Historias Destiel

𝙳𝚞𝚕𝚌𝚎 𝚘 𝚃𝚛𝚞𝚌𝚘 (𝚂𝚊𝚋𝚛𝚒𝚎𝚕)

Sam amaba la tranquilidad, porque el caos que normalmente reinaba en su cotidianidad, le hacían apreciar mejor aquellos detalles, que normalmente nadie haría.

Una buena lectura de un libro, la quietud de un lugar cómodamente silencioso, un mullido sillón, un buen colchón para su espalda, horas de sueño reparadoras...

Incluso las duchas relajantes, adoraba pasar largos minutos, simplemente sintiendo con deleite las gloriosas gotas tibias de agua acariciando su piel hasta dejarla completamente limpia...

Pero desde hacía algún tiempo, la tranquilidad de su "hogar" o mejor dicho búnker, se había visto seriamente perturbada

¿Qué pensarían los hombres de letras si vieran en lo que se había transformado este lugar?

Irónicamente, muchas criaturas sobrenaturales además de un buen grupo de cazadores habían pasado por estos muros

El rey del infierno, brujas, Lucifer, Dios mismo...

Le resultaba, incluso, un poco cómico...

Pero, nuevamente con los peligros del otro mundo acechando el suyo, poco espacio quedaba para el humor... Sobre todo si Jack y su madre aún estaban allá...

Suspiró un poco cansado mientras salia de la ducha, únicamente con sus pants grises puestos y una toalla sobre su cabeza

—Linda vista.-

Sam levantó tan rápido su cabeza que casi podría haberse tronado los huesos

—¡Gabriel!, ¿Qué estás haciendo en mi habitación?.-

—Me aburría.-

—Entonces ve a entretenerte con algo.-

Gabriel sonrió con picardía y se cruzó de piernas

—En eso estoy.-

Las mejillas de Sam se tiñeron de un suave sonrojo mientras desviaba la mirada

—Creí que estabas ayudando a Rowena, con el hechizo para abrir el portal al otro mundo.- Sam se aclaró la garganta

—Mi gracia está un poco baja, así que ella me envió con una tarea para aumentarla más rápidamente.- Gabriel se miró las uñas

—¿Eso se puede hacer?.- Sam frunció levemente el ceño sin comprender

—Claro que si.- el arcángel volvió a mirarlo fijamente con una enorme sonrisa de gato Cheshire

El cazador lo miró un poco cauteloso

—Gabriel... ¿Por qué estás en mi habitación?.- Sam volvió a preguntar dándose cuenta de algo

El arcángel se relamió los labios

De un momento a otro, Sam estaba sentado al borde de la cama, con el ángel sentado a horcajadas sobre sus piernas, con ambas manos en sus hombros

Sam tragó saliva mientras sus ojos se abrían enormemente con sorpresa

—¿Sabes por qué Castiel no se volvió humano pese a ser ensamblado casi como un humano, las últimas veces que volvió a la vida?.- le preguntó mientras serpenteaba sus manos sobre sus hombros, nuca y la punta de sus cabellos

El cazador sintió una agradable corriente eléctrica, cálida y energética por dónde el ángel lo tocaba, provocando que entrecerrara brevemente los ojos, sin poder evitar sentirse seducido por la sensación...

—Asi es Sammy... Es justo como lo que estás pensando... es porque ellos tienen un profundo vínculo entre el alma de tu hermano y la gracia de Cassy, que le dan a mi hermanito una ridícula energía extra...-