↷✦; 08 ❞

995 126 76
                                    

El móvil del joven vibró pero este lo apagó segundos después, llevaba evitando tanto mensajes como salidas con Wilbur desde hace 2 semanas, coincidían de vez en cuando en el grupo que tenían en común pero siempre soltaba una excusa para despedirse y salir de la conversación antes de que el castaño hablará. Le hacía mal a su corazón, esos actos le estaban haciendo mal a su pequeño corazón pero según él era inevitable que en algún momento ─ya hubiera sido en un futuro lejano o cercano─ tendría que sufrir lo mismo, estaba destinado a estar solo, todo ser vivo que tocaban sus manos moría, cada persona que conocía se alejaba igual como se acercó, como un completo desconocido. Eso le hizo replantearse varias veces si se tenía que separar también de sus recientes amigos, solo salía de su casa para ir a la Universidad y al trabajo, ya ni siquiera usaba el mismo metro por no cruzarse a su amor imposible ─según él, era demasiado bueno y perfecto, no se lo merecía─ algo que si se lo contaba a Wilbur diría que era absurdo.
Se limitaba a imaginar en posibles interacciones entre ambos antes de dormir, varias veces se despertó alarmado por haber soñado en una relación con el castaño, sentía que era pecado, más aún si se estaba alejando.

Estaba enfadado con sus sentimientos, ¿Por que le hacían pasar tan mal rato si sabían que estaba destinado a ello? Destinado a estar solo, según él, una simple confusión que tomó por verdad, el universo solo lo juntaba a Wilbur cada vez más, él, ciego le seguía él ritmo que a veces era rápido y otras lento. El hecho fue confirmado cuando saliendo del trabajo fue a la casa del castaño, inconscientemente volvía a sus brazos como un cachorro que acababa de ver lo cruel del mundo y volvía a su madre por refugio.

Quackity suspiro cuando se dió cuenta que volvía continuamente al número 199, se dispuso a seguir su camino hacía la nueva estación que tomaba últimamente, misión que fue interrumpida por su energético amigo Tommy.

─¡Big Q! ¿Sales de casa de Wilbur? Ya me extrañaba no veros juntos, ¿Fue como una de estas peleas de parejas? ─ Las palabras del menor le recordaron a sus sueños y pudo notar como su fría cara ahora se tornaba caliente.

─ Siempre mal interpretas todo... Simplemente estoy enfermo y no salgo mucho, menos por lo necesario. ─ Utilizó un tono de broma y obviamente coló una mentira, no tenía porque decirle la incómoda verdad y no lo haría.

─ Me alegro que ya se vuelvan a hablar, últimamente estaba muy desanimado y seguro es por eso. ─ Su corazón se encogio al escuchar tal confesión, giró a mirar la puerta del castaño y sus labios mostraron tristeza, tenía ganas de abrir la puerta, darle un abrazo y contarle que no se sintiera mal, que solo era él siendo un bobo.

─ Lo siento mucho, ¿Ibas a verlo?

─ Si, la verdad no contesta los mensajes ni a mi ni a nadie desde hace 4 días y me preocupa, ¿Han hablado ustedes? ─ Quackity se hundió, su respiración se entre corto y dejó su mochila que llevaba al trabajo caer para correr a la puerta con el número 199.

Llamó al timbre y se desesperó al no tener respuesta, forzó la puerta y trás unos intentos con ayuda de Tommy pudo entrar, aceleró el paso hacía el cuarto de Wilbur, allí estaba. Se tapó la boca con fuerza para no gritar pero reaccionó cuando Tommy entró a su lado y se quedó petrificado, corrió hacía el cuerpo que colgaba de una cuerda atada a la lámpara, bajó el cuerpo con rapidez y apretó su cara sobre el pecho del contrario.

─¡Tommy respira, llama a la ambulancia, todavía respira! ─ gritó al menor exaltado y el joven rubió hizo lo que le mandaron enseguida.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La Siguiente Estación  - QuackburWhere stories live. Discover now