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Quackity se despertó por el molesto sonido de una alarma que después se calló, abrió poco a poco los ojos para encontrarse con la mirada de Wilbur que tenía un brazo estirado para apagar la alarma.

─Buenos días, perdona por haberte despertado, se me olvidó apagar la alarma ayer.

─Esta bien, igualmente creo que me iba a despertar pronto.

Quackity se estiró un poco y se acomodo hasta que escuchó un gruñido de parte de Wilbur, el azabache levantó la mirada confundido hasta que se acordó en la posición que estaban y que seguramente le había golpeado, se apartó sonrojado y miró a otro lado.

─Perdona, no me di cuenta.

─No te preocupes.

En cuanto escucho la risa de Wilbur lo volvió a mirar más tranquilo.

─Vamos a desayunar.

Invitó Wilbur agarrando la muñeca de Quackity y guiandolo a una cocina pequeña, más de lo que se podía imaginar la verdad.

Wilbur empezó a sacar ingredientes para hacer unas tostadas, por alguna razón atinó a lo que quería Quackity; unas tostadas de jamón con aceite y un café. Wilbur solo dijo que era predecible y con el desayuno listo se sentaron ambos a la mesa.

─Tu ropa aún no está seca, puedes llevarte de la mía.

─Esta bien, muchas gracias por dejar quedarme y darme tu ropa.

─¡Con gusto hombre!

─Me siento en deuda contigo

La sonrisa de Quackity era suficiente pago por todo lo que hacía.

─Claro que no, eres mi amigo y lo hago por gusto, no me vas a deber nada.

Quackity suspiro, sabía que no podía luchar contra Wilbur, ambos dejaron de hablar para concentrarse en su desayuno, en cuanto lo acabaron Wilbur se fue a cambiar y dejó a Quackity solo.

El de gorro se paseo por la casa, inspeccionando cada detalle con curiosidad, era una casa pequeña pero bien ordenada, calidad y bonita, tenía su toque rústico, digamos.

Wilbur salió del baño y ahora Quackity se cambiaría para luego volver a su casa.

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Era domingo y como el día anterior no pudo hacer nada de la emoción de ver a Quackity ahora tenía que areglar su agenda.

Wilbur estudiaba letras y literatura para ayudarse a componer canciones o poemas que aveces escribía los cuales separaba por etapas, 'Ghostbur' 'Wilbur' 'Revivebur' eran los nombres de alguna etapa de su vida que calco en papel.

Mientras buscaba su móvil para preguntarle a su banda si podían cambiar el horario de los mini-conciertos encontró un papel doblado, lo abrió un momento y río en voz baja al ver que era, era un poema de amor que escribió después de conocer a Quackity y este al parecer lo vió y le dejó una nota alagandole, al parecer el azabache no se dió cuenta hacía quien iba el poema pero era tan tierno con esos pequeños detalles.

Acordándose de Quackity fue a mirar la ropa del nombrado para ver si estaba ya seca y así era, la recogió y la olio, quedaban rastros ligeros del olor a lluvia y el aroma de Quackity cosa que hizo sonreír un poco al alto, dobló la ropa y la dejo en su cuarto a un lado, después le mandó un mensaje a Quackity avisándole que podía pasar cuando quisiera por su ropa.

Wilbur cayó a la cama rendido y con los brazos abiertos, miraba al techo y suspiro al escuchar el timbre, ya era tarde y eso no le ayudaba a deducir si quién tocó fue Quackity o algún familiar suyo, de todas maneras se levantó y abrió la puerta con una sonrisa.

La Siguiente Estación  - QuackburΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα