encuentro coherente como una persona tan linda pueda considerarse fea. Al observar ella me dio una sonrisita.

—Tomas fotos muy lindas —dijo en voz bajita.

—Puedo tomarte más, si quieres. Tiene tiempo que no le tomo fotos a las personas.— Ella lo pensó y de un momento a otro se me salió decirle...—eres muy bonita, por favor.

Sus mejillas se ruborizaron y yo apunté la cámara y ella río.
Comencé a tomar un par de fotos y ella parecía feliz.
Cambiabamos de lugares y yo era adicto a verla moverse de un lado a otro y juguetear con las plantas del lugar.

—Yo quiero tomarte una foto —dijo después de un momento.

Fue algo extraño por que yo siempre soy el que está detrás de la cámara.

—No lo sé, es raro...—y luego me interrumpió

—eres muy bonito, por favor —dijo imitandome.
No pude evitar reírme y ella se acercó para quitar mi camara que colgaba de mi cuello. Se acercó tanto que podía volver a oler su perfume. Algunas gotas de lluvia comenzaron a caer pero no nos importaba.
Se alejó y apuntó la cámara hacía mi. Tomó un par de fotos pero seguro y no saldría igual de bien que ella.
Ella se detuvo pues la lluvia comenzó a der más rápida.

—el problema será salir de aquí— dije y ella asintió. Nos fuimos de prisa por que aún nos quedaba camino hacía donde estabamos inicialmente.
Ibamos de regreso caminando rapidamente pero la lluvia cada vez era más rápida.

—¡Corre! —gritó, agarró mi mano y salimos corriendo juntos.

Conforme pisabamos los charcos de lluvia ibamos salpicando agua, sus pequeñas calcetas tenían gotitas de lodo y mis zapatos estaban sucios.
Después de correr por algunos minutos, llegamos a una cafetería y no dudamos en refugiarnos ahí. Su cabello se pegaba a su rostro así que decidí a ayudarle a quitarlo. Ella reía por lo que habíamos hecho.

—Deberíamos de tomar algo —dijo y me pareció una muy buena idea, tenía frio.

Nos sentamos junto a una ventana y pedimos chocolate caliente.
La pasamos tan bien, comenzamos a conocernos y me di cuenta que tenía buen gusto en música y películas. Teníamos algunas cosas en común, para parecer una chica tan delicada tenía su lado oscuro.

—¿ Qué edad tienes? —preguntó después de haberle dicho que amaba las caricaturas.

—Oye, para eso no hay edad...—respondí tratando de parecer indignado y eso le pareció gracioso.

—Pero en serio, quería saber tu edad

—26, ¿tu cuantos tienes?— pregunté de vuelta.

—18 —dijo sonriendo.

Ugh, quizás si teníamos mucha diferencia de edad pero en serio me gustaba pasar el rato con ella. Después de eso seguimos hablando tranquilamente hasta que la lluvia se detuvo después de un buen rato.

—Debería volver —dijo mirando como la tarde caía.

—Puedo llevarte, si no te molesta.—
Sonrió y asintió.

Caminamos hacia mi auto entre pasto humedo. Cuando llegamos puse la calefacción así ella podría entrar en calor.

Ella se acomodó en el asiento mientras yo iba en marcha. Noté de reojo que su vestido se había subido y aunque no quería verla era como si trajera escrito "Mirame y no apartes la vista"
Dios, me sentía tan sucio. Ella iba mirando por la ventana mientras en ella dibujaba con sus dedos.

—¿Qué haces con las fotos que tomas? — preguntó mientras alejaba mis pensamientos.

—Las publico, algunas veces a las reviatas les gusta lo que hago y también tengo una página en internet

—Me gustaría ver tu página —dijo.

Tenía pena de preguntarle su número, tendría que ser cuidadoso si no pensaría que soy raro, no sé.

—Podría mandartela... si quieres— dudé un momento pero mientras hablaba ella sacaba de su pequeña bolsa una pluma con un papelito. Comenzó a anotar algo y me lo extendió, era su número.

—Llegando a casa te enviaré un mensaje— dije mientras llegabamos al lugar en donde me había indicado. Nos despedimos y ella salió del auto, observé que entrara y ella volteó y antes de irme me lanzó un besito con su mano.

Dios.

My little angel (Ricky Olson y tu) (+18)Where stories live. Discover now