Capítulo 04: Recuerdos.

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— En realidad... estoy yo sola con mi bebé — Dijo Elizabeth bajando la mirada.

— Oh, lo lamento mucho.

— No importa, seré la madre más fuerte que alguien pudiera conocer — contestó sonriendo.

— Bueno, te dejo, ¿te parece bien ir a tomar algo otro día? — preguntó Ludociel y Elizabeth sonrió y asintió.

— En dos días será el Baby Shower. Estás invitado, por si quieres ir.

— Por supuesto, ahí estaré.

Se despidió de Ludociel y fue hacia el cuarto del bebé, faltaba la cuna, y los juguetes, las paredes tenían un bello color gris mate. Se acercó a una imagen donde estaba con Meliodas; sonrió y se le escaparon algunas lágrimas, recordó el momento cuando lo conoció. Tenía quince años y un chico nuevo había entrado al curso y se sentó al lado de Elizabeth.

— Un gusto, me llamo Elizabeth y me gusta que me digan Eli o Beth  — dijo extendiendo su mano, y con timidez aquel niño acepto su apretón de manos — ¿Cuál es tu nombre? — preguntó y el chico tardó unos segundos en contestar.

— Soy... soy Meliodas — respondió — Un gusto.

Ambos se miraron y sonrieron, desde ese momento se volvieron inseparables, eran los mejores amigos, ella estaba de novia con Ludociel, un chico de pelo negro y largo. Cuando ambos terminaron, Elizabeth fue a los brazos de Meliodas, estaban en su casa y le acariciaba el cabello diciéndole que era muy bonita y que Ludociel no sabía apreciarlo.

— ¿En serio crees eso? — Preguntó la peliplateada —  solo lo dices porque eres mi mejor amigo — dijo sentándose en la cama mirando para el otro lado.

Meliodas tomó su mentón, haciendo que lo mirara. Fueron unos seis segundos que se quedaron en silencio y el joven la besó con toda la pasión posible. Cuando se separaron, se miraron y rieron, era el primer beso de Meliodas y él deseaba que fuera para la persona indicada. 

— Eres preciosa, y no te lo digo solo porque soy tu amigo, sino porque desde que te conocí me gustaste. Tienes una hermosa personalidad y un bello cuerpo — dijo — Todos mueren por ti, Elizabeth, y yo soy uno de ellos.

Ella se sonrojó y sonrió, tomo la mano de su mejor amigo y besó sus labios tiernamente. Desde ese momento fueron novios, eran inseparables, se amaban tanto que ese amor les salía por las orejas. A pesar de que Meliodas tenía muchas pretendientes, él solo se fijaba en Elizabeth, y todas la envidiaban. Envidiaban que ella estaba en el corazón del rubio.

Cuando ingresaron a la misma universidad tenían diecinueve años. Ambos amaban la arquitectura y era sus sueños diseñar edificios, casas, parques y un montón de cosas más.

Con la chica que peor se llevaba era con una pelirroja llamada Liz, quien se le insinuaba a Meliodas, y siempre estaba pegada a él. Una vez se pelearon a los manotazos porque Liz le robó un beso que Meliodas no aceptó. Desde ese momento se llevaron mal y cada vez que ella se acercaba a Meliodas, Elizabeth la fulminaba con la mirada.

Un día fueron a tomar unas malteadas a Candy Candy y Elizabeth se había manchado la nariz con crema y Meliodas untó en su dedo crema y le dijo:

— Creo que te manchaste la nariz.

— ¿Qué? ¿En dónde? — preguntó Elizabeth y miró su nariz, pero no pudo evitar que Meliodas la embarre más crema en la cara.

— Aquí — dijo él manchando su rostro.

—¡Meliodas! — rió Elizabeth limpiándose con una servilleta.

Ese día se la pasaron fenomenal, cuando llegaron a casa de Meliodas miraron películas y comieron palomitas. Cuando la película terminó, ambos se miraron y se besaron con pasión. Ese fue la primera vez que hicieron el amor. Ambos se amaban y les encantaba del otro, pero todo se desmoronó cuando Elizabeth le dijo a Meliodas que estaba embarazada. Nunca pensó que él fuera tan cobarde y que se haya ido de su vida. Le dolía, y mucho. Pero debía seguir adelante tal y como le dijeron sus amigos.

— Diane — dijo Elizabeth por teléfono — Necesito que vengas — siguió y su amiga sin preguntar, a los cinco minutos ya estaba en su casa.

— ¿Sucede algo, Eli? — preguntó la chica de dos coletas mientras entraba al departamento.

— Como ya sabes, Navidad se acerca cada vez más y este año me tocó hacer el postre y las galletas de jengibre — habló — Y necesito tu ayuda.

— ¿Es en serio, Eli? — Preguntó con sarcasmo — Eres la mejor haciendo dulces, tortas y galletas.

— Lo sé, Diane — respondió Elizabeth — Pero el pequeño guerrero pesa mucho. Y me cuesta hacer las cosas que solía hacer — sonrió, pero de repente su cara cambió a una de asombro.

— ¿Qué sucede? ¿Estás bien? — preguntó su amiga preocupada.

— Acaba de dar una patadita — dijo con amor — Ven, toca mi panza.

La amiga pelicastaña se acercó a la barriga de Elizabeth y la tocó, de repente una patadita sorprendió a Diane y miró con amor al pequeño Tristan.

— En serio serás una madre ejemplar y fuerte — dijo la pelicastaña.

— ¿Pero qué hare cuando Tristan me pregunte por su padre? — dijo Elizabeth preocupada.

— Solo dile que no tiene, cuando sea más grande le dirás la verdad — contestó Diane — Pero no puedes decirle a los cinco años que su padre lo abandonó porque era un cobarde.

— ¿Qué tal si se burlan de él en la escuela? — Volvió a preguntar más preocupada — ¿Qué haré? — Suspiró y negó — Esto será más difícil de lo que pensé.

— Tranquila, cocinemos y luego lo resolveremos.

Elizabeth sonrió y asintió.

Comenzaron haciendo las galletas de jengibre. Cuando se cocinaron entre las dos las decoraban con colores navideños. Las formas eran de un muñeco, un gorro de Santa y unos árboles de navidad. Mientras dejaban que se secaran, comenzaron con el pastel.

Necesitaban dos tazas de harina, dos huevos, una taza de azúcar, media cucharadita de polvo para hornear, media cucharadita de canela, un vaso de agua tibia, margarina blanda, dos tazas de frutas abrillantadas y una pizca de esencia de almendras.

Y comenzaron a cocinar. Cuando por fin la terminaron completa, la mandaron al refrigerador para que no se echase a perder.

Se sentaron en el sofá para ver películas y comer palomitas, eso era lo mejor de cocinar, ya que terminaban y descansaban con una buena película de comedia.
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¿Qué les pareció?
¿Cómo están? Espero que súper bien, yo feliz porque se acerca navidad y va a haber un especial de esta historia. Así que léanla y después me dicen como les pareció.
¿Tienen alguna teoría sobre lo que va a pasar con Meliodas y Elizabeth?
Cariños❤️
Moon_

Mamá te dará el mundo enteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora