[ CAPÍTULO 7 ]

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Las semanas pasaron. El rizado seguía acudiendo con normalidad a la universidad, intentando evitar en todo momento a la morena. Aun así, nunca le quitaba el ojo de encima. No se fiaba de ella, pero tampoco le gustaba verla sola, deambulando cómo un fantasma por los pasillos.

Acababan de terminar la clase de laboratorio. Los alumnos se agolparon hacía la puerta de salida en cuánto el timbre sonó, pero el rizado esperó a que la sala se vaciase. Estaba recogiendo las cosas tranquilamente cuándo comenzó a escuchar unos gritos seguidos de gente alentando. Dejó sus cosas sobre la mesa y salió rápidamente encontrándose con el motivo de aquel barullo. Andrea estaba pegándose con una chica rubia. Enzo intentó abrirse paso entre la gente que las rodeaba, consiguiéndolo finalmente. Se interpuso en la pelea agarrando los  brazos de Andrea con una mano y con la otra sujetándola de la cintura.

- Estate quieta - gruñó en su oído

- Quiero matarla - respondió la chica enrabietada

- ¡Eres una puta! - gritó la otra

- ¡Llevárosla joder! - grito Enzo sentándose en el suelo, sujetando a la chica entre sus piernas - ¡Respira Andrea! - obligó

La gente comenzó a separarse, dejándolos ahí sentados en el suelo. La morena tenía varios rasguños, algunos en la mejilla y labio y su ojo comenzaba a tomar un tono violáceo. Estaba tan sumido en sí, inspeccionándola que no se dió cuenta de cómo comenzaba a llorar mientras se giraba hacía él y lo abrazaba por el cuello. Él la sujeto suavemente, colocando su camiseta correctamente, ya que debido a la pelea la tenía ligeramente subida, revelando parte de su abdomen.

Cuándo ya estaba más calmada y había dejado de llorar, se separó de su cuello despacio. Se miraron a los ojos, estaban demasiado cerca, pero Enzo seguía sin confiar en ella.

- Creo que tienes que empezar a contarme las cosas - dijo el rizado

Decidieron saltarse la última clase del día. La ojiverde no estaba en buen estado cómo para acudir a la última lección del día. Llegaron hasta el aparcamiento, dónde esperaba la Ducati de Enzo. Éste le tendió el casco y ella con cuidado se lo puso, hizo un gesto de dolor cuándo el casco rozó levemente su mejilla.

- ¿Bien? - preguntó Enzo y ella asintió

Se sentó tras él, colocando sus manos sobre su abdomen, aferrándose a él. El rizado no estaba acostumbrado a aquella sensación, nunca había llevado a nadie en su moto. Sonrió para sus adentros un poco nervioso y se dirigió hasta su casa. No sabía si estaba tomando la decisión correcta, pero tenía que curarle esas heridas y necesitaba hacerlo en un sitio en el que él se encontrase tranquilo y sin peligro.


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Llegaron a los pocos minutos y cuándo bajaron de la moto, fué él quién ésta vez retiró el casco con cuidado. La melena morena volvió a caer con naturalidad sobre los hombros de la chica, tapándole levemente la cara. Enzo, con cuidado, retiró el cabello que le tapaba el corte de la mejilla, encontrándose con la mirada apenada de Andrea.

Despite Everything // Adaptación Emiliaco // Enzo OsorioWhere stories live. Discover now