𝚃𝚑𝚎 𝙰𝚗𝚜𝚠𝚎𝚛

1K 118 18
                                    

Correr nunca fue el deporte preferido de Dean.

Lo consideraba una especie de tortura y un hábito sumamente tedioso, que por alguna razón, Sam parecía disfrutar.

¿Quién lo hacía?. Esa clase de "placeres" podía tranquilamente posicionarse entre algunas de las sub ramas del masoquismo...

Pero debía admitir, que cuando era necesario, agradecía profundamente que su destreza física además de su suerte, lo hayan mantenido en buena forma a la hora de cazar...

Caso contrario Dean sabía que estaría pesando al menos una tonelada, dada la abismal cantidad de comida chatarra que ingería al día...

Era irónico. Nunca pensó demasiado en las consecuencias de su pobre alimentación sobrecargada de grasas, porque siempre supo de alguna manera que moriría en la línea del deber, para y con la caza.

Pero ahora, Dean deseaba haber sucumbido un poco más a la insistencia de su hermanito, para que practicaran ese tedioso deporte juntos.

Casi sin aliento, el cazador permaneció dando lo mejor de si mismo para mantener el ritmo y aceleración en cada paso que daba

El sudor perlaba en su frente y se desprendían en el filo de su mandíbula mientras hacía un esfuerzo casi inhumano para seguir corriendo

Hacía un par de horas que había conseguido el hechizo adecuado para poder colarse en los terrenos del vacío, con una única misión, dolorosamente punzante cómo una herida de bala, en su mente y corazon.

Cass.

Por un tiempo, decidió no pensar en ello. Pero cada instante que pasaba, un cumulo de emociones se instalaban en su pecho y garganta...

El enojo... la ira... el arrepentimiento.

Quiso convencerse a sí mismo, de verdad intentó continuar con su vida, sabía que era lo mejor.

Cómo si doce años de experiencia en acontecimientos más desastrosos en donde la humanidad y el mundo peligraba no le hubieran enseñado que no se debía seguir jodiendo con la suerte...

Una suerte con la que ya no podía contar, dado que Chuck finalmente se había ido para siempre.

Ahora era un tipo normal, con una suerte masomenos promedio...

Definitivamente arriesgar el mundo nuevamente podía salir mal.

Su mente permaneció en una espiral sin fin, organizando un desfile de todas las razones por las cuales no debería...

Pero ya había cometido estupideces antes, aún si todas las fichas estaban puestas en contra.

Nada tenía sentido, había algo inconcluso que no dejaba el alma de Dean sentir la plenitud de su final liberación

"La felicidad no está en tener... Sino en el ser... Y poder decirlo"

Pura mierda, puras estupideces sin sentido...

"Mí felicidad está en algo que no podré tener jamás..."

¿Siquiera se había escuchado a si mismo decir esas idioteces?

Simplemente asumió, el bastardo hijo de perra, cual sería su maldita respuesta.

Sin darle la maldita oportunidad de entender y procesar lo que ocurría.

El enojo se apoderó de él, cuando recordó como el ángel se largó al vacío como todo un cobarde, en lugar de afrontar una respuesta como un jodido hombre.

Joder. No. Así no se supone que debió terminar todo.

Tenía que hacerselo saber. Tenía que gritárselo en la cara de ser necesario.

Historias DestielWhere stories live. Discover now