Asistente Torpe.

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—¿Limpio la habitación?—Pregunta la chica de limpieza.

—Si—Digo sin ánimos.

Salgo de la habitación de hotel y comienzo a caminar hacia la alcaldía después de pensarlo mucho llegue a la conclusión de que no me rendiría con Oliver, incluso si tenía que volver a empezar.

El lugar está repleto de gente yendo y viniendo con papeles, bebidas o simplemente hablando.

—Buen día—Saluda la chica al frente del mostrador.

—Buen día—Hablo con amabilidad.

—¿En qué la puedo ayudar?—Pregunta sin borrar su brillante sonrisa.

—Estoy aquí por el trabajo—Miento, ser parte del equipo flecha me había servido.

—¿Rosé Romanoff?—Asiento—Tu solicitud ha sido denegada, el puesto no es tuyo—Dice con pena mirando su computadora.

—Tiene que haber un error—Declaro con enojo fingido.

—Disculpe señorita Romanoff—Dice sincera—Pero aquí dice...

—¡Necesito el trabajo!—Chillo—¡Yo puedo hacer muchas cosas...

—¿Qué pasa aquí?—Me quedo helada al escuchar su voz.

—Nada señor Lance, solo le explicaba a la Señora Romanoff que su solicitud de empleo fue rechazada—Explica, no me atrevo a verlo.

—Señorita—Murmurro avergonzada.

—¿Porqué deberíamos darle el trabajo?—Pregunta intrigado.

—Por que no tengo un empleo—Guiño un ojo buscando bromear.

—Sigame—Ordena.

Hago caso y subimos por el elevador sin decir algo, cuando subimos camina hasta llegar a una oficina, el entra y siento mi corazón doler al ver a Queen.

—Esta chica está buscando trabajo pero su solicitud fue rechazada—Explica señalandome.

—Si así fue no hay razón para que esté aquí—Dice Thea sin sonar grosera.

—Lo se pero tiene coraje y eso necesitamos en nuestros empleados—No puedo ver sus expresiones.

—Ya están todos los lugares ocupados—Hace una muca.

—Puedo hacer cualquier cosa—Intervengo—Puedo limpiar, puedo ayudar, se hablar español, inglés, italiano y ruso.

Ambos me miran sorprendidos.

—No hay lugares a menos de que...

—Eso no—Advierte Quentin.

—Pudes ser mi asistente.

(...)

En mi hora de comida me dedico a buscar a Oliver y Demián pero ninguno da señales de vida.

También tenía el asunto de Aidan lo cual se complicaba debido a que no podía entrar a la bodega en donde lo tenían. Un problema más.

—Aquí esta su pedido—Dice el cajero con una sonrisa.

—Gracias.

Toma los vasos y emprendo camino a la alcaldía a llevar las bebidas de Thea y Lance, ser su asistente era más cansado de lo que creía.

—Creí que no llegarías—Gurñe Thea sin levantar la mirada de unos papeles.

—Disculpa a Thea, ella está estresada—Explica Lance.

GOLD EYES ~Oliver Queen~Where stories live. Discover now