Creer y Aceptar

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Sabina, la muñeca de Papel con un corazón forjado dentro de un diamante, salió de casa de su amiga Ely aquella mañana muy triste, por todo el largo caminó no dejó de pensar en cada instante lo vivido en la casa de la abuela doña Elena y, por otro lado, lo recién ocurrido con la mamá de su amiga.

La vida no se la pondría fácil para llegar a superarse. ¿Era tan difícil para los demás confiar en ella?

Pensaba en aquel día que, se enfrentó con valor a su abuela Elena, recordaba cada palabra que le dijo mientras quería hacerle daño. No podía entender aún porque se había molestado tanto con ella esa noche.

Quien haya sido, tenía miedo de su presencia, sintiéndose amenazado porque ahí estaba Sabina. Sus lágrimas corren por sus mejillas. No era justo tener que vivir ese tipo de situación mientras murmuraban en silencio. Su cuerpo, mente y espíritu debían estar conectados para entender el mensaje. Sin embargo, le daba miedo presenciar situación dentro de lo paranormal.

-¡.. ¡Esto no se lo deseo a nadie...! - Pensaba Sabina.

Y ahora, había pasado por ese mal rato en medio de una confusión entre los padres de Ely. No podía creer que esa señora tan bella, tenía su autoestima tan bajo, dudaba de su esposo que la amaba tanto. El sólo vivía por ella, pero, ella nunca lo entendería. Además, Sabina sabía que ese comportamiento le traería problemas dentro de su matrimonio más adelante.

El viaje de regresó a casa tardaría 10 horas en autobús.

Recordó las historias contadas por Rosa sobre lo sucedido el día en que ella nació. El nacimiento enmantillado, la niña que nació casi a la misma hora y le colocaron su nombre.

-¡.. ¡Que extraño que su madre quisiera llamarla igual que yo... tantos nombres bellos que existen para las niñas...! - Pero, lo inexplicable de la aparición de una desconocida que quería quedarse con ella a cambio de dinero.

Fueron muchas las palabras y recuerdos que pasaron por la mente de Sabina. Quería y deseaba sentir igual que Guadalupe, quién vivir una vida normal, Guadalupe y Carlota sus hermanas, nada las asustaba, nada la hacía poner triste; ellas eran tan diferente. Y Sabina solo las observaba con su hermosa sonrisa mientras por dentro estaba destrozada.

Sabina Llego a pensar que:

- ¿Será cierto lo de la magia de nacer con la cara velada o enmantillada?, era sólo cuestión de creer o seguir huyendo de una realidad que cada día se hacía más palpable y visible. ¿Pero de quien se trataba... de la existencia de fuerzas en una constante lucha desde tiempos de la creación? ¿de qué lado estaba yo. del lado bien o del lado malo?

Pero algo si tenía muy claro, que la abuela Elena pudo haber sido una hechicera al igual que su padre. Su comportamiento esa noche dejó muy claro a Sabina que quién la poseía en su cuerpo no era nada que viniera del lado bueno. Y que de alguna forma Sabina la intimidó. Como si lo que fluyó con su presencia representó algo muy superior a lo que la poseía. Estaba segura de que, su energía espiritual era superior a la que se le manifestó a su abuela. Mostró la fortaleza de un gran elefante, pero también sintió miedo de lo que presenció.

-! ¡Tenía que encontrar respuestas a mis preguntas, pero, tenía miedo de saber de qué se trataba todo eso...! -Exclamó.

Así fue la adolescencia de una simple muñeca llamada Sabina, marcada por situaciones fuera de lo normal. Pero ya tenía claro su rol, debía creer en ella y aceptar lo que la vida le regalo al momento de nacer.

Llego a casa, Rosa la espera ansiosa y preocupada, quería saber cómo paso todo. Sabina le cuenta todo con detalles. Es así como Rosa decide no visité más a su amiga.

Las Muñecas de PaPel. De lo Ordinario a lo Extraordinario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora