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Omnisciente

Aquel chico de tez morena, se encontraba en una verdadera encrucijada.

A su corta edad había descubierto lo mucho que le gustaba ir de fiesta y divertirse.

A pesar de las muchas chicas que lo rodeaban constantemente, él se sentía solo, en su pecho se encontraba un vacío el cual no se cerraba.

Hoy era otro día más, rodeado de sus amigos en una gran fiesta.

Leandro vislumbró a la distancia a una hermosa chica, su corazón se aceleró y su curiosidad por ella creció.

Las personas a su alrededor bailaban al ritmo de Dancin y ella también, meneaba sus caderas de un lado al otro, su cabello rizado parecía una cascada por su pequeña cintura, mientras sonreía.

Él parecía hipnotizado por su belleza, comenzó a bailar al ritmo de la música y a acercarse a ella, juró no haber visto una mujer tan linda antes.

Su tez blanca, sus ojos oscuros bajo la tenue luz del salón, poco a poco se encontraba más cerca, su proximidad era tal que podía ver sus espesas pestañas y sus pequeñas pecas, bajo su mirada a sus labios rosados y carnosos.

El ambiente era simplemente mágico, ella se acercó a decirle algo.

Leandro enarco una ceja confundido y se aproximó a ella preguntando.

—¿Decías algo?—, la chica se acercó aún más, Leandro podía sentir su respiración en el cuello, notó también que aquella chica era casi de su altura.

—Qué haces mirándome como un acosador—, la última palabra la dijo en un susurro, causándole a Leandro un leve cosquilleo en el cuerpo.

—Eres muy hermosa—, ella sonrió y sujetó la mano de Leandro llevándolo hacia afuera de la fiesta.

Se escuchaba a lo lejos la música, ellos se abrían paso hacia la fría noche.

Él dejó de caminar y sus ojos se posaron en los de la hermosa chica.

Ella no podía dejar de mirarlo, ambos se encontraban en un tipo de hipnosis.

—¿Cómo te llamas?—, ella fue la primera en romper el silencio, su voz era suave y dulce, una melodía para los oídos de cualquiera pensó Leandro.

—Leandro Brown—, acercó su mano a la de la chica con el fin de estrecharla, ella hizo la misma acción.

Sus manos eran delicadas y suaves.

—Ya te dije mi nombre, ahora dime el tuyo—, ella sonrió.

—Soy Isabella—, ambos sonreían mientras sus miradas se cruzaban.

Mientras tanto nuestra protagonista se encontraba con su ahora novio, John.

Él se esforzaba en ser todo lo que ella quería, mientras Tori estaba confundida, o eso creía, cada día se ilusionaba más con John.

Victoria y John estaban en el cine teniendo una de sus citas.

Él se encargó de comprarle todas las golosinas que ella le pedía, pues era su niña consentida.

Victoria se sentía la chica más feliz a su lado.

Notaba cómo las personas a su alrededor los miraban,  estaba consciente de que eran el retrato de unos adolescentes enamorados y la complacía sentirse así.

—Eres tan hermosa—, susurró él.

Ella sonrojada solo sonrió.

En la sala de cine pocas veces cruzaban miradas, él la observaba mientras creía que ella no se daría cuenta.

Para John la chica que se encontraba sentada a su lado era tan diferente a las demás.

Victoria no encajaba en el prototipo de mujer ideal, por el contrario era distraída y muchas veces torpe, sin embargo para él era perfecta, las emociones que le producía y la forma en la que lo hacía sonreír era mágica.

Su vida estaba llena de grises y ella era un lienzo lleno de colores.

Es por esto que cada vez que la observaba quejarse o hacer una mueca sonreía, pues su mundo ahora giraba en torno a aquella pequeña niña que ahora era su niña.

Había muchas cosas que Victoria no sabía de John, él era peligroso, no andaba en buenos pasos, trataba de alejarse de esa vida, pero todo había llegado demasiado lejos.

Iban saliendo del cine cuando el celular de John sonó, él sabía exactamente quién era, sabía muy bien lo que debía hacer.

—No vas a contestar tu celular—, Victoria sostenía un paquete de papas, mientras le daba un sorbo a su bebida.

John trató de disimular la incomodidad que esto le causaba.

Él hizo una pausa en su andar, sacó el celular del bolsillo y puso su mejor cara en disimular.

—No es nada importante—, dijo con despreocupación, pero Tori sabía que algo más pasaba, el leve fruncido de John fue el que lo delató.

...

Amigos de Wattpad perdón por desaparecer tanto tiempo, también les quiero agradecer porque ya mi historia tiene 2.7k, estoy muy feliz.
Los quiere, Nat.❤️

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2022 ⏰

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