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OCHO SEMANAS ANTES…

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OCHO SEMANAS ANTES…

Entré en Dutchman’s, una pequeña tienda de regalos en el embarcadero, y seguí a Emma y a Louisa entre los pasillos. Habían insistido en venir conmigo para ayudarme a elegir un regalo de cumpleaños para Adrien, a pesar de que todavía no lo conocían.

Habíamos recorrido el muelle todo el día, pero no habíamos tenido suerte.

—Si nos presentaras a ese tipo, todo esto sería mucho más fácil.

Emma cogió un pez de plástico y sonrió.

—¿Le gusta el pescado?

—¿Un paquete de cajas de sardinas? —Louisa se encogió de hombros.

«Aggg…».

—Voy a echar un vistazo… —Fui a la parte trasera de la tienda, pero me paré cuando vi una vista del océano desde las ventanas.

—Impresionante, ¿no? —Una mujer clara de mediana edad se detuvo a mi lado, sonriente. Iba vestida totalmente de blanco, lo que sentaba como un guante a su cuerpo delgado, y llevaba recogido el pelo en un moño. Tenía los ojos muy verdes, matizados con tonos esmeralda y motas doradas, y por alguna razón me resultaban familiares.

—Mucho… —convine—. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando llueve? —Me había dado cuenta de que la ventana estaba rota y de que el suelo necesitaba un buen arreglo.

—Bueno, la semana que viene nos pondrán una ventana nueva, pero el suelo… No sé. Nos gustaría que la gente siga viendo la vista, ya sea que llueva o brille el sol.

—Deberíais utilizar tonos bambú, no amarillos, que se desvanecerán en solo seis meses. Un fondo marrón con un acabado liso parecerá más auténtico y hará destacar los tonos tierra del local.

Le brillaron los ojos mientras me tendía la mano.

—Soy Emilie.

—Marinette.

—De acuerdo, Marinette; estaba pensando más bien en un blanco básico de plástico que sea sobre todo barato, pero lo tendré en cuenta si este lugar llega a dar beneficios. —Se rio—. ¿Puedo ayudarte en algo?

—Estoy buscando un regalo de cumpleaños para el hombre con el que estoy saliendo, y no sé muy bien qué comprarle…

—¿A ese hombre le gustan los yates?

Asentí con la cabeza.

—Ven, cariño. —Me llevó hasta el mostrador—. Aquí hay muchas cosas para alguien a quien le gusten los yates, pero tienes que elegir bien. ¿Vais en serio?

Me sonrojé.

—No lo sé. Es que…

—Ya veo, es algo serio. —Sonrió—. Tengo un regalo perfecto. — Desapareció en la trastienda durante varios minutos y regresó con una caja marrón que deslizó hacia mí por encima del mostrador—. Esto. 

𝙈𝙤𝙣 𝙋𝙖𝙩𝙧𝙤𝙣 | 𝘼𝘿𝘼𝙋𝙏𝙀𝘿+16 | 𝘼𝘿𝙍𝙄𝙉𝙀𝙏𝙏𝙀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora